sábado, 18 de enero de 2014

Pastores por la Paz denuncian acoso en EEUU por motivos políticos



Comunicado de prensa de la organización humanitaria Pastores por la Paz




La Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO ) está denunciando un ataque por motivos políticos por el Servicio de Rentas Internas ( IRS), que amenaza con revocar el estado de exención de impuestos de la organización basada en la fe y los derechos humanos, como una organización sin fines de lucro.

“Durante más de dos años hemos sido víctima de una persecución política y una campaña de acoso agresivo por el IRS y ahora van tras nuestro estado. Imagínese, la primera fundación nacional controlada por personas de color en los Estados Unidos, ahora se les niega la exención de impuestos por el gobierno de EE.UU., lo que es una vergüenza moral”! declaró Gail Walker , Co – Director de IFCO .

La ex congresista republicana conservadora Sue Myrick y Brad Sherman, demócrata, exigieron que el IRS investigara a IFCO por su patrocinio fiscal de la organización benéfica con sede en Reino Unido “Viva Palestina”, que organizó flotillas y los convoyes de ayuda humanitaria entregada a la población civil de Gaza, a partir de 2009 . Myrick , quien tiene un largo historial como antiinmigrante y de persecución a los musulmanes, ha tratado de desprestigiar “Viva Palestina” aludiendo ser un grupo de fachada terrorista. El IRS también está tratando de despojar a IFCO de su estatus sin fines de lucro citando el trabajo de muchos años del grupo con Cuba y la organización en contra del bloqueo de EE.UU. contra Cuba.

“No nos dejaremos intimidar por el gobierno de EE.UU. , que durante décadas nos han acosado por nuestro trabajo en contra del bloqueo de EE.UU. contra Cuba. Ahora el IRS está tratando de despojarnos de nuestro estatus de exención de impuestos para evitar que expresemos la solidaridad de pueblo a pueblo, ya sea en Palestina o en Cuba. Pero no nos pueden detener el seguimiento a nuestra fe, el ofrecer una taza de agua fría a nuestros vecinos necesitados o de expresar nuestro disenso con las políticas extranjeras injustas de Estados Unidos “, dijo el padre Luis Barrios, Co- director de IFCO .

IFCO está luchando por la organización de una campaña de base para logar que el IRS a dé marcha atrás. El grupo está usando un correo electrónico y el bombardeo de medios sociales para conseguir seguidores y contactar con el Congreso, y demandar que el IRS cese su ataque a la organización basada en la fe, con casi 50 años de creada, cuyas caravanas a Cuba han entregado miles de toneladas de ayuda humanitaria a las escuelas, hospitales e iglesias. El grupo también administra un programa de becas para jóvenes de bajos ingresos de color para asistir a la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba, en un esfuerzo para crear una red de atención de salud gratuita para los pobres en los Estados Unidos.

“No vamos a ser silenciados. Vamos a marchar , protestar y organizar la acción directa si debemos hacerlo, pero el trabajo de IFCO – las caravanas, las becas de la escuela de medicina para la juventud, y nuestros programas de patrocinio fiscal – va seguir “, agregó Walker .

Comunicado de Prensa de Pastores por la Paz

Traducción: Pavel Jacomino Lazo/Cubadebate

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/01/17/pastores-por-la-paz-denuncian-acoso-en-ee-uu-por-motivos-politicos/

Zozobra y terror en Pradera, Valle del Cauca





Jueves 16 de Enero, 2014: Una motocicleta-bomba estalla en Pradera, Valle del Cauca, cerca de la alcaldía dejando un saldo de un muerto y más de medio centenar de heridos. Inmediatamente, el presidente Santos y el ministro de defensa culpan a la FARC-EP de este “acto irracional”. Los medios, que no están acostumbrados a investigar, repiten las condenas agregando que los insurgentes inauguran de esta manera el término del cese al fuego unilateral de un mes, sin proveer ninguna prueba de la autoría y sin esperar un pronunciamiento oficial de los guerrilleros[1]. Había una época en la cual se utilizaba la palabra “presuntamente” cuando no se había establecido a ciencia cierta la autoría de un hecho. Hoy la prensa funciona, de manera acrítica, como un apéndice propagandístico del gobierno y del ejército.

Sin embargo, en Pradera misma reina el desconcierto, la confusión, el miedo. Ateniéndose al actual contexto, uno bien podría pensar que tal vez no es el movimiento guerrillero quien está detrás del atentado, particularmente por el contexto en el que éste se realiza y la seguidilla de acontecimientos que se vienen dando en esa localidad desde hace unas semanas. Que tal vez hay fuerzas que están actuando desde la obscuridad para enviar un mensaje a la comunidad y al país. Pero para eso, hay que adentrarse en lo que está ocurriendo en Pradera y en las circunstancias en las que se produjo este atentado.

Pradera, municipio de luchas

Pradera es un municipio en el sur del Valle del Cauca fundamental para entender el proceso de rearticulación del movimiento popular que ha llevado al potente ciclo de protesta social que se viene experimentando en Colombia desde el 2008 en adelante. La huelga de los corteros de caña que se vivió en el segundo semestre de ese año, fue un hito importantísimo que desnudó la naturaleza expoliadora e inhumana del actual modelo de desarrollo agroindustrial precarizado que es presentado por el gobierno como la panacea que llevará a Colombia al progreso. La resistencia de los corteros fue el inicio de este despertar social[2]. Aunque posteriormente los dirigentes han sufrido acoso, amenazas, violencia, despidos, hubo avances concretos para el grueso de los trabajadores que hoy tienen como gran enemigo la mecanización que vuelve a los corteros redundantes[3].

Al mismo tiempo, la lucha campesina, liderada por la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca (ASTRACAVA) y por la Coordinación Campesina del Valle del Cauca (CCVC), ha tenido también importantes avances y hoy todo está andando para conformar una Zona de Reserva Campesina en Pradera y en el municipio aledaño de Florida. Uno de los líderes campesinos más amenazados de la región, Jesús Hurtado (ASTRACAVA), nos explica que “hay avances significativos en la zona de reserva campesina. Hemos tenido reunión con otros movimientos campesinos… el INCODER [Instituto Colombiano de Desarrollo Rural] está siguiendo muy de cerca el proceso, las comunidades han recibido la propuesta de forma impresionante, el alcalde también está pendiente, hay tres concejales que le meten a la propuesta, todo va avanzando de manera extraordinaria. Incluso en el plan de trabajo este año hemos hablado de visitar las comunidades para conformar un equipo dinamizador de esta propuesta, que hemos venido trabajando juntos campesinos e indígenas interesados en que nuestro municipio avance”.

Las garras del paramilitarismo

Pero siempre que el pueblo avanza, aparecen las fuerzas obscuras (que todos conocen, pero que nadie quiere nombrar por miedo) a frenar el impulso de los cambios mediante el terror y la violencia. Este avance y la fuerza que coge esta propuesta, así como la combatividad y bravura demostrada por la comunidad de Pradera durante la larga lucha de los corteros, han hecho que el paramilitarismo, al alero de la protección brindada por el Ejército, ponga su mira en este municipio. Un hecho preocupante se vivió este lunes 13 de Enero, cuando una banda paramilitar autodenominada “Bloque Militar Valle del Cauca-Águilas Negras-Rastrojos” hizo circular entre diversas expresiones sociales y políticas presentes en el municipio (entre ellas Fensuagro-CUT, ASTRACAVA, la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo-MIA, Marcha Patriótica, Red de Derechos Humanos Francisco Isaías Cifuentes, resguardo indígena Kwet Wala, Pupsoc, etc.) el siguiente panfleto amenazante:

BLOQUE MILITAR VALLE DEL CAUCA
SENTENCIA DE MUERTE A LOS HIJUEPUTAS GUERRRILLEROS DE PRADERA Y FLORIDA. GUERRILLEROS HIJOS DE PUTA, AUXILIADORES, HABLAMIERDAS, MENTIROSOS PARIDOS POR EL CULO INDIOS Y CAMPESINOS QUE NO DEJAN TRABAJAR A LA GENTE DE BIEN CON SUS PAROS MARICONES QUE DAÑAN A LA SOCIEDAD LOS VAMOS A ACABAR A TIROS YA LOS TENEMOS IDENTIFICADOS

DECLARAMOS OBJETIVOS MILITARES: EL INVASOR DE TIERRAS JESUS HURTADO (NEGRO CHUCHO) DE ASTRACAVA, A LOS INDIOS DEL RESGUARDO DE PRADERA, A LOS INTEGRANTES DE LA TAL COORDINASION CAMPECINA DEL VALLE, A LOS GUERRILLEROS DE LA MARCHA PATROTICA, A LOS COMUNISTAS DE LA UP, A LAS ONGS DEFENSORAS DE LOS GUERRILLEROS, A LOS PROMOTORES DE LAS ZONAS DE RESERBA CAMPECINA, A LA TAL MESA MIA

SE LES ACABO EL DISCURSO COMUNISTA GUERRILLEROS HIJUEPUTAS

TIENEN LOS DÍAS CONTADOS FUERA DE UNA VEZ POR TODAS O SE VAN DE PRADERA Y DE FLORIDA O LOS ACABAMOS LIQUIDAMOS Y DESAPARECEMOS CON TODO Y SUS FAMILIAS

TIENEN 8 DIAS PARA LARGARSE QUE DESAPAREZCAN DE ESTA ZONA O SERAN DESCUARTIZADOS Y NO ABRA NI FOSAS COMUNES PARA USTEDES GUERRILLEROS

PRONTO SABRAN DE NOSOTROS PARA QUE ENTIENDAN QUE NOSOTROS NO ESTAMOS JUGANDO PERRAS COMUNISTAS

SERAN BIENVIENIDOS AL INFIERNO

LA GENTE DE BIEN NOS APOYA Y NOS LO VAN AGRADECER

COLOMBIA SIN COMUNISTAS, SIN UP, SIN MARCHAS PATRIOTICAS, SIN GUERRILLA, MUERTE A LOS CAMPESINOS Y A LOS INDIOS QUE NO DEJAN GOBERNAR

MUERTE A LOS INVASORES DE TIERRAS, MUERTE A LOS COMUNISTAS TERRORISTAS

COLOMBIA SIN GUERRILLA VIVA! VIVA! VIVA! [4]
Este panfleto, en el cual las amenazas se concentran directamente en la persona del dirigente campesino Jesús Hurtado, es una agresión clara en contra de este avance de la luchas populares, haciendo menciones directas e indirectas a la propuesta de Zona de Reserva Campesina, así como a las propuestas agrarias y populares articuladas en la MIA. Nos comenta Hurtado que estas amenazas no son nuevas. “En el caso mío, el 29 de agosto, cuando me dirigía hacia mi lugar de residencia después de una marcha pacífica de respaldo al paro agrario y popular en el parque de Pradera, me abordan tres tipos y me preguntan que cómo va el tal paro, y luego se quedan merodeando mi hogar. Cuando se instalan las mesas en la casa campesina de Pradera, yo salía de mi casa y me seguía gente, se me ponían dos tipos a la par y me acompañaban hasta que llegaba a la reunión, eso ocurrió tres veces. Por eso exigimos garantías”. Garantías que, hasta la fecha, no se concretan.

El caso de Hurtado no es único. Antiguos dirigentes corteros han sufrido en reiteradas ocasiones de amenazas, particularmente la dirigente de las mujeres corteras, Alfamir Castillo, quien además es una incansable luchadora por la justicia para su hijo Darbey Mosquera Castillo asesinado en el caso de los “falsos positivos” por el Batallón Contraguerrillas 57 y la VIII Brigada del Ejército Nacional (2008). Ella fue desplazada de Pradera en Mayo del 2013 debido a las constantes amenazas que han recibido tanto ella como su familia. Hoy este panfleto amenazante deja en claro que el conjunto del movimiento popular en Pradera está en la mira. Y no sólo ellos: el odio que refleja hacia indígenas y campesinos, odio generalizado e indiscriminado, demuestra que la política del despojo y el desplazamiento sigue tan vivo como en los peores días de las AUC.

Amenaza el paramilitarismo… ¿quién golpea?

Este es el contexto en el cual hay que partir analizando cualquier hecho que ocurre en Pradera. Una vez que se mira el conjunto de los hechos, nada es tan claro como en las declaraciones del ministro de defensa o el presidente. Cuando uno ve atentados como éste, uno debe preguntarse quién se beneficia de este ambiente de terror y zozobra, particularmente cuando el “golpe” ocurre en el corazón de la comunidad apenas a unos cuantos días de la aparición de esos panfletos amenazantes. El paramilitarismo está vivo y coleando en el municipio y con un atentado así podrían buscar un doble objetivo. Hacia la comunidad, lograrían generar terror, desconcierto, zozobra. Hacia el país, podrían buscar lanzar un mensaje en contra del proceso de paz. Sabido es que el proceso de negociaciones en curso entre gobierno e insurgencia tiene enemigos poderosos, que no necesitan agazaparse, y que históricamente han recurrido a la guerra sucia para imponer su voluntad a sangre y fuego. Mientras no haya pronunciamientos oficiales de la insurgencia ni evidencia sólida contra ellos, es una hipótesis bastante plausible que sea, en realidad, el paramilitarismo el que esté detrás de este hecho de sangre ocurrido en Pradera. No sería la primera vez: recordemos la seguidilla de auto-atentados montados por el ejército durante las campañas presidenciales de Uribe Vélez o el brutal atentado explosivo en Ituango, Antioquia, en el 2008, en el que todos los medios culparon a coro a las FARC-EP, cuando finalmente fue un acto paramilitar.

Explica el mismo Jesús Hurtado, quien ya tuvo que salir desplazado de Pradera, debido a la gravedad de las amenazas, que “después de todo ese acoso que he vivido, ahora aparece ese panfleto y luego se hace esa bomba, como usted verá, la situación en Pradera y en el Valle es bien precaria”.

Yo hago parte de la mesa de negociación de la MIA a nivel municipal, departamental y nacional”, nos explica Hurtado. “En Pradera hemos planteado que debe haber las garantías para los dirigentes en reiteradas ocasiones… hemos planteado a la mesa de negociación y al alcalde que el personero municipal estuviera presente en las reuniones y nunca llegó. Los dirigentes del proceso de unidad popular, de Astracava, buscamos garantías para decir lo que uno piensa, y en La Habana vea que están discutiendo esas cosas y acá en Pradera eso no se ve”.

En realidad no se ve ni en Pradera ni en ninguna otra parte del territorio colombiano. Mientras más bonito habla el régimen de garantías políticas, pluralismo, democracia y otras cosas por el estilo, más insoportable se hace la realidad de la represión en el terreno. Represión que a veces opera de manera selectiva y otras, generalizando el terror entre la población. De ahí la importancia de cuestionar todo lo que se nos dice en los grandes titulares: ese es el primer paso para resistir al terror.

NOTAS:

[1] http://www.semana.com/nacion/articulo/atentado-en-prade...003-3
[2] Ver dos artículos redactados en ese contexto http://www.anarkismo.net/article/10668 y la entrevista http://www.anarkismo.net/article/12844
[3] http://www.anarkismo.net/article/17505
[4] Se puede consultar el panfleto íntegro en la denuncia emitida por la Red de DDHH “Francisco Isaías Cifuentes”. http://www.reddhfic.org/index.php?option=com_content&vi...d=223 También se puede consultar el pronunciamiento de la comunidad indígena de Pradera http://justiciaypazcolombia.com/Amenazas-de-paramilitares-a

José Antonio Gutiérrez D. es militante libertario residente en Irlanda, donde participa en los movimientos de solidaridad con América Latina y Colombia, colaborador de la revista CEPA (Colombia) y El Ciudadano (Chile), así como del sitio web internacional www.anarkismo.net. Autor de "Problemas e Possibilidades do Anarquismo" (en portugués, Faisca ed., 2011) y coordinador del libro "Orígenes Libertarios del Primero de Mayo en América Latina" (Quimantú ed. 2010).

 
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

La verdad sobre el arsenal nuclear secreto de Israel



ICH/The Guardian

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

En lo profundo de las arenas del desierto, un asediado Estado en Medio Oriente ha construido una bomba nuclear secreta, utilizando tecnología y materiales suministrados por potencias amigas o robados por una red clandestina de agentes. Es el material de novelas baratas de suspenso y el tipo de narrativa usado a menudo para caracterizar los peores temores sobre el programa nuclear iraní. En realidad, sin embargo, ni los servicios de inteligencia estadounidenses ni británicos creen que Teherán haya decidido construir una bomba, y los proyectos atómicos de Irán se encuentran bajo constante monitoreo internacional.
La exótica historia de la bomba oculta en el desierto, sin embargo, es verdadera. Solo se aplica a otro país. Mediante un extraordinario conjunto de subterfugios, Israel logró juntar todo un arsenal nuclear subterráneo –estimado ahora en 80 ojivas, a la par con India y Pakistán– e incluso probó una bomba hace casi medio siglo, con un mínimo de protesta internacional o incluso mucha percepción pública de lo que estaba haciendo.
A pesar del hecho de que el programa nuclear de Israel ha sido un secreto a voces desde que un técnico descontento, Mordechai Vanunu, lo delató en 1986, la posición oficial de Israel sigue siendo ni confirmar ni negar su existencia.
Cuando el ex presidente de la Knéset [parlamento israelí], Avraham Burg, terminó con el tabú el mes pasado, declarando la posesión israelí de armas nucleares y químicas y describiendo la política oficial de reserva absoluta como “obsoleta e infantil”, un grupo derechista pidió formalmente una investigación policial por traición.
Mientras tanto, gobiernos occidentales han seguido el juego con la política de “opacidad” al evitar toda mención del tema. En 2009, cuando una veterana periodista en Washington, Helen Thomas, preguntó a Barack Obama en el primer mes de su presidencia si sabía algo de algún país en Medio Oriente con armas nucleares, éste esquivó el tema diciendo solo que no quería “especular”.
Los gobiernos del Reino Unido han actuado generalmente de la misma manera. Preguntada en la Cámara de los Lores en noviembre sobre armas nucleares israelíes, la baronesa Warsi se fue por la tangente. “Israel no ha declarado un programa de armas nucleares. Tenemos discusiones regulares con el gobierno de Israel sobre una serie de temas en relacionados con el problema nuclear”, dijo la ministro. “El gobierno de Israel no tiene dudas sobre nuestros puntos de vista. Alentamos a Israel a convertirse en un Estado parte del Tratado de No Proliferación Nuclear [TNP].”
Pero a través de las grietas en este muro de piedra, siguen emergiendo más y más detalles sobre cómo Israel construyó sus armas nucleares con componentes contrabandeados y tecnología robada.
La historia sirve como contrapunto histórica a la actual prolongada lucha respecto a las ambiciones nucleares de Irán. Los paralelos no son exactos – Israel, a diferencia de Irán, nunca firmó el TNP de 1968, de modo que no podría violarlo. Pero es casi seguro que violó un tratado que prohíbe ensayos nucleares, así como innumerables leyes nacionales e internacionales que restringen el tráfico en materiales y tecnología nucleares.
La lista de naciones que vendieron en secreto a Israel el material y la experticia para hacer ojivas nucleares, o que hicieron la vista gorda ante su robo, incluyen más acérrimos enemigos de la proliferación: EE.UU., Francia, Alemania, Gran Bretaña e incluso Noruega.
Mientras tanto, agentes israelíes encargados de comprar material fisible y tecnología avanzada llegaron a formar parte de algunos de los establecimientos industriales más impenetrables del mundo. Este atrevido y notablemente exitoso grupo de espías, conocido como Lakam, el acrónimo hebreo para el Buró de Relación Científica de resonancia inocua, incluía a personajes tan pintorescos como Arnon Milchan, el multimillonario productor de Hollywood de éxitos como Pretty Lady, LA Confidential, y 12 Years a Slave, quien terminó por admitir su rol el mes pasado.
“¿Sabéis lo que significa ser un muchacho de veintitantos años [y] su país lo deja ser James Bond? ¡Caray! ¡La acción! Fue excitante”, dijo en un documental israelí.
La historia de la vida de Milchan es pintoresca, y es bastante improbable que sirva de tema de uno de los éxitos que financia. En el documental, Robert de Niro recuerda haber discutido el papel de Milchan en la compra ilícita de disparadores para ojivas nucleares. “En algún momento le pregunté algo al respecto, al ser amigos, pero no de un modo acusador. Solo quería saber,” dice de Niro. “Y me dijo: sí, lo hice. Israel es mi país.”
Milchan no se muestra tímido respecto al uso de conexiones en Hollywood para apoyar su tenebrosa segunda carrera. En un determinado momento, admite en el documental, utilizó el señuelo de una visita a la casa del actor Richard Dreyfuss para lograr que un importante científico nuclear estadounidense, Arthur Biehl, se uniera al consejo de una de sus compañías.
Según la biografía de Milchan, de los periodistas israelíes Meir Doron y Joseph Gelman, fue reclutado en 1965 por el actual presidente de Israel, Shimon Peres, a quien encontró en un club nocturno de Tel Aviv (llamado Mandy’s, bautizado por la anfitriona y esposa del dueño, Mandy Rice-Davies, célebre por su papel en el escándalo sexual Profumo). Milchan, quien entonces dirigía la compañía familiar de fertilizantes, nunca se arrepintió, jugando un rol central en el programa clandestino de adquisición de Israel.
Fue responsable de conseguir tecnología vital de enriquecimiento de uranio, fotografiar planos de centrífugas “abandonados” temporalmente en su cocina por un ejecutivo alemán sobornado para hacerlo. Los mismos planos, pertenecientes al consorcio de enriquecimiento de uranio europeo Urenco, fueron robados por segunda vez por un empleado paquistaní, Abdul Qadeer Khan, quien los utilizó para fundar el programa de enriquecimiento de uranio de su país y establecer un negocio global de contrabando nuclear, vendiendo el diseño a Libia, Corea del Norte e Irán.
Por ese motivo, las centrífugas de Israel son casi idénticas a las de Irán, una convergencia que permitió que los israelíes probaran un gusano informático, conocido como Stuxnet, en sus propias centrífugas antes de introducirlo en Irán en 2010.
Posiblemente las hazañas de Lakam fueron aún más arriesgadas que las de Khan. En 1968, organizó la desaparición de todo un carguero lleno de mineral de uranio en medio del Mediterráneo. En lo que llegó a ser conocido como el affaire Plumbat, los israelíes usaron una red de compañías de fachada para comprar un envío de óxido de uranio, conocido como “torta amarilla” o urania, en Amberes. La torta amarilla estaba oculta en tambores con la etiqueta “plumbat”, un derivado del plomo, y fue cargada en un barco de carga alquilado por una supuesta compañía liberiana. La venta fue camuflada como una transacción entre compañías alemanas e italianas con ayuda de funcionarios alemanes, según se dice a cambio de una oferta israelí de ayudar a los alemanes con tecnología de centrífugas.
Cuando el barco, el Scheersberg A, atracó en Rotterdam, toda la tripulación fue despedida usando el pretexto de que la nave había sido vendida y una tripulación israelí tomó su lugar. El barco partió hacia el Mediterráneo donde, bajo guardia naval israelí, la carga fue transferida a otra nave.
Documentos estadounidenses y británicos desclasificados el año pasado revelaron también una compra israelí previamente desconocida de unas 100 toneladas de torta amarilla de Argentina en 1963 o 1964, sin las salvaguardias típicamente utilizadas en transacciones nucleares para impedir que el material sea utilizado en armas.
Israel tuvo pocos escrúpulos al proliferar know-how y materiales para armas nucleares, y ayudó al régimen del apartheid en África del Sur en el desarrollo de su propia bomba en los años setenta a cambio de 600 toneladas de torta amarilla.
El reactor nuclear de Israel también necesitaba óxido de deuterio, también conocido como agua pesada, para moderar la reacción físil. Para ello, Israel, se volvió hacia Noruega y Gran Bretaña. En 1959, Israel logró comprar 20 toneladas de agua pesada que Noruega había vendido al Reino Unido pero que era excedente respecto a los requerimientos para el programa nuclear británico. Ambos gobiernos sospechaban que el material sería utilizado para hacer armas, pero decidieron hacer la vista gorda. En documentos vistos por la BBC en 2005 funcionarios británicos argumentaron que sería “exceso de celo” imponer salvaguardias. Por su parte, Noruega realizó solo una visita de inspección, en 1961.
El proyecto de armas nucleares de Israel nunca hubiera podido empezar a funcionar, sin embargo, sin una enorme contribución de Francia. El país que adoptó la línea más dura en la contraproliferación cuando se trató de Irán ayudó a crear los fundamentos del programa de armas nucleares de Israel, impulsado por un sentimiento de culpa por haber dejado plantado a Israel en el conflicto de Suez de 1956, simpatía de científicos franceses-judíos, intercambio de inteligencia sobre Argelia y un impulso por vender experticia francesa en el extranjero.
“Había una tendencia a tratar de exportar y un sentimiento general de apoyo a Israel”, dijo a Avner Cohen, historiador nuclear israelí-estadounidense, Andre Finkelstein, ex vicecomisionado del Comisariado de Energía Atómica de Francia y vicedirector general del Organismo Internacional de Energía Atómica.
El primer reactor de Francia ya fue puesto en marcha en 1948 pero la decisión de producir armas nucleares parece haber sido tomada en 1954, después que Pierre Mendès France hizo su primer viaje a Washington como presidente del consejo de ministros de la caótica Cuarta República. En camino a casa dijo a un asistente: “Es exactamente como una reunión de gángsteres. Cada cual coloca su pistola sobre la mesa, si no tienes una pistola no eres nadie. Por lo tanto debemos tener un programa nuclear.”
Mendès France dio la orden de comenzar a producir bombas en diciembre de 1954. Y al construir su arsenal, París vendió ayuda material a otros Estados aspirantes a tener armas, no solo Israel.
“Esto continuó durante muchos, muchos años hasta que hicimos algunas exportaciones estúpidas, incluyendo a Iraq y la planta de reprocesamiento en Pakistán, lo que fue una locura”, recordó Finkelstein en una entrevista que ahora puede ser leída en una colección de documentos de Cohen en el think-tank Wilson Centre en Washington. “Hemos sido el país más irresponsable en la no proliferación”.
En Dimona, llegaron en masa ingenieros franceses para ayudar a construir un reactor nuclear para Israel y una planta mucho más secreta de reprocesamiento capaz de separar plutonio de combustible de reactor gastado. Esta fue la verdadera revelación involuntaria de que el programa nuclear de Israel apuntaba a producir armas.
A fines de los años cincuenta, había 2.500 ciudadanos franceses viviendo en Dimona, transformándola de ser una aldea a una ciudad cosmopolita, completa con liceos franceses y calles llenas de Renaults, y a pesar de ello todo el proyecto fue realizado bajo un denso velo de secreto. El periodista investigativo estadounidense Seymour Hersh escribió en su libro The Samson Option: “A los trabajadores franceses en Dimona se les prohibía escribir directamente a parientes y amigos en Francia y otros sitios, pero enviaban su correo a una falsa casilla de correo en Latinoamérica”.
Los británicos fueron mantenidos fuera de la operación, y se les dijo en diferentes ocasiones que la inmensa construcción era un instituto de investigación en tierra no cultivada y una planta de procesamiento de manganeso. Los estadounidenses, tampoco fueron informados por Israel y Francia, e hicieron volar aviones espía U2 sobre Dimona en un intento de descubrir lo que estaban haciendo.
Los israelíes admitieron que tenían un reactor pero insistieron que era para fines enteramente pacíficos. El combustible gastado era enviado a Francia, para ser reprocesado, afirmaron, e incluso suministraron grabaciones filmadas de su carga en cargueros franceses. Durante todos los años sesenta negaron directamente la existencia de la planta subterránea de reprocesamiento en Dimona que producía plutonio para bombas.
Israel se negó a autorizar visitas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), de modo que a principios de los años sesenta, el presidente Kennedy exigió que aceptara inspectores estadounidenses. Físicos estadounidenses fueron enviados a Dimona pero fueron llevados de paseo desde el principio. Las visitas nunca tuvieron lugar dos veces por año como había sido acordado con Kennedy y fueron objeto de repetidas postergaciones. No se permitió que los físicos estadounidenses enviados a Dimona llevaran su propio equipo o recolectaran muestras. El principal inspector estadounidense, Floyd Culler, experto en la extracción de plutonio, señaló en sus informes que en uno de los edificios había murallas recién enmasilladas y pintadas. Resultó que antes de cada visita estadounidenses, los israelíes habían construido murallas falsas alrededor de una serie de ascensores que descendían seis pisos hasta la planta subterránea de reprocesamiento.
A medida que emergía más y más evidencia del programa de armas de Israel, el papel de EE.UU. progresó de crédulo involuntario a cómplice renuente. En 1968, el director de la CIA Richard Helms dijo al presidente Johnson que Israel había ciertamente logrado producir armas nucleares y que su fuerza aérea había realizado vuelos para practicar su lanzamiento.
La oportunidad no podía haber sido peor. El TNP, previsto para impedir que demasiados genios nucleares escaparan de sus botellas, acababa de ser redactado y si surgía la noticia de que uno de los supuestos Estados sin armas nucleares, había hecho su propia bomba en secreto, se convertiría en letra muerta que muchos países, especialmente Estados árabes, se negarían a firmar.
La Casa Blanca de Johnson decidió no decir nada, y la decisión fue formalizada en una reunión en 1969 entre Richard Nixon y Golda Meir, en la cual el presidente de EE.UU. aceptó no presionar a Israel para que firmara el TNP, mientras la primer ministro de Israel aceptó que su país no sería el primero en “introducir” armas nucleares en Medio Oriente y que no haría nada para que su existencia fuera conocida públicamente.
De hecho, la participación de EE.UU. fue más lejos que el simple silencio. En una reunión en 1976 que recién llegó a conocimiento público recientemente, el director adjunto de la CIA, Carl Duckett, informó a una docena de funcionarios de la Comisión Regulatoria Nuclear de EE.UU. que la agencia sospechaba que parte del combustible fisible en las bombas de Israel era uranio de grado de armas robado bajo la nariz de EE.UU. de una planta de procesamiento en Pensilvania.
No solo faltaba una cantidad alarmante cantidad de material fisible en la compañía, Nuclear Materials and Equipment Corporation (Numec), pero había sido visitada por un verdadero grupo de eminencias de la inteligencia israelí, incluyendo a Rafal Eitan, descrito por la firma como un “químico” del ministerio de defensa israelí, que era, de hecho, un alto agente del Mossad que posteriormente dirigió Lakam.
“Fue un choque. Todos se quedaron con la boca abierta”, recuerda Victor Gilinsky, quien fue uno de los funcionarios nucleares estadounidenses informados por Duckett. “Fue uno de los casos más evidentes de material nuclear desviado, pero las consecuencias parecieron tan terribles a los involucrados y para EE.UU. que nadie quería realmente establecer lo que estaba sucediendo”.
La investigación fue archivada y no se acusó a nadie.
Unos pocos años después, el 22 de septiembre de 1979, un satélite de EE.UU., Vela 6911, detectó el doble destello típico de un test de arma nuclear frente a la costa de África del Sur. Leonard Weiss, matemático y experto en proliferación nuclear, estaba trabajando como asesor del Senado y después de ser informado sobre el incidente por agencias de inteligencia de EE.UU. y los laboratorios de armas nucleares del país, se convenció de que un ensayo nuclear había tenido lugar, en contravención del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares.
Solo después que el gobierno de Carter y después el de Reagan intentaron silenciar el incidente y de blanquearlo con un panel de investigación poco convincente, se le ocurrió a Weiss que fueron los israelíes, en lugar de los sudafricanos, los que habían realizado la detonación.
“Se me dijo que crearía un problema muy serio de política exterior para EE.UU., si decía que fue un ensayo. Alguien había revelado algo que EE.UU. no quería que nadie supiera”, dice Weiss.
Fuentes israelíes dijeron a Hersh que el destello registrado por el satélite Vela fue en realidad el tercero de una serie de ensayos nucleares en el Océano Índico que Israel realizó en cooperación con África del Sur.
“Fue un lío”, le dijo una fuente. “Hubo una tormenta y pensamos que bloquearía Vela, pero hubo una brecha en el tiempo –una ventana– y Vela fue cegado por el destello”.
La política de silencio de EE.UU. continúa hasta la fecha, a pesar de que Israel parece seguir comerciando en el mercado negro nuclear, aunque a volúmenes muy reducidos. En un documento sobre el comercio ilegal en material y tecnología nuclear publicado en octubre, el Institute for Science and International Security (ISIS) basado en Washington señaló: “Bajo presión de EE.UU. en los años ochenta y principios de los noventa, Israel… decidió detener en gran parte su obtención ilícita para su programa de armas nucleares. Hoy en día, existe evidencia de que Israel puede seguir haciendo adquisiciones ilícitas – operaciones policiales estadounidenses y casos legales lo prueban.”
Avner Cohen, autor de dos libros sobre la bomba de Israel, señaló que una política de opacidad en Israel y Washington es mantenida ahora sobre todo por inercia. “En el ámbito político, nadie quiere encarar el caso por temor a abrir una caja de Pandora. De muchas maneras se ha convertido en un lastre para EE.UU., pero la gente en Washington, llegando hasta Obama, no lo tocan por el temor de que podría comprometer la base misma del entendimiento Israel-EE.UU.”
En el mundo árabe y más allá, hay creciente impaciencia con el sesgado status quo. Egipto en particular ha amenazado con retirarse del TNP a menos que haya progreso hacia la creación de una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente. Las potencias occidentales prometieron realizar una conferencia sobre la propuesta en 2012, pero fue cancelada, en gran parte a pedido de EE.UU., para reducir la presión por la participación de Israel y la declaración de su arsenal nuclear.
“De alguna manera el kabuki continúa”, dice Weiss. “Si se admite que Israel tiene armas nucleares por lo menos se puede tener una discusión honesta. Me parece muy difícil que se tenga una solución del tema de Irán, sin ser honesto al respecto.”
Julian Borger es editor diplomático del Guardian. Previamente fue corresponsal en EE.UU., Medio Oriente, Europa Oriental, y los Balcanes.
© 2014 Guardian News and Media Limited.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article37380.htm

viernes, 17 de enero de 2014

EE.UU. en Michoacán: palabras de injerencia



Editorial de La Jornada


De acuerdo con información difundida ayer por la agencia de noticias Dpa, una alta funcionaria del Departamento de Estado de Estados Unidos afirmó que es extremadamente preocupante la violencia y la pérdida de gobernabilidad que se vive en Michoacán; caracterizó la circunstancia que atraviesa esa entidad como escenario de comunidades que ya están bajo presión por las organizaciones narcotraficantes y criminales, y ahora se hallan en medio de una batalla entre aquellos que afirman que protegen a esas comunidades y las que las usan en su propio interés; también dijo que los ciudadanos afectados no reciben el apoyo que necesitan del gobierno central o local. Por añadidura, la funcionaria aseguró que Estados Unidos está listo para proporcionar asistencia al gobierno mexicano en las labores de seguridad emprendidas hace unos días por fuerzas federales en la entidad.

Sin desconocer la gravedad de los hechos que ocurren en territorio michoacano y el carácter preocupante que revisten para la gobernabilidad de la región y del país, los señalamientos de la funcionaria resultan inoportunos e improcedentes en la medida en que la situación descrita por ella es un asunto interno de México, cuya solución compete exclusivamente a los mexicanos. No hay razón para que una autoridad extranjera aborde el tema ni emita opiniones en ningún sentido en torno al asunto.

Por lo demás, el planteamiento de una eventual asistencia del gobierno estadunidense en el conflicto michoacano es preocupante, a la luz del precedente inmediato de una colaboración entre los gobiernos de Estados Unidos y México que resultó en una supeditación del segundo al primero y en la adopción, por las autoridades del país vecino, de funciones de seguridad que corresponden exclusivamente a las nacionales.

Así sucedió, en efecto, durante el sexenio de Felipe Calderón, en el contexto de la Iniciativa Mérida: la inaceptable cesión de soberanía protagonizada por la pasada administración con el pretexto de la guerra contra el narcotráfico derivó en una dependencia casi total respecto de Washington en materia de seguridad, inteligencia y política exterior, sin que ello se haya traducido en la reducción de los niveles de violencia delictiva en nuestro país, como demuestran los enfrentamientos entre presuntos narcotraficantes y grupos de autodefensa en Michoacán. Por el contrario, el involucramiento de Estados Unidos en los ámbitos mencionados dejó como saldo multiplicación de la violencia y pérdida creciente de paz social y gobernabilidad, y de paso exhibió a Washington como aliado poco confiable e inescrupuloso, capaz de proveer de recursos bélicos a las organizaciones delictivas a las que supuestamente ayudaba a combatir, como sucedió con los operativos Rápido y furioso y Receptor abierto.

La emergencia de inseguridad e ingobernabilidad que se vive en Michoacán es una problemática que requiere la recuperación del control territorial por el Estado y el restablecimiento de la legalidad en los puntos donde ha sido anulada. Un primer paso es que las autoridades federales eviten repetir los errores que cometieron sus antecesores en el cargo, empezando por tolerar y alentar el intervencionismo de Washington, por norma disfrazado de asistencia militar y policial, que empieza por lo regular en forma de declaraciones como la emitida ayer por una fuente anónima del Departamento de Estado.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2014/01/16/opinion/002a1edi

La desigualdad destruye la cohesión social





La desigualdad socioeconómica se ha agravado con la crisis económica y las políticas de austeridad dominantes. Se han ampliado las brechas sociales en el conjunto de las sociedades desarrolladas y, particularmente, en los países europeos periféricos, como España. Aumentan la pobreza y la exclusión social, así como las distancias entre individuos ricos y pobres. En el ámbito mundial la polarización de la riqueza es cada vez mayor. Esta dinámica está destruyendo la cohesión social. Los sistemas políticos europeos pierden calidad democrática, disminuye la legitimidad de las élites gobernantes, se abren profundas brechas entre el Norte y el Sur y se cuestiona el proyecto común europeo.

Aquí, vamos a mostrar algunos datos sobre el incremento de la desigualdad socioeconómica, principalmente, en España, junto con algunas comparaciones con otros países. El principal indicador (con varias fuentes oficiales no homogéneas), que considera toda la estructura social, es el Índice Gini (entre el 0 -máxima igualdad- y el 1 -máxima desigualdad-; o bien, transformado en coeficiente -entre 0 y 100-). Lo completaremos con otros dos indicadores de Eurostat: la relación entre los ingresos del 20% superior y los del 20% inferior, y la evolución de la tasa de riesgo de pobreza.

El gráfico 1 señala el importante crecimiento de la desigualdad en España en los últimos años de crisis. El incremento entre el 31,3, del año 2007, y el 34, del año 2011, es casi del 10%, y la distancia con la media de la UE-15 se amplía. Por otro lado, el gran crecimiento económico de los años previos no se utilizó para mejorar el nivel de igualdad que se mantuvo similar desde principios de la década. Crecimiento no es sinónimo de igualdad y, en este caso, crisis económica y austeridad sí que produce desigualdad.

Gráfico 1. Coeficiente Gini



Fuente: Eurostat (2014).

Con los últimos datos disponibles de la ONU (algunos dispares con los de la OCDE y el Banco Mundial), podemos clasificar distintos países significativos del mundo, en cuatro segmentos por nivel de desigualdad:
Países menos desiguales (coeficiente Gini de 22,6 a 25,4): Noruega 22,6; Eslovenia 23,7; Suecia 24,4; R. Checa, 24,9; Países Bajos, 25,4.

Países con baja desigualdad, en torno a la media de la eurozona (30,5) y la UE-27 (30,7) (entre 28 y 35): Dinamarca, 28,1; Alemania, 28,3; Francia, 30,5; Italia, 31,9, Reino Unido, 33,0; España, 34,0 (el número 51 de 160 países); Grecia, 34,3; Portugal, 34,5; Otros países del Este y musulmanes con menos desigualdad que España son: Ucrania, 26,4; Pakistán, 30,0; Egipto, 30,8; Polonia, 30,9; Croacia, 31.

Países con alta desigualdad (entre 36 y 56): India, 36,8; Japón, 37,6; Cuba, 38,0; Venezuela, 39,0; Rusia, 40,1; Turquía, 44,8; EEUU, 46,9; México, 47,6; Brasil, 54,7; Bolivia, 56,3.

Países más desiguales (por encima de 60): China, 61,0; Global Mundo, 63,0; Sudáfrica, 63,1; Namibia, 63,9. Los países menos desiguales del mundo están en Europa, en particular los de tradición socialdemócrata, seguidos por los continentales centroeuropeos.
Pero también el grueso de la UE, comparando con el resto del mundo y la media global, está en el segundo bloque de baja desigualdad, incluido los anglosajones, los mediterráneos y algunos del Este. Tiene sentido hablar del modelo ‘social’ europeo, asociado a una menor desigualdad económica con grandes franjas intermedias y un Estado de bienestar, con amplios servicios públicos e importante protección social pública, todo ello dejando al margen los condicionamientos y ventajas históricas en su construcción y su desarrollo económico. Cabe mencionar también, en este bloque, tres países significativos, de Asia (Pakistán), norte de África (Egipto) y Europa del Este (Ucrania); los dos últimos con importantes revueltas sociales democratizadoras en un contexto de bloqueo económico y autoritarismo político-institucional.

En el tercer bloque, con alta desigualdad, aparece EE.UU., la principal potencia mundial. Según la ONU (que no coincide con el Banco Mundial), la evolución de su desigualdad ha sido la siguiente: en el año 1929, el coeficiente de Gini era de 45,0; en 1969 había bajado al 36,1; para 1989 este coeficiente se había elevado a 44,5, y en 2009, al 46,9. Según estos datos, en la década de los ochenta, se habría producido un fuerte aumento de la desigualdad y, en estos años de crisis, se estaría generando otro fuerte impacto regresivo. Se puede completar esta visión con el coeficiente de Gini referido al patrimonio que todavía da una relación más desigual y que ha ido en aumento: año 1983, 80,0; año 1989, 83,2; año 2007, 83,4; año 2009, 86,5.

Otro país significativo es Brasil, con una alta desigualdad (54,7), pero que ha bajado ligeramente (un 10%) desde el año 1998 (60,7). Aquí se puede decir que su gobierno de izquierdas, de más de una década, se deja notar algo en este aspecto, sin que por ello sirva de suficiente contención a las amplias demandas populares de mejores servicios públicos.

Un país particular es Cuba. Su evolución ha sido la siguiente. En el año 1986 tenía un mínimo de desigualdad, con un coeficiente de 22,0; subió a un máximo de 55 en 1995, y fue bajando al 40,7 en 1999 para descender al dato último de 38,0, en 2002. Dentro de los países más desiguales del mundo (la mayoría africanos y algunos latinoamericanos), hay que mencionar a Sudáfrica (63,1). A pesar de la desaparición del apartheid y el impulso antirracista de N. Mandela y su partido gobernante, el Congreso Nacional africano, esa realidad de gran desigualdad social expresa los límites de los cambios de la estructura económica y la persistencia de una minoría oligárquica (blanca con pequeños añadidos de color) junto con una mayoría (negra) pobre que permanece.

Un caso especial es China, con un gran incremento de la desigualdad social: el coeficiente Gini, ha ascendido fuertemente desde 1999 (39,2), pasando por 2004 (46,5), hasta el año 2009 (61,0); su aumento en esa década es de un 50%. Supone que aunque su gran crecimiento económico ha permitido una mejora sustancial del nivel de vida medio, incluido las amplias capas populares rurales, se han incrementado las distancias entre las capas dominantes (unos pocos millones de la élite económica e institucional), las llamadas clases medias (urbanas), que según diversas fuentes alcanzan los trescientos millones de personas y se están consolidando, y la mayoría de la población (más de mil millones) cuyo progreso es menor, y perciben las grandes desigualdades y el aumento de las distancias de los sectores acomodados y las élites.

Gráfico 2: Ratio s80/s20 (Relación entre la renta del 20% superior y la del 20% inferior)



Fuente: Eurostat (2014)

El gráfico 2 expone la evolución de la relación entre las rentas del 20% superior o más rico de la población y las del 20% inferior o más pobre. Al comparar los datos de España y la UE-15 (los países iniciales, más desarrollados, aunque también están incluidos Portugal y Grecia) y la UE-27 (el conjunto), vemos que la distancia es significativa, en torno a un 10% más, durante toda la década hasta el año 2008 (5,4). Pero en los últimos años, con la crisis, el desempleo y la debilidad de la protección social, en España se produce un incremento sustancial de la desigualdad, llegando a una relación de 7,2 puntos en el año 2012 (con los últimos datos disponibles y provisionales). Esos cuatro años suponen un incremento de un tercio en las distancias de los ingresos entre esos dos segmentos extremos, el porcentaje mayor en la UE, y nos sitúa en una distancia entre esos segmentos un 28% superior a la media europea.

Esta desigualdad es incluso superior a la de Grecia que la ha incrementado un 10% (de 6 puntos en el año 2007 a 6,6 en 2012), o Italia con un ligero aumento del 5% (de 5,3 a 5,5 puntos); y considerando que otros países han reducido esa diferencia de ingresos, como Portugal (de 6,5 a 5,8 puntos) y Alemania (de 4,9 a 4,3 puntos). Podemos añadir que el 20% más rico en España acapara el 44% de las rentas, y el 80% restante se reparte el 56%; es decir, los ingresos del sector más pudiente son el triple de la media del resto de la sociedad.

Como se puede comprobar en el gráfico 3, Eurostat ha incorporado un nuevo indicador (tasa) por debajo del cual se sitúa la población en riesgo de la pobreza y exclusión, que es el utilizado aquí; no mide solo la ‘pobreza monetaria’, habitual en las estadísticas sobre pobreza y que ronda en torno al 21%, sino que incorpora también otras condiciones de vida, como la vivienda.

Gráfico 3: Evolución de la tasa de riesgo de pobreza en España



Fuente: Eurostat-AROPE (Estrategia 2020) (2014).

El porcentaje de la población total en riesgo de pobreza había disminuido ligeramente desde el año 2004 (24,4%) al 2008 (22,9%). Pero se incrementa fuertemente (cuatro puntos, el 17%) en estos cuatro años, hasta llegar al 27% en 2011 y al 26,9% (provisional), en 2012. Así, por debajo de ese umbral se sitúa más de una cuarta parte (26,8%) de la población española, o sea, casi doce millones de personas. Paradójicamente, la parte de los habitantes que resiste más este retroceso es la de 65 y más años, ya que sus pensiones de jubilación (no las de viudedad) son mayoritariamente bajas pero están ligeramente por encima de ese umbral (aunque van a sufrir los recortes de las reformas de pensiones aprobadas, e hijos y nietos empiezan a depender de esos ingresos). Al mismo tiempo, en la población adulta se incrementa la pobreza al aumentar el desempleo, y su tasa de pobreza corre pareja con la de la media. Es especialmente significativo el aumento del porcentaje de pobreza, en más de seis puntos (del 21,9% al 28,2%), entre la población menor de 16 años, gran parte en unidades monoparentales (mujeres en desempleo o inactivas), y que presenta un panorama muy difícil para una parte significativa de nuestra infancia.

En definitiva, se está produciendo un incremento de la desigualdad, que afecta a la cohesión de las sociedades europeas, particularmente de los países periféricos. Tiene implicaciones para la calidad democrática de sus sistemas políticos y las relaciones internacionales. Es una situación reconocida por personalidades como Obama para el que La desigualdad es el desafío que caracteriza a nuestra era. Pero también es una realidad percibida por la mayoría de las sociedades europeas. Según un reciente sondeo sobre desigualdad (ver diario El País, 6 de enero de 2014), en España, el 90% de la población opina que la brecha entre ricos y pobres ha crecido, el 89% que la actual situación económica favorece a los ricos y el 75% que la brecha entre ricos y pobres es un gran problema (los porcentajes respectivos para otros países significativos son: Grecia, 88%, 95% y 84%; Italia, 88%, 86% y 75%, y Alemania, 88%, 72% y 51%).

La mayoría de la sociedad, desde una cultura cívica de justica social, manifiesta su desacuerdo respecto a la estrategia liberal-conservadora de austeridad, que sufre un fuerte proceso de deslegitimación social. La pugna en Europa por acabar con los recortes sociales y laborales y promover la igualdad, una gestión política democrática y una salida justa de la crisis, con el horizonte de una democracia social avanzada, se convierte en un desafío para todas las fuerzas progresistas.

Antonio Antón. Profesor honorario de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Crisis global: la hora del internacionalismo



Revista Pueblos


Ante el depredador desmantelamiento de los derechos sociales y la imposición de una lógica individualista de sálvese quien pueda que ha irrumpido hasta en el ámbito de la “solidaridad”, parece más imprescindible que nunca que los colectivos y personas que vienen luchando por el bien común se re-articulen. En este proceso, será necesario tomar decisiones: nos dejamos engullir por el sistema del más fuerte o nos situamos de nuevo junto a las luchas sociales, retomando los principios de la solidaridad internacionalista que parecen haberse perdido en el camino del desarrollo. Dicen que son malos tiempos para la solidaridad internacional; que en épocas de crisis hay que preocuparse primero por “lo nuestro”. Lo dicen los gobiernos, los medios de comunicación e incluso parte de nuestra gente más cercana. Pero… ¿qué es “lo nuestro”? La era de la cantidad de información es también la de la desarticulación sistemática del pensamiento, la ética y las resistencias. Este es el mundo en que vivimos
Nos hemos acostumbrado a que un uno por ciento de la población acumule más del 40 por ciento de la riqueza, a que a consecuencia del hambre mueran más de 37.000 personas cada día, a que aumente día a día lo que se ha de nominado la humanidad excedente, a que el 20 por ciento de los seres humanos (incluido nuestro deprimido país) consuma el 80 por ciento de los bienes naturales y se especule con ellos en la Bolsa mientras se agotan progresivamente. El mercantilismo coloniza los lugares hasta ahora más inexplorados, desde el Yasuní o el Ártico, hasta nuestras más íntimas conversaciones.
Este verano en Oriente Medio han sonado nuevos tambores de guerra. EEUU sigue su hoja de ruta para controlar todos los puntos estratégicos del petróleo y juega a la Guerra Fría con Rusia.
China mantiene un discreto segundo plano mientras intenta calmar su sed en otras regiones: el Gobierno ecuatoriano anuncia la decisión de explotar los yacimientos de la reserva amazónica del Yasuní: desenterrar el petróleo y enterrar la propuesta más emblemática de responsabilidad socio-ambiental de la última década.
El primer ministro del Japón olímpico cree necesario “educar” a su población sobre la necesidad de retomar la energía atómica cuando aún están tratando, en vano, de detener la debacle radioactiva de Fukushima y los sondeos muestran más de un 70 por ciento de rechazo. Aunque la comunidad científica confirma las peores hipótesis sobre la celeridad e irreversibilidad del cambio climático, la Unión Europea se plantea supeditar “la sostenibilidad a la competitividad”. En el Reino Unido David Cameron pide más apoyo público para desarrollar la técnica de la fractura hidráulica para extraer gas: es la única solución, dice, para reducir la factura energética. En el Estado español el Gobierno ha otorgado a las compañías eléctricas la patente del Sol: si queremos captar su energía, habrá que pagar una tasa o hacer frente a multas millonarias.
La malnutrición infantil se cuela como invitada impertinente en la agenda política de nuestro país. Casi un tercio de la población está en situación de precariedad y el FMI nos recomienda que se rebajen los sueldos en un diez por ciento. Objetivo: convertirnos en el low cost laboral de Europa. A pesar de eso, oleadas de personas en pateras cruzan el estrecho de Gibraltar arriesgando la vida, tratando de llegar a este “Sur del Norte”.
¿Quién y cómo manda en el planeta Tierra?
Efectivamente, quienes gobiernan no nos representan. Ya hace tiempo que escapan al bien común los acontecimientos que generamos en el planeta y los mecanismos que permitirían corregir el rumbo, permanecen concienzudamente desactivados. El mando de la nave lo han tomado unos engendros agigantados durante varias décadas a base de crecientes beneficios económicos: las empresas transnacionales y las financieras.
Ya en el 2003, el documental La Corporación los describía gráficamente como “entes de conducta psicópata”. Estos organismos antisociales, estos dioses del siglo XXI que no dejan de exigir “sacrificios humanos”, carecen de algunas de nuestras capacidades básicas como la compasión, la ética del bien común, la responsabilidad generacional, etc. Como máximo, logran esbozar una torpe imitación mediante las campañas de publicidad y eso que llaman “Responsabilidad Social Corporativa”.
Esconden su dinero en paraísos fiscales y sus rostros bajo denominaciones crípticas como los mercados o la banca. Pero sus nombres humanos (casi todos de hombres) están en las listas de invitados de Davos (Suiza), Boao (China), al Club Bilderberg o en la Bolsa, donde se especula con el hambre y las materias básicas. Es una finísima capa de la humanidad que se enraíza a través de virreinatos de élites económicas y políticas. Su hegemonía ideológica y cultural se apoya en una combinación entre la moderna promesa del consumo, el ancestral mandato de sumisión al poder y el viejo cuento de que el bien común depende de las sobras del beneficio privado.
Más preocupante aún que la ola de recortes de derechos que estamos sufriendo en estos tiempos es la imposición de relatos, mitos, ideologías y políticas sobre la supuesta salida de la crisis. Al 90 y pico por ciento de la población parece que sólo nos quedea sufrir o aplaudir las alzas o pérdidas de la Bolsa, de la prima de riesgo, de las hazañas de “nuestras“ transnacionales, de la Marca España, o del crecimiento del PIB, como victorias o derrotas de “nuestro equipo”. Este encadenamiento ideológico de nuestra suerte a la de los “amos”, es, sin duda, el obstáculo más importante para salir realmente de la histórica crisis multidimensional a la que nos enfrentamos.
En julio del 36, en una entrevista hecha por un periodista canadiense a Buenaventura Durruti, éste contestaba así a una pregunta sobre el ruinoso país que la CNT podía encontrar después de una supuesta victoria: “Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades… ¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo”.
Cualquier líder revolucionario de cualquier tendencia habría contestado con palabras similares en aquella época, pero no parece una respuesta muy convincente aquí y ahora. En la época de la producción y del consumo globalizado, de un “desarrollo económico” construido sobre las ruinas físicas y morales de dos Guerras Mundiales, hay contadísima gente que “produzca” (término discutible) lo que necesita para su subsistencia; ya no hablamos de personas sino de colectivos, regiones y países enteros. Cada vez hay menos gente que “produce” y quien lo hace, es de forma cada vez más deslocalizada, segmentada y específica dentro de la gran cadena global, únicamente controlada por quienes llevan el mando de la nave.
Para satisfacer la mayoría de nuestras “necesidades” compramos todo a los dioses con dinero que también controlan ellos. Ese dinero, del que dependemos, es la cadena invisible que sujeta material e ideológicamente nuestro ingrato destino al del crecimiento del PIB o al imposible pago de la deuda.
Sobran razones para el pesimismo, lo que falta es tiempo. A nadie se le escapa la dificultad y magnitud de esta tarea contra-hegemónica del sí se puede y retomar el rumbo de la nave del bien común. No sabemos con detalle el camino, pero sí que empieza con los primeros pasos.
Aunque los poderes mediáticos no nos lo cuentan, miles de personas y colectivos ya están ensayando formas inclusivas de emancipación y transición en diferentes ámbitos, “localidades” y culturas. Habrá que necesitar menos y producirlo más social, responsable y localmente. Habrá que tejer la organización, la movilización y todo tipo de procesos, alianzas y movimientos sociales y políticos que permitan sacudirnos esa hegemonía paralizante. Habrá que saber articular lo que ha sido tan concienzudamente desarticulado, ya que nada se logrará de forma aislada.
Internacionalismo contra la crisis global, aquí y ahora
Entre las organizaciones sociales que llevamos años trabajando en la solidaridad internacional también abunda el pesimismo, el desconcierto y el temor ante un futuro incierto. Nos encontramos frente a retos que cuestionan lo que ha sido nuestra existencia hasta ahora. El “ecosistema” en el que habíamos aprendido a desempeñarnos y a encontrar oportunidades para la cooperación solidaria con las organizaciones del Sur ha menguado de la noche a la mañana con el desmantelamiento de las políticas de cooperación.
Pero lo que ese contexto no cuestiona son los motivos y objetivos por los que surgimos y por los que hemos trabajado durante todos estos años. Digan lo que digan, la lucha frente a esta crisis global demanda más que nunca una actitud internacionalista, entendida como un análisis, una praxis y una ética emancipadora global/local.
No podemos quedarnos solamente en la crítica a los recortes, ni en la añoranza de aquel pasado que nos condujo a la crisis actual. Habrá que seguir reivindicando, pero hacia nuevas políticas de cooperación solidaria que comporten un compromiso real y coherente de inserción responsable de nuestra sociedad en este planeta: una política de cooperación internacional para el bien común.
Estamos en uno de esos momentos en que las inercias y el trabajo centrado en la supervivencia a corto plazo pueden ir en detrimento de los objetivos realmente estratégicos, como aportar la perspectiva de la solidaridad internacionalista a los movimientos y procesos emancipadores que surgen y surgirán en nuestra sociedad.
Será complicado que sobreviva el cúmulo de experiencias colectivas de nuestras organizaciones sin trasformar sus estructuras tal como han sido hasta ahora y sin sacudirse el “síndrome ONGD”, desmarcándose de entidades y dinámicas que poco o nada tienen que ver con las nuestras. Por separado, ninguna de las organizaciones actuales está en condiciones de plantearse ni siquiera, ser una referencia para este reto. Para ello deberían difuminarse no sólo las paredes que separan a las organizaciones que trabajamos en esta perspectiva solidaria, sino también las que nos separan del resto de movimientos ciudadanos. Se necesitaría que, sin menoscabar dinámicas y objetivos particulares, se planteen unos mínimos principios, objetivos y articulación estratégica común.
Es obvia la importancia de implicarse en, con, de y desde los procesos emancipadores en nuestra realidad más cercana: las mareas en defensa de los derechos, los proyectos sociales alternativos, la defensa del territorio, etc. Pero en la medida que esos procesos vayan avanzando, se hará más evidente la relevancia de la solidaridad, la coordinación, el trabajo en red, la protección y la ayuda mutua con los movimientos de transformación de otras “localidades”, tanto las lejanas (países del Sur), como las cercanas (Europa y el Mediterráneo).
Al mismo tiempo hay que ser conscientes de que, como hemos visto, en la dimensión global se sitúan los agentes y las lógicas de las injusticias y las crisis a las que nos enfrentamos. No son dos realidades. Ambos planos forman parte de un mismo y único mundo. No se puede entender ni ver críticamente las causas de lo que sucede, ni las posibles alternativas, sin la capacidad de activar este doble enfoque.
No merece crédito la lucha por la libertad digital si olvidamos que se ejerce a través de unos aparatos con materiales extraídos a través de guerras, violaciones y mano de obra esclava, como sucede en la República Democrática del Congo. No es creíble el apoyo a la lucha por los derechos sociales o ambientales de comunidades en otros continentes, colaborando y uniendo nuestra imagen a la de las empresas-dioses que arrasan con ellos o sin implicarnos en las luchas de aquí.
El internacionalismo entendido, entre otras cosas, como el compromiso heredado de todas las personas, grupos y movimientos, que hasta hoy han desobedecido y luchado contra las guerras, los colonialismos, las imposiciones patriarcales, la explotación, el racismo, la xenofobia, etc., es una ética irrenunciable para encarar todo este trabajo desde un sentido de responsabilidad, equidad y justicia global.
Álex Guillamón forma parte de Entrepueblos.
Artículo publicado en el número 59 de Pueblos – Revista de Información y Debate, especial cooperación, noviembre de 2013.

lunes, 13 de enero de 2014

La lógica mentirosa del discurso contra los violentos



http://pazfarc-ep.org

De no haber sido por la máquina de terror estatal tan descaradamente desatada en Colombia, jamás hubiera aparecido en nuestra tierra el fenómeno de la insurgencia.

Quizás, eventualmente, las llamadas bandas criminales sean incluidas dentro de la categoría de los violentos. Pero, en su más estricta aplicación, son las guerrillas a quienes los propagandistas del régimen han dado en llamar de ese modo. Incluir a esas bandas criminales en la denominación de los violentos, puede servir para fortalecer la idea de que el lado de los buenos, el de la gente de bien, está conformado por los amantes de la paz y los métodos civilizados de debate, mientras que el lado de los malos lo integran quienes emplean la fuerza y la violencia de las armas.
Dicho de otro modo, incluir dentro de los violentos a las bandas criminales persigue fijar en la mente del público que los alzados en armas somos igualmente criminales. Nada es inocente en el discurso del poder, todo tiene una profunda connotación de clase y persigue un propósito específico. Los grupos económicos dominantes pretenden imponer la idea general de que en ellos se concentra todo lo bueno que tiene la sociedad, todo lo justo, todo lo imitable y por ende todo lo que merece ser respetado. Las páginas sociales de la prensa son así su templo más sagrado.
Los violentos son los otros, los bandidos, aquellos que sin ninguna razón se dedican a combatirlos. Por eso para ellos todo el peso de la ley, toda la fuerza del Estado, todo el odio de clase. Lo proclamarán en los púlpitos sus obispos de cabecera, lo escribirán sus redactores de prensa en los editoriales del día, lo ejecutarán sus fuerzas militares y de policía con veloz diligencia. No importa que sea arrojando bombas y metralla desde las alturas, o reprimiendo salvajemente las protestas de la población, o cumpliendo operaciones de exterminio contra sus simpatizantes.
Siempre podrá encontrarse la excusa para los más atroces excesos de sus esbirros. Si aplastar a los terroristas significa desterrar brutalmente centenares de miles de personas, conformar hordas de asesinos sin entrañas, desaparecer ciudadanos por doquier, torturar, amenazar y aterrorizar poblaciones enteras, detener arbitrariamente y perseguir judicialmente a los opositores, bueno, la culpa la tienen todas esas personas que se dejaron utilizar por los delincuentes, que sirvieron a su consigna de combinar todas las formas de lucha. La culpa es de ellos.
Pero ninguna de tales conductas será considerada nunca, ni por ellos, ni por sus publicistas, como empleo de la violencia, como apelación al crimen. Tal vez, mostrándose ampliamente generosos, consentirán que se hable del empleo de la fuerza legítima del Estado con el fin de restaurar el orden y la tranquilidad ciudadanas. El orden que los beneficia a ellos para sus dudosas y jugosas contrataciones con el Estado, para la explotación de los recursos naturales de la nación en su exclusivo beneficio, para la concentración creciente de la riqueza social en sus manos.
Por eso les es tan fácil hablar de la condena a los violentos, de su rechazo rotundo al recurso de la fuerza provenga de donde provenga, de su apego incondicional a la ley, de los procedimientos pacíficos de solución de conflictos. Porque la sangre de los de abajo, la de los campesinos, obreros y dirigentes populares o sociales, las lágrimas de las viudas y los huérfanos por causa de sus operaciones represivas, la tierra arrebatada a los labriegos, indígenas o negros no tiene significado para ellos, es algo tan pueril como las aguas que naturalmente verterán su curso al mar.
La escena del policía agredido por una multitud enardecida es presentada una y otra vez por la televisión, con el propósito de conmover y despertar la solidaridad hacia el atacado, sin importar que éste, hasta hacía unos cuantos minutos, descargaba su arma de fuego o su garrote de manera furiosa contra quienes protestaban pacíficamente. Pero sobre todo, esa escena repetida prepara a la ciudadanía para la aceptación sumisa de la temible y premeditada arremetida que se planea emprender el día siguiente contra la protesta. Sus protagonistas serán tratados como criminales.
Puestos en la picota pública por su conducta antijurídica, se habrán hecho acreedores a las sacrosantas iras del poder. Se lo merecen, dirán, estaban bien advertidos. Estas iras, y los mecanismos mediante los cuales se materializan, nunca podrán ser considerados como violencia. A quién se le ocurre, si ese ha sido el procedimiento histórico más recurrido desde la antigüedad contra quienes se oponen a la voluntad de los señores. No ha habido imperio, dictadura o democracia formal en la historia, en las que no se haya aplicado con éxito esa lógica hipócrita.
En nuestro país, en donde las reclamaciones de los de abajo, indios, negros, campesinos, obreros, comunidades olvidadas y demás, son acusadas permanentemente de violentas, de infiltradas, de capturadas por invisibles manos malignas, se hizo costumbre que sean reprimidas salvajemente. Por cuenta de un poder que siempre se las ha arreglado para impedir la organización política amplia de todos esos sectores. No sólo existe entonces una ambiciosa clase acaudalada, violenta por naturaleza, sino que resulta imposible para el pueblo reemplazarla en el gobierno de la nación.
Y es esa la verdadera razón para el alzamiento armado de los guerrilleros colombianos. De lo cual se desprende que la paz que la inmensa mayoría de los nacionales soñamos, necesariamente implica primero el cese de las políticas violentas y de guerra por parte del Estado, luego, que los grupos económicos en el poder renuncien a una modesta parte de sus fabulosas ganancias, y, finalmente, unas reformas institucionales que consagren una democracia auténtica en nuestro país. No se trata de entregarle el poder a las FARC, sino de darle una oportunidad a la patria.
Es por eso que resultan tan sospechosas todas esas referencias a los violentos que suelen emplearse contra las guerrillas. Sea quien sea el que las pronuncie. De no haber sido por la máquina de terror estatal tan descaradamente desatada en Colombia, jamás hubiera aparecido en nuestra tierra el fenómeno de la insurgencia, ni se hubiesen producido las terribles consecuencias del conflicto. Urge que ante el discurso de la disyuntiva entre el sometimiento de las guerrillas y la guerra total, el pueblo colombiano haga valer un rotundo no más, para siempre.
Montañas de Colombia, 8 de enero de 2014.
Fuente: http://www.pazfarc-ep.org/index.php/noticias-comunicados-documentos-farc-ep/emc/1634-la-logica-mentirosa-del-discurso-contra-los-violentos.html

Globalización neoliberal para los ricos




Las informaciones aparecidas al inicio de este año 2014 confirman, fehacientemente, la verdadera realidad de la globalización neoliberal la cual se ha extendido por todo el planeta. Resulta que las 300 personas más ricas del mundo añadieron durante 2013 un total de 524 000 millones de dólares a sus fortunas, que ahora totalizan 3,7 billones de dólares, según datos compilados por la entidad de análisis financiero, Bloomberg.
La globalización de la economía mundial continuó su negativo avance a lo largo del 2013 con el incremento de la inequidad entre ricos y pobres.
Los datos aportados ahora por Bloomberg confirman la denuncia realizada anteriormente por un grupo de investigadores encabezado por el profesor Jason Hickel de la Escuela de Economía de Londres, cuando señaló que actualmente las 300 mayores fortunas del mundo acumulan más riqueza que los 3 500 millones de personas consideradas pobres.
Todos los beneficiados en la acumulación de fortunas, aparecen como propietarios o relacionados directamente con compañías transnacionales.
El primero en la tabla es Bill Gates , fundador de Microsoft
y el hombre más rico del mundo, quien incrementó su fortuna
en 15 800 millones de dólares durante 2013 y ahora posee nada menos que 78 500 millones de dólares. Gates obtuvo ganancias por las acciones de Microsoft y por inversiones en compañías como Ecolab o Canadian National Railway.
En este círculo irracional de acumulación individual de capitales, le siguió e l inversor en casinos Sheldon Adelson pues su fortuna aumentó en 14 400 millones de dólares, hasta llegar a los 37 100 millones de dólares debido a la proliferación del juego en Asia.
La lista la continúa el español Amancio Ortega, fundador del imperio textil Inditex, cuya fortuna creció en 8 900 millones de dólares y totaliza 66 400 millones. Por esas cosas del neoliberalismo, su hija, Sandra Ortega, aparece en el lugar 180, con 7 300 millones de dólares.
El magnate mexicano de las comunicaciones Carlos Slim, pasó al segundo puesto mundial, al perder el primer puesto a manos de Gates, pero se mantiene con un capital de 73 800 millones.
Entre las causas de esas incontrolables fortunas aparecen el comportamiento de los mercados y el incremento de los índices bursátiles. Como se observa, la crisis económica lo que si ha provocado es golpear a las grandes mayorías poblacionales que han padecido fuertes medidas de cortes sociales impuestas por gobiernos de corte neoliberales.
El nuevo concepto de globalización irrumpió en el mundo moderno impulsado por los países desarrollados, las compañías transnacionales y los grandes medios de comunicación.
Sin cortapisas, sus propagandistas l a definen como un fenómeno de carácter internacional cuya acción consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capitales (financieros, comerciales e industriales) para que el planeta abra espacios de integración y se intensifique la vida económica.
Insisten en que es un proceso de desnacionalización de los mercados, de las leyes y la política, y la detallan como la fase en que se encuentra el capitalismo a nivel mundial, caracterizado por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.
Los desastres económicos-financieros ocurridos a fines de la década de 1990 y principios de la del 2000, en varios países de América Latina como Argentina, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, por citar algunos, les abrieron los ojos a algunos pueblos y gobiernos del Tercer Mundo que comprendieron que si se quiere un mundo globalizado, debe dárseles beneficios a los pequeños pues estos no se pueden perder lo poco que tienen.
En la actualidad el proceso de desnacionalización mundial globalizada, aupado por gobiernos prooccidentales y también por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), han posibilitado la entrada incondicional d e los capitales transnacionales, que han comprado las empresas nacionales, los medios básicos de producción y controlado los mercados.
Esas compañías estan enfiladas a obtener y sacar del país donde se establecen, las mayores ganancias, cuya consecuencia directa es la depresión el presupuesto nacional para los gastos sociales.
La proliferación de los tentáculos de la globalización, ha permitido que en muchos países se haya autorizado la privatización de los servicios públicos con nefastas consecuencias los habitantes de los países en desarrollo y de los desarrollados.
En esas naciones se autoriza a diversas compañías transnacionales, a controlar los servicios de agua potable, alcantarillado, electricidad, salud, educación y otros muchos y los usuarios solo pueden acceder a esos servicios por los pagos de las tarifas que impongan las empresas sin que el Estado tenga poder para controlarlas.
Bajo esas condiciones, los estados nacionales son desmontados para convertirse en simples aparatos de seguridad de las transnacionales
Si continúa esa espiral de globalización neoliberal, a la vuelta de pocos años, unos cuantos miles de poderosas compañías y
Las disparidades de la pobreza, realmente alcanzan cifras alarmantes; Asia Meridional concentra la mayor cantidad de población que subsiste con 1 dólar, es decir 515 millones de personas. Seguida por Asia Oriental y Suoriental y el Pacífico donde 446 millones de gentes viven en estas condiciones. 219 millones en África al Sur del Sahara. Y 11 millones en los Estados Arabes. En América Latina y el caribe 110 millones de personas viven con 2 dólares diarios. En Europa Oriental y en los países de Asia Central 120 millones de personas viven con 4 dólares al día.
En los países pobres, 120 millones de personas carecen de agua potable, 842 millones de adultos son analfabetas, 766 millones no cuentan con servicios de salud, 507 millones cuentan con una esperanza de vida de tan sólo 40 años de edad, 158 millones de niños sufren algún grado de desnutrición y 110 millones en edad escolar no asisten a la escuela.
Sus apologistas indican que la globalización es un fenómeno de carácter internacional cuya acción consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capitales (financieros, comerciales e industriales) para que el planeta abra espacios de integración y se intensifique la vida económica. Agregan que surge como consecuencia de la internacionalización cada vez más acentuada de los procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales.
La definen como un proceso de desnacionalización de los mercados, las leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e individuos por el bien común y la detallan como la fase en que se encuentra el capitalismo a nivel mundial, caracterizado por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.
Los defensores igualan el término con una supuesta sociedad planetaria que va más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones socioeconómicas o culturales, en un intento de hacer un mundo que no este fraccionado, sino generalizado, en el que la mayor parte de las cosas sean iguales o signifiquen lo mismo.
En una reciente conferencia magistral efectuada en La Habana durante el VIII Encuentro Internacional de Economistas, el ex primer ministro de Malasia, Mahathir bin Mohamad aseguró que la globalización y todo el concepto que encierra fue inventada por los países ricos y no por los pobres.
En el papel, los cantos de sirena endulzan el oído y la mente pero la realidad puede ser otra cuando las naciones desarrolladas y sus ejecutores directos, las compañías transnacionales tratan de alcanzar los mejores dividendos durante sus incursiones dentro de los países subdesarrollados.
Uno de los casos más aleccionadores fue el de Argentina cuando la globalización neoliberal fue acogida como sistema económico-financiero en la década de 1980 y en un período de 15 años, esa nación, una de las más ricas de la región, observó como más de la mitad de su población caía en la pobreza, el desempleo rondaba al 40 % de sus habitantes, las transnacionales de adueñaban de sus industrias y principales servicios, el capital salía de sus fronteras, mientras la bancarrota y el caos se adueñaban del país.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial propulsores de la globalización neoliberal, extendían créditos con altos impuestos, (principalmente para respaldar las privatizaciones) que el gobierno no podía pagar lo cual conllevaba a un profundo endeudamiento.
La experiencia vivida por Argentina le abrió los ojos y las mentes a algunos pueblos y gobiernos del Tercer Mundo que comprendieron que si se quiere un mundo globalizado, debe dárseles algunos beneficios a los pequeños pues estos no se pueden dar el lujo de perder lo poco que tienen.
Para que exista una equilibrada globalización en beneficio de la mayoría de los pueblos, debe darse ventajas comerciales a los países pequeños y pobres que les permitan competir con las grandes economías.
En la actualidad, hasta el concepto y la condición de empresa la están encabezando las transnacionales las cuales definen los derroteros a seguir y liquidan por su potencial los intentos nacionales de producción y de servicios públicos.
Un peligro mayor de globalización irracional se cierne sobre la mayoría de la población mundial si se aprobara como está redactado el Acuerdo General del Comercio de Servicios (AGCS) en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) que precedió a la OMC solo abarcaba el comercio de mercancías. De aprobarse el AGCS se autorizaría la privatización de los servicios públicos con las nefastas consecuencias que traería para los países en desarrollo y el medio ambiente.
Compañías transnacionales estarían autorizadas, por ley, a controlar si les resulta beneficioso, los servicios de agua potable, alcantarillado, electricidad, salud, educación y otros muchos. Los usuarios accederían a los servicios por los pagos de las tarifas que impongan esas empresas sin poder el Estado del país donde se asienten poder controlarlas. La globalización no puede llevarse a cabo en la forma que desean Estados Unidos, Europa y los organismos financieros internacionales porque a la larga un mundo donde prolifere la pobreza entre las grandes mayorías, sería incontrolable.
. En realidad una plena globalización , no es más que homogeneizar determinadas aspectos de la relaciones económicas, norma, principios, hábitos e instituciones internacionales por parte de las potencias hegemónicas.
si debe apreciarse como una nueva etapa en el proceso de expansión internacional del capital financiero. Constituye un término que se utiliza para denominar la nueva forma que reviste en la contemporaneidad la esencia internacional del capital.
Podemos resumir a partir de todos estas definiciones que el fenómeno de la globalización, expresa, a su vez, con más claridad e intensidad que nunca la crisis del capitalismo nacional ( o del capitalismo monopolista de estado) en los propios países centrales, ni hablar en los periféricos. La globalización por su esencia no es capitalista, pero ella se da bajo ese régimen y no puede dejar de asumir las formas económica bajo las que funciona el mismo. Por su esencia no es neoliberal pero bajo determinadas condiciones ella si adopta ese carácter.
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