martes, 17 de diciembre de 2013

Italia. Tasa Tobin, el mundo financiero está furioso por las enmiendas contra la especulación



Il Fatto

Traducido para Rebelión por Susana Merino

Las propuestas introducidas en la Comisión de Presupuesto de la Cámara se orientan a reducir los impuestos sobre las transacciones financieras, pero ampliando al mismo tiempo la base impositiva, castigando sobre todo los manejos especulativos. Y las principales instituciones financieras alzan su voz enviando un documento cargado de perplejidad.
Pagar menos pero que paguen todos. Esta es en apretada síntesis la filosofía de las propuestas analizadas por la Comisión de Balance de la Cámara en relación a la Tasa Tobin italiana, el impuesto a las transacciones financieras incluidas en la ley de Estabilidad que está siendo motivo de análisis. El impuesto fiscal asciende al 0,01% mientras que anteriormente era del 0,1% pero su aplicación se hace mucho más extensiva. El objetivo es castigar a las operaciones especulativas aunque de modo más severo a los operadores financieros para obtener un rédito previsto de mil millones de euros. La reacción del mundo de las finanzas, no se hizo esperar, alzando la voz y enviando a la mesa de la Comisión un documento cargado de perplejidad. El texto, aunque no lleva firma, habría sido redactado por las principales instituciones financieras italianas y del exterior, especialmente escépticas, con relación a la enmienda 1866 apoyada por una amplia mayoría de parlamentarios del PD, Bobba, Castricone, Fanuddi y Zanin y sus colegas (Sel) Tabacci (Misto-Centrodemocratico) Andrea Romano /Scpi), Misuraca (NcD) y Borghesi (Lega Nord).
Entre las principales novedades se encuentran el traspaso de propiedad de las acciones, obligaciones (excluidos los títulos del Estado) los instrumentos de participación, certificados de depósito y cuotas Oicr (Organizaciones de ahorro para la inversión colectiva) emitidos por todas las instituciones con sede fiscal en Italia. En otras palabras, según el proyecto, todas las sociedades que cotizan en la Bolsa con capitales inferiores a quinientos millones de euros, hasta ahora exentas de la Tasa Tobin, deberían pagar como las demás. Pero lo que más les quita el sueño a los operadores es el tributo llamado Intraday, probablemente la medida de mayor impacto. En la versión actual el impuesto solo impacta al llamado saldo diario neto, o sea al resultado final de las operaciones realizadas con títulos a lo largo de la jornada. Si se aprobase esta enmienda el impuesto alcanzaría también a las operaciones individuales realizadas en la sesión del mercado. Un sistema que golpearía sobre todo a los comportamientos especulativos, que como es sabido, se basan exactamente sobre la posibilidad de realizar una cantidad especialmente grande de intercambios para ganar sobre cada uno de los márgenes. Alcanzados por el impuesto, salvo algunas excepciones, los derivados aunque solo una de las personas involucradas en el intercambio residiera en Italia (o fuera controlada por un residente). Los fondos de pensión o jubilación tampoco se hallarían exentos.
En la maxipropuesta se hallarían incorporados otras dos enmiendas: la 1.2261 y la 1.139. La primera ha sido firmada por siete parlamentarios del Sel (Airaudo, Migliore, Di Salvo, Placido, Boccadutri, Marcon y Melilla) e incluye el impuesto intraday. La segunda se halla impulsada por cuatro representantes del Pd (Coppola, Rosato, Fanucci y Madia) y presenta un proyecto particularmente duro “ La transferencia de la propiedad de las acciones y de otros instrumentos financieros participativos (…) emitidos por sociedades residentes en el Estado, como los títulos representativos de dichos instrumentos independientemente del lugar de residencia (…) hacia sociedades o entes con sede en Estados que no permiten la identificación de los propietarios o su control” se lee en el texto analizado, “estarían sometidos a un impuesto (…) con una alicuota del 50%” Quiere decir que todo lo que se mueva hacia Italia o desde Italia a través de los paraísos fiscales (cuando entren en la categoría de títulos sometidos al impuesto) pagaría un impuesto por mitad de su valor en lugar del clásico 0,01%. A los operadores financieros no les ha caído especialmente bien. En el documento enviado a la Comisión se advierte a los promotores de la principal enmienda (1.866) “anticiparse a los tiempos con relación a lo que pudiera ser la configuración final de la directiva de la UE” acusando a la propuesta de “querer emular las ambiciones alemanas casi queriendo complacer los “deseos” de una economía competitiva de fuerte influencia en las mesas internacionales”.
Señala también el documento los escasos resultados obtenidos por el impuesto en el transcurso de este año. Apenas 159 millones de euros en lugar de los 1.000 millones inicialmente previstos. Un resultado, replica sin embargo Leonardo Beccetti, docente de economía de la Universidad Tor Vergata y portavoz de Zerozerocinque, la campaña italiana de apoyo al impuesto, fruto de una primera versión de la ley “llena de agujeros, comenzando por la exclusión del “Intraday Trading” y de la posibilidad de los intermediarios de eludir el impuesto registrándose como “market makers” Según estima Becchetti la versión revisada de la Tobin debería producir el previsto rédito de mil millones “calculando un monto total de intercambios en el mercado italiano de alrededor de 11 trillones de euros por año” “El objetivo – prosigue Becchetti – es reducir la especulación y favorecer el sostén de la economía real por parte de las actividades financieras. Los EEUU acaban de sancionar la Volcker Rule, indicando la dirección que se debe seguir. Me parece poca responsabilidad de parte del mundo financiero negarse a pagar una mínima contribución que termina siendo nada para quienes invierten a largo plazo”.
Fuente: http://www.ilfattoquotidiano.it/2013/12/13/tobin-tax-gli-emenda

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