27-07-2013 |
Casi desapercibida por el público, pero también por los expertos en energía de Alemania, se llevó a cabo en Cuba una revolución energética que, en ciertos aspectos, va más lejos que la transición energética alemana. En el año 2005, el presidente cubano Fidel Castro proclamó la “revolución energética“, que incluía medidas de largo alcance: 2,5 millones de refrigeradores fueron reemplazados por refrigeradores más eficientes, mediante un programa del gobierno. El abandono de los bombillos incandescentes a favor de lámparas fluorescentes compactas (CFL) también se hizo 5 años antes que en Alemania y en la Unión Europea, y la conversión fue global. |
En octubre de 2012, Büro Ö-quadrat llevó a cabo un proyecto propio en Cuba para investigar los resultados de la revolución energética
cubana. Para esto, Dieter Seifried (Büro Ö-quadrat) conversó con varias
organizaciones y recogió informaciones in situ. Incluso antes de la
revolución energética cubana, en el marco del estudio financiado por el
BMU “Sustainable Energy Policy Concepts (2002)”, Dieter Seifried había
propuesto al gobierno cubano realizar un cambio de los aparatos de
refrigeración. En otro proyecto en el 2004, se le ofreció al gobierno
cubano hacerse cargo, además de la sustitución de refrigeradores,
de su financiación por medio de un proyecto de contratación. En este
caso, el costo de los refrigeradores de alta eficiencia se habría
compensado por el ahorro efectuado en las importaciones de petróleo crudo.
La revolución energética ignorada
1. Mejora de la eficiencia energética en los hogares y las empresas mediante la sustitución de los electrodomésticos ineficientes. Al mismo tiempo, reemplazo de los equipos de cocción que utilizaban queroseno y gas licuado por hornillas eléctricas
2. Complemento de las grandes centrales eléctricas con plantas distribuidas y mejora de las redes de transmisión y distribución
3. Desarrollo de energías renovables
4. Aumento de la exploración y producción de fuentes propias de energía fósil
5. Aumento de la cooperación internacional
6. Sensibilización de la población
Para posibilitar la compra de electrodomésticos eficientes, en el marco de la revolución energética los hogares cubanos tuvieron acceso a un programa de créditos que se creó específicamente para esta revolución energética, y que se caracteriza por el hecho de que los términos del crédito, tales como la tasa de interés y el plazo de amortización se ajustaron a la capacidad del prestatario.
Los cubanos han financiado un total de 4,6 millones de artículos de un valor total de 9 mil millones de pesos mediante este programa de créditos. La „Banca Cubana” ha acordado los términos de crédito siguientes: Para un ingreso mensual de hasta 225 pesos cubanos se ofrecía una tasa anual de 2% con un plazo de amortización de 10 años.
La revolución energética ignorada
1. Mejora de la eficiencia energética en los hogares y las empresas mediante la sustitución de los electrodomésticos ineficientes. Al mismo tiempo, reemplazo de los equipos de cocción que utilizaban queroseno y gas licuado por hornillas eléctricas
2. Complemento de las grandes centrales eléctricas con plantas distribuidas y mejora de las redes de transmisión y distribución
3. Desarrollo de energías renovables
4. Aumento de la exploración y producción de fuentes propias de energía fósil
5. Aumento de la cooperación internacional
6. Sensibilización de la población
Casi desapercibida por el público, pero también por los expertos en energía de Alemania, se llevó a cabo en Cuba una revolución energética
que, en ciertos aspectos, va más lejos que la transición energética
alemana. En el año 2005, el presidente cubano Fidel Castro proclamó la
“revolución energética“, que incluía medidas de largo alcance: 2,5
millones de refrigeradores fueron reemplazados por refrigeradores más eficientes, mediante un programa del gobierno. El abandono de los bombillos
incandescentes a favor de lámparas fluorescentes compactas (CFL)
también se hizo 5 años antes que en Alemania y en la Unión Europea, y la
conversión fue global.
También se operó un cambio sorprendente y fundamental: mientras que anteriormente el suministro de energía eléctrica se basaba, en Cuba - como en todos los países de economía planificada 1 - en grandes plantas eléctricas centrales, durante la revolución energética
se invirtió en centrales eléctricas descentralizadas. Este cambio
liberó el camino para un mayor desarrollo de las energías renovables,
que dentro de un sistema energético planeado centralmente tenían pocas
posibilidades de ser implementadas.
La motivación para este amplio programa de renovación fue, en Cuba,
mucho menos la lucha contra el cambio climático que la necesidad
técnica y económica: por causa del envejecimiento y del mal
mantenimiento de las centrales y redes eléctricas, así como del impacto
de dos huracanes, en los años 2004 y 2005 casi todos los días había
cortes de energía
en una gran parte del país. Sólo en el 2005, hubo no menos de 224 días
con apagones extensos de duración superior a una hora, que paralizaron
la industria y los hogares 2. Con la revolución energética, los cortes
de energía causados por la falta de capacidad de generación pudieron
evitarse por completo en el 2007.
Las transformaciones en el plano técnico fueron apoyadas por medidas de
acompañamiento que también podrían ser interesantes para Alemania y
otros países: los electrodomésticos ineficientes fueron reemplazados
por equipos más eficientes, y en paralelo se ajustaron las tarifas
eléctricas dentro de una estructura tarifaria progresiva para que los
grandes consumidores tengan que pagar mucho más. Además, la compra de
electrodomésticos eficientes ha sido apoyada mediante los llamados
créditos sociales. Créditos sociales porque sus condiciones, tales como
la tasa de interés y el plazo de amortización, se ajustaron a los
ingresos y a la capacidad de pago de los hogares.
La revolución energética cubana puede ser caracterizada por seis
componentes principales (véase la página 2). La siguiente presentación
se concentra en los dos primeros componentes. Los otros puntos sólo se
mencionan y desarrollan según se considere necesario para la comprensión
del proceso en su conjunto.
El siguiente informe se basa en un análisis del Büro Ö-quadrat. Para la
adquisición de datos, Dieter Seifried realizó entrevistas con diversas
personas y organizaciones in situ.
La sustitución de los electrodomésticos ineficientes
La revolución energética cubana comenzó en julio del 2005 con un amplio programa de sustitución de bombillos.
En menos de un año, trabajadores sociales y estudiantes voluntarios
consiguieron reemplazar más de nueve millones de bombillos
incandescentes en los hogares por lámparas
fluorescentes compactas (bombillos ahorradores). Suponiendo que en los
3,3 millones de hogares cubanos están prendidos dos bombillos de 60
watts por hogar durante un promedio de tres horas diarias, se calcula un
ahorro anual de 354 millones de kWh, lo que equivale a unos 3 a 4% de la totalidad de electricidad consumida en Cuba.
Como los bombillos
ahorradores tienen una vida útil alrededor de diez veces superior a la
de los bombillos incandescentes, el costo de inversión para estos
bombillos de bajo consumo
es inferior al costo de diez veces más bombillos incandescentes. Los
costos sociales asociados con la carga de trabajo de los trabajadores
sociales y los estudiantes para intercambiar los bombillos no se tienen
en cuenta aquí. Se puede admitir, en una primera aproximación, que el
intercambio de bombillos no produjo ningún costo adicional para la
economía nacional. Dado que los costos variables de generación
eléctrica en Cuba son, considerando el precio actual del petróleo crudo
en el mercado internacional, de unos 20 céntimos de euro 5, se podrían
ahorrar anualmente cerca de 71 millones de euros en los costos de
producción de electricidad, sólo gracias al ahorro
de energía que permite esta medida. Este simple cálculo no toma en
cuenta que por el ahorro de energía además se reducen las pérdidas en
las redes, el impacto sobre el medio ambiente de las emisiones de las
plantas eléctricas y los costos ocasionados por la extensión del parque
energético.
Actualmente en Cuba se está considerando sustituir las CFL por lámparas LED. Debido a la mayor vida útil de las LEDs y a la mayor emisión de luz por watt, también esta medida de ahorro de energía vale la pena en términos económicos.
Además de los bombillos
también se cambiaron los ventiladores remendados por equipos más
eficientes. Según la Unión Eléctrica (UNE), el proveedor nacional de
energía, 1,04 millones de equipos fueron reemplazados. Mientras que 30 a
40 watts son suficientes para un ventilador razonablemente eficaz,
muchos equipos arreglados en casa necesitaban más de 100 watts para
funcionar. Si se considera un uso de 1 000 horas al año por hogar, el
intercambio permite un ahorro anual de aproximadamente 60 millones de
kilowatts-hora. La inversión inicial de unos 10 millones de euros debe
compararse a un ahorro anual de unos 12 millones de euros.
Los mayores consumidores de energía en los hogares cubanos eran los refrigeradores anticuados. El consumo medio anual de electricidad de una vivienda cubana era de 1 668
Créditos sociales en Cuba
Para posibilitar la compra de electrodomésticos eficientes, en el marco de la revolución energética los hogares cubanos tuvieron acceso a un programa de créditos que se creó específicamente para esta revolución energética, y que se caracteriza por el hecho de que los términos del crédito, tales como la tasa de interés y el plazo de amortización se ajustaron a la capacidad del prestatario.
Los cubanos han financiado un total de 4,6 millones de artículos de un valor total de 9 mil millones de pesos mediante este programa de créditos. La „Banca Cubana” ha acordado los términos de crédito siguientes: Para un ingreso mensual de hasta 225 pesos cubanos se ofrecía una tasa anual de 2% con un plazo de amortización de 10 años.
Las condiciones para el prestatario se vuelven menos favorables a medida
que suben sus ingresos (véase la Tabla 5). A partir de un ingreso
mensual de 1 801 CUP ya no se otorgaban más créditos
EcoPortal.net
El informe completo tiene 36 páginas y puede bajarse en formato pdf desde el siguiente enlace http://www.oe2.de/referenzprojekte/la-revolucion-energetica-cubana/?L=2
Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Energias/La_revolucion_energetica_cubana?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+NoticiasDeEcoportal+%28Ecoportal.net%29
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