En él cada empresa es una dictadura,
a veces dictablanda, que ordeña a las vacas: obreros, pequeños campesinos,
artesanos, etc, con el cuento del riesgo, no muy distinto a los
usados por los esclavistas siglos atrás. Si cada empresa es una
dictadura, o una dictablanda, el capitalismo burgués será una de las dos aunque
convoque elecciones de accionistas a diario.. El contenido lo es todo
y no el nombre ni las autocalificaciones a su favor mientras
demonizan a cualquier sociedad sin explotación que se intente
construir
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