La libertad fue quizá
el valor que mas enalteció Thomas Jefferson, uno de los presidentes mas
recordados por el pueblo de los Estados Unidos. También la libertad es
el núcleo de origen de la constitución americana, quizá la que mejor ha
conservado durante 200 años, su texto y su concepción original a pesar
de sus múltiples enmiendas. Es recurrente que los llamados Estados de
Derecho tengan en la libertad la base de su sistema democrático, aunque
sus actuaciones permanentemente niegan lo que dicen. La libertad muchas
veces es suprimida, para los llamados enemigos de la libertad en nombre
de la seguridad para justificar sus despotismos. La principal
preocupación de los gobernantes ilegítimos y despóticos de hoy es
limitar el poder del pueblo y salvaguardar para si mismos y los suyos
los privilegios todavía presentes, del que fuera llamado antiguo
régimen, es decir del feudalismo con siervos, espadas y cruces, que
aparentemente había sido derrotado hace doscientos años y sellada su
derrota con las declaraciones de derechos de 1776 y 1789, fundadas en el
pacto social de que libertad para todos, sin excepciones de raza, sexo,
nacionalidad, condición social, conciencia política o culto. Pasan
los años, llegan nuevas navidades, cambian los calendarios y el tiempo y
la memoria ayudan a transformar las percepciones, pero la realidad se
mantiene y profundiza un modelo de sociedad basado en desigualdades y
exclusiones y un Estado cada vez mas despótico y alejado del ideal de
justicia y bienestar de su pueblo. El ideal ilustrado de libertad fue
interpretado en sus orígenes como la posibilidad de que cada ser humano
mantuviera un derecho igual e imprescriptible a vivir independiente de
sus semejantes, en todo aquello que le concierne solo a si mismo, y a
organizar a su parecer su propio destino (A. De Tocqueville, Ensayo
sobre el estado social, Francia, 1836). La expresión negativa de la
libertad la conforman la independencia y la elección del destino propio y
su expresión positiva se define en la ausencia de arbitrariedad del
Estado como garante de derechos. Es decir libertad corresponde a la
participación de la ciudadanía en la administración de los asuntos
locales y la gestión de lo político, sin interferencia del estado. Es
justamente aquí donde la libertad se convierte en derecho político
incuestionable, en valor supremo de participación, que cuando es
eliminado por ley o la virtud del gobernante queda al descubierto el
despotismo aunque se invoque la democracia.
La separación
de Democracia y Libertades pone en cuestión a las bases mismas del
Estado de Derecho que se separa de valores distintos al ideal de la
igualdad que venia unido a la libertad, pero ademas propiciado la
alianza de la tiranía del poder ejecutivo con la del poder legislativo
que se convierten en el peligro mas temible para la soberanía que recaía
en el pueblo, mas aun cuando de tal alianza dependen los funcionarios
judiciales y de control. Pero a la vez el Estado alienta el espíritu de
mercado y sus destructoras prácticas que fomentan la riqueza individual y
la posesión de objetos materiales a toda costa como pasiones mas
comunes, que aparte de abandonar lo colectivo acogen la validez de la
igualdad y el despotismo unidos en su seno. La libertad que era
presentada como la única capaz de dar toda su grandeza a sociedades
igualitarias preocupadas ante todo por el bienestar colectivo, aparece
derrotada por quienes utilizan su nombre para poner el aparato del
Estado al servicio de su modo de ser aristocrático y heredero de la
monarquía y el feudalismo.
Para la aristocracia que todo lo justifica en nombre de la democracia, la libertad es un privilegio del que se declaran sus únicos poseedores, desconocen el ideal de que todos somos iguales y se definen iguales a si mismos, como los romanos que creían que solo ellos debían gozar de la libertad por ser romanos. Para la aristocracia mandar es su virtud, creen que les corresponde por derecho propio, los demás deben obedecer, tener sentimiento de obediencia, incluso de servilismo. La aristocracia cree que las instituciones nacieron por su privilegio y orgullo aunque conserven su espíritu religioso. Democracia y libertades han sido en Colombia apropiadas por la misma elite aristocrática, cuyas familias en el poder se cuentan con los dedos. En una parte del ultimo siglo marcado por la guerra, la política de terror del Estado y la mas cruel de las barbaries padres e hijos ocuparon la presidencia (López, Pastrana), otras familias han ocupado ministerios, cancillería, altos cargos (Ospina, Holguín, Gómez, Lleras), desde el árbol genealógico Santos han ocupado presidencia, vicepresidencia, ministerios y propiedad de medios. Presidente y su hijo presidiendo el senado y presidente e hija canciller (Gaviria, Barco). Padres ministros e hijos ministros o magistrados. Legisladores jubilados o presos e e hijos, esposas, tíos, sobrinos en su reemplazo. La formula aristocrática del poder y la riqueza se ejerce en democracia y se justifica con libertad, que como parece ser un privilegio exclusivo de la aristocracia, las movilizaciones sociales parecen optar por juntar sus capacidades y potencia en la noción y practicas de la dignidad.
Para la aristocracia que todo lo justifica en nombre de la democracia, la libertad es un privilegio del que se declaran sus únicos poseedores, desconocen el ideal de que todos somos iguales y se definen iguales a si mismos, como los romanos que creían que solo ellos debían gozar de la libertad por ser romanos. Para la aristocracia mandar es su virtud, creen que les corresponde por derecho propio, los demás deben obedecer, tener sentimiento de obediencia, incluso de servilismo. La aristocracia cree que las instituciones nacieron por su privilegio y orgullo aunque conserven su espíritu religioso. Democracia y libertades han sido en Colombia apropiadas por la misma elite aristocrática, cuyas familias en el poder se cuentan con los dedos. En una parte del ultimo siglo marcado por la guerra, la política de terror del Estado y la mas cruel de las barbaries padres e hijos ocuparon la presidencia (López, Pastrana), otras familias han ocupado ministerios, cancillería, altos cargos (Ospina, Holguín, Gómez, Lleras), desde el árbol genealógico Santos han ocupado presidencia, vicepresidencia, ministerios y propiedad de medios. Presidente y su hijo presidiendo el senado y presidente e hija canciller (Gaviria, Barco). Padres ministros e hijos ministros o magistrados. Legisladores jubilados o presos e e hijos, esposas, tíos, sobrinos en su reemplazo. La formula aristocrática del poder y la riqueza se ejerce en democracia y se justifica con libertad, que como parece ser un privilegio exclusivo de la aristocracia, las movilizaciones sociales parecen optar por juntar sus capacidades y potencia en la noción y practicas de la dignidad.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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