Prometeo, ese nombre
mitológico que lleva consigo el compromiso de la liberación social, nos
enseña que favorecernos todos los esclavos requiere de la rebelión.
Prometeo, que ante la desgracia de los seres humanos decide entregarnos
la esperanza, y para que conquistemos el futuro nos hace dueños del
conocimiento, dice que la derrota de la injusticia la tenemos en
nuestras manos.
Prometeo, sufriendo el castigo impuesto por
Zeus, resiste porque sabe que más adelante vendrá quien tiene que
derrotar al tirano: “ … nada de eso va a doblegarme como para decirle
por quién él ha de ser derrocado de su tiranía.” Hermes ordena a
Prometeo que abandone su resistencia, y recurre a una argucia más, una
que los tiranos divulgan envolviendo el miedo con ella, que habla del
conformismo y busca el interés individual: “Y tú, mira en torno, y
reflexiona y nunca creas que es la suficiencia mejor que la cordura.” El
recurso a la cordura para inducir al rendimiento de Prometeo es un
anzuelo que se tiende en todos los ámbitos donde la desobediencia al
poder del uno por ciento, al poder de quienes explotan a la mayoría,
empieza a cuajar, llaman cordura a aceptar el sometimiento. Lo
entendemos perfectamente.
Pero en “Pro meteo
encadenado”, la tragedia de Esquilo, habrá más participantes contra la
rebelión, en un momento determinado el Coro, la voz que acompaña, que
rodea a Prometeo en su condena, le insiste desde otro punto, le dice que
no se resista más, que busque “la sabia prudencia”, ahora es la
prudencia la que confrontan con la rebelión por la justicia, el coro le
dice que se deje convencer, que equivocarse puede causarle vergüenza.
Hermes, el Coro, y tantos otros, sus argumentos suenan a lo que repiten
los mensajeros de los tiranos que en la lectura reconocemos, al golpeteo
constante que han dado y dan hoy sobre la cabeza de los y las posibles
rebeldes contra quien, dueño de todo lo existente, quiere seguir en la
explotación de los seres humanos. Aunque los argumentos que emplean para
rendir a Prometeo llegan hasta nosotros, también debemos reconocer la
contestación de Prometeo reafirmándose: “ … no es infamante que el
enemigo sufra a manos de los enemigos.”
Prometeo es el
rebelde entre los injustos, rebelde porque qu iere justicia,
diferenciado por su ética, no acepta su libertad a cambio de declarar a
Zeus cómo se va a producir su derrocamiento, y ha dado el paso para que
los seres humanos adquieran conciencia y aprendan a utilizar las
herramientas necesarias para la conquista de su libertad. “Cómo los
convertí de niños que eran antes en seres conscientes y dueños de su
razón”, declara.
¿Y qué ocurre con quienes no admiten
actuar en conciencia?: según nos dice Esquilo a través de IO, quienes
partiendo del sometimiento no comprenden lo que ocurre a su alrededor y
no se deciden entre asimilarse o enfrentarse a los explotadores,
sufrirán una y otra vez los golpes de su conciencia; A consecuencia de
esa actitud Io sufre la persecución de un tábano y sus picaduras serán
permanentes.
“Prometeo encadenado” es la primera
parte, y la única que nos ha llegado, de una trilogía de Esquilo,
(524-456 antes de Cristo) con lo que no sabemos ni la continuación ni el
final que le dio el autor. Es una de las 90 obras que parece llegó a es
cribir, y de las que tan sólo se han recuperado 7 tragedias. Nos habla
así desde hace 2.500 años.
2.500 años después las
conquistas han sido muchas, y las voces que llaman a la conciencia de
quienes se deben y se van a rebelar contra la explotación de sere s
humanos siguen llamando a la conciencia. En un pequeño libro del
dibujante filósofo que conocemos con el nombre de El Roto, nombre que
proviene de un personaje de Don Quijote de La Mancha, lo que ya resulta
altamente significativo, El Roto con el título “Camarón que se duerme
(se lo lleva la corriente de opinión)”, se convierte en el tábano que
pica una y otra vez a quienes se hacen indiferentes o creen a las voces
que repiten una y otra vez la defensa de los explotadores, de manera
sutil, engañosa o violenta. La ironía canalla, la paradoja que retumba
como una burla monstruosa, el engaño que difunden en las mentes
colonizadas, la indiferencia por las causas de la pobreza y otras
desgracias, … son expuestas de tal modo que resultan toda una enseñanza,
un revulsivo contra la abulia, la norma, la temerosa costumbre. Está
escrito hoy, y es la voz que echamos en falta, la voz que debería
rodearnos, es una llamada en dibujos y palabras, es el acto de Prometeo
para con la mayoría sometida a la minoría; Prometeo también quiere decir
Promotor, y en el libro “Camarón que se duerme (...)” se promueven
grandes sacudimientos de conciencia de la mayoría social. Dejenmé
exponerles tres de las muchas escenas que aparecen:
Alguien ve en la tv. unas imágenes de fuego y hum o, y se dice y
pregunta: “Veo muerte y dolor y no me afecta. ¿Emitirán con anestesia?”
Un hombre trajeado declara ante un micrófono: “¡Nosotros os defenderemos de las amenazas con que os asustamos!”
Un hombre pregunta: “¿Cómo conseguirán que los malos par ezcan buenos?
-y responde una mujer-: “Muy fácil: ellos escriben el guión”
Título: Prometeo encadenado.
Autor: Esquilo.
Título: Camarón que se duerme (se lo lleva la corriente de opinión).
Autor: El Roto.
Editorial: Reservoir Books. Mondadori.
Ramón Ped regal Casanova es autor de “Dietario de crisis”, puedes bajártelo de “Libros libres”, en rebelion.org,
y es autor de “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”,
editado por Fundación Domingo Malagón. Es miembro del Frente Cívico.
Somos Mayoría.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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