sábado, 28 de diciembre de 2013

China ata su futuro al rol clave del mercado

Jose Siaba Serrate
Revista Debate


Consecuencias geopolíticas y económicas de los cambios propuestos por el Partido Comunista del gigante asiático. La nueva estrategia de desarrollo.

China develó la hoja de ruta que pensó para conquistar el futuro. El Tercer Plenario del 18° Comité Central del Partido Comunista resolvió concederle al mercado un rol decisivo en la asignación de recursos como medio para lograr sus objetivos de largo plazo. “Sólo el socialismo puede salvar a China”, expresó el presidente Xi Jinping, “y sólo la reforma y la apertura pueden desarrollar a China, al socialismo y al marxismo”. En la tradición ecléctica de Deng Xiaoping -quien abrió el país de Mao a las reformas orientadas al mercado en 1978- y Zhu Rongji -quien en 1993 profundizó la huella con la “economía socialista de mercado”-, China se encamina a una nueva etapa evolutiva, por completo a contramano de las enseñanzas de Carlos Marx. Etapa histórica superior que, como ocurrió con las anteriores, el mercado definirá a caballo de una mayor esfera de injerencia. Las autoridades del Partido estiman que -con una prolija ejecución- podrán cosechar sus frutos estratégicos hacia 2020.
Que el mercado vaya a decidir no significa que decidirá todo. Xi lo explica con simpleza: “La economía socialista de mercado precisa de ambos, del mercado y del gobierno, ya que juegan roles diferentes”. La reforma económica -que es la llave de la reforma integral- deberá solucionar los problemas derivados de un sistema de mercado poco desarrollado y de la excesiva intervención gubernamental. Pero, a la par, el gobierno retiene funciones de gran importancia. “Deberá mantener una macroeconomía estable, proveer los servicios públicos, salvaguardar la libre competencia, supervisar los mercados y mantenerlos ordenados, promover el desarrollo sustentable e intervenir cuando se produzcan fallas de mercado”, apuntó el líder. Administrar el balance apropiado entre mercado y gobierno será el desafío de la reforma económica. Todo ello, claro, bajo la férrea tutela del partido único.
La iniciativa es el paso más audaz en la tarea inexorable de mudar la estrategia de desarrollo de China. El modelo de crecimiento del capitalismo de Estado, basado en las exportaciones y la inversión, en la incorporación en masa de mano de obra rural a la industria, y en la generación de ahorros ingentes merced a la represión del consumo, se agotó. La crisis internacional lo puso de manifiesto. Pero la razón principal fue su propio éxito. Luego de treinta años de desempeño estelar, China dejó de ser un nicho y se transformó en la segunda economía del orbe con perspectivas de supremacía en poco tiempo más. Para no quedar atrapada en una congestión previsible, le urge habilitar una autopista alternativa que desarrolle la potencialidad de un mercado interno infraexplotado, que eleve el consumo de su población a los niveles acordes con un país de renta media y que corrija con criterio la mala asignación de los factores de producción.
No es casual que una de las primeras medidas sea el abandono de la política de un solo hijo por familia. La demografía, que fue un motor fenomenal de la expansión, merodea un crítico punto de inflexión. En 2012, anticipándose por varios años a las previsiones, la fuerza laboral cayó sorpresivamente por primera vez. Se redujo en 3,5 millones de personas. Se estima que la dotación actual -940 millones de trabajadores- disminuirá en 29 millones cuando culmine la década. En paralelo, se acentuará el proceso de acelerado envejecimiento. El número de chinos mayores de 65 años se triplicará -totalizando 300 millones- en 2030. La dinámica de crecimiento intensivo -que trasvasaba trabajadores rurales de bajísima productividad hacia ocupaciones industriales urbanas de alta productividad- se truncará por la escasez creciente de su insumo esencial. La reforma de la política poblacional buscará elevar la baja tasa de fertilidad actual -1,5%- pero no podrá torcer la tendencia de fondo. ¿Habrá un “baby boom”? El cambio es marginal. Nada permite suponerlo.
¿Dónde tallará el mercado y su cambio de status “básico” a “decisivo”? Según el documento oficial, la tarea primaria de la reforma consiste “en construir un mercado abierto y unificado regido por una competencia ordenada”. Las señales del mercado serán bienvenidas para resolver problemas como los que arrastran la industria -con sus excesos de capacidad instalada- y la actividad inmobiliaria (que también padece un fenómeno de extraordinaria sobreinversión). Las empresas estatales, que se manejan con prescindencia de la disciplina de mercado, tendrán que amoldarse. Y ellas concentran el grueso de la captación del crédito, provocando el desplazamiento de firmas privadas rentables. El sistema de precios será una brújula más adecuada para guiar el uso de los recursos si se le da lugar y se lo libera de la maraña de distorsiones.
El régimen de tierra rural, un tabú hasta el presente, estará alcanzado por la reforma. Los agricultores podrán acceder a su propiedad y transarla en un mercado unificado en el que concurrirán tierras urbanas y rurales en un pie de igualdad de derechos (incluyendo la posibilidad de utilizarlas para la construcción). De esa manera se piensa limitar el monopolio de los gobiernos locales en el control de las tierras, y permitir a los agricultores aumentar su capital de trabajo y participar más plenamente de la modernización del país.
El mercado ganará espacio en una diversidad de renglones que van desde el petróleo y el gas natural a la electricidad, la provisión de agua, el transporte y las telecomunicaciones. La intención de las reformas es facilitar el surgimiento de un entorno competitivo. El sector privado podrá desenvolverse así en condiciones favorables y sin la competencia desigual que hoy beneficia marcadamente a las compañías estatales. El capital privado “calificado” podrá instalar bancos pequeños y medianos, sujetos, eso sí, a una regulación muy estricta.
China se dispone a ampliar el acceso a sus mercados de los inversores extranjeros. La política se enmarca en una iniciativa de ida y vuelta que hará énfasis en la liberalización de mercados (incluyendo servicios como la logística, auditoría y el e-commerce), la apertura económica de sus ciudades del interior y costeras, la promoción de la cooperación regional y los acuerdos de libre comercio, y la autorización a los agentes privados -personas físicas y jurídicas- a invertir en el exterior. Ya sean inversiones físicas o de portafolios, joint ventures o fusiones y adquisiciones de compañías extranjeras.
La reforma se extenderá también al plano fiscal y a los sectores sociales. Esto incluye la educación, la salud pública y el cuidado de niños y ancianos. Las empresas estatales deberán girar el 30% de sus utilidades al gobierno -el tope anterior era del 15%-, lo cual podría constituir la base de un incipiente régimen de seguridad social.
¿Funcionará? Cómo saberlo si no se lo intenta. La tarea es exigente en grado sumo. China demuestra su voluntad y la ambición de sus propósitos. El tiempo dirá si tiene o no la pericia. Y, en última instancia, permitirá saber si el matrimonio entre el mercado y el partido único, una unión por conveniencia, puede continuar acomodando los perfiles antagónicos de los cónyuges.
Fuente: http://www.revistadebate.com.ar/?p=5147

Salario de hambre decretó el gobierno de Guatemala

Mario Sosa

El jueves fue dada a conocer la decisión del gobierno de aumentar el 5% del salario mínimo a la clase trabajadora más explotada.

Esta decisión, como sabemos, forma parte de una política a través de la cual, quienes gobiernan, esconden la condenable explotación y sobreexplotación que sufre la clase trabajadora en el campo y la ciudad. Eso es así cuando buena parte de los trabajadores no llegan a recibir ni siquiera el salario mínimo, siendo que los capitalistas implementan argucias como el pago a destajo, haciendo que los trabajadores y trabajadoras trabajen más de 8 horas para poder alcanzar un ingreso magro, que como sucede en las fincas, agronegocios y en negocios como los outsourcing (tercerización), en los cuales además se obliga a trabajar en días festivos y sin el pago correspondiente por horas extras. Esto es aun más cruel en el caso de las trabajadoras y trabajadores de casa particular, y en el caso de miles de trabajadores que son condenados al trabajo temporal o de tiempo parcial, en los cuales se les niega toda prestación laboral.

En el 2014, quienes logren que les sea pagado el salario mínimo, ahora recibirán Q2 mil 530.34 al mes en el caso de los trabajadores agrícolas y no agrícolas, y Q2 mil 346.06 al mes quienes trabajan en la exportación y maquila. Estos salarios provocan fundamentalmente indignación, siendo que no llegan a alcanzar siquiera la mitad del ingreso para garantizar la canasta básica vital, que para diciembre de este año alcanzará los Q5 mil 300 aproximadamente; es decir, aun faltarían Q2 mil 770 o más para que el salario tuviera una compensación que pudiera llamarse digna y correspondiente al trabajo intelectual y físico que todo trabajador y trabajadora despliega en su labor.

Mientras esto sucede con la clase trabajadora, empezaremos a ver las noticias sobre las exorbitantes ganancias que perciben los bancos, las fábricas, las fincas y agro negocios, las constructoras, los grandes comercios, los medios de difusión masiva (mal llamados de comunicación), los negocios educativos, la maquilas de distinto tipo y las empresas que se esconden bajo este rubro para evadir impuestos. Sectores que como se sabe tienen inversión de grupos corporativos, locales y transnacionales, los cuales crecen de forma permanente, constante y sonante, y a su paso van dejando un saldo histórico de explotación, desigualdad y miseria de nuestro pueblo.

Vale decir que dicha decisión se dio con la crítica u oposición de la representación de los trabajadores y de los capitalistas en la Comisión Nacional del Salario.

En el caso de la representación laboral, se conocieron las legítimas exigencias para que el aumento fuera mayor. Pero como ha sido la tónica año tras año, una exigencia que no asume la necesidad de movilizar a las y los trabajadores, no solamente para lograr un aumento mayor al salario mínimo, sino también un aumento generalizado de los salarios. Esta actitud, debiera ser objeto de autocrítica en las organizaciones sindicales y de presión desde las y los trabajadores que estamos muy mal representados. Necesitamos una renovación de las estrategias y de la dirigencia sindical. En tanto, las trabajadoras y trabajadores, debemos asumir con identidad de clase, una participación más activa y protagónica, consecuente con nosotros mismos y combativa frente a la clase explotadora.

Con relación a la representación del capital, de los llamados empresarios, su posición ha sido desde siempre oponerse al aumento al salario mínimo. La eterna cantaleta de los empresarios y sus comparsas, es que el aumento al salario hace que se pierdan empleos, desestimula su creación, estimula el trabajo informal, desincentiva la inversión, la competitividad y mil y más mentiras con sello empresarial-capitalista. Y es que, claro está, la plusvalía la obtienen con la explotación hacia las y los trabajadores, y compiten en el mercado internacional a partir de los salarios de hambre que pagan a la clase trabajadora en Guatemala. Y todavía osan llamarse emprendedores.

Patética la decisión de subir el salario en 5%, cuando se necesitaba un 100% de aumento, como mínimo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

La muerte de Mijaíl Kaláshnikov en el global-imperial

Salvador López Arnal

Sirva a modo de preámbulo: no estoy nada puesto en temas militares y dudo si llegué a tener en mis manos un AK-47 [Avtomat Kaláshnikova de 1947] cuando estuve en Nicaragua en 1985. En todo caso, mi aversión por las armas y la violencia (a pesar de Allende y su fotografía en La Moneda con el AK-47 que le había regalado Castro) sigue incólume –y en crecimiento acelerado- desde que tengo o intento tener uso de razón política.
Tanquista en la Segunda Guerra Mundial, herido de gravedad en 1941 durante la batalla de Briansk por fragmentos de metralla (grandes cicatrices testificaban la gravedad de las heridas), medalla Lenin de honor, Adrián Soto entrevistó a Mijaíl Kaláshnikov para El País [1], la primera que concedía a un “periodista occidental”, cuando el global era menos global y un pelín menos imperial. La guerra volvía a sacudir entonces (1992) a zonas y territorios de la antigua Unión Soviética. Muchos combates se libraban con el arma que él había pensado y diseñado con finalidades muy otras. Él, por supuesto, lamentaba la desintegración de su país y condenaba a quienes la buscaban y abonaban con el fusil que había inventado.
Algunas de sus declaraciones en aquel entonces, de alguien que hizo hincapié en que “su idea inicial de crear un nuevo fusil de asalto apuntaba a la defensa de las fronteras”, tenían el siguiente tono:
"Los americanos comenzaron a usar el M-16 durante la guerra de Vietnam. La innovación en el AKS-74 consistió en retocar el cañón, quitar peso al fusil introduciendo un cargador de plástico, reducir el calibre a 5,45 milímetros y aumentar su carga a 45 proyectiles. Todo parece haber resultado bien".
"Después de las muchas guerras de África o Centroamérica muchos combatientes han llamado a sus hijos Kaláshnikov o simplemente Kalash. Pasada la sorpresa inicial, me ha parecido algo divertido. Sobre todo, que esos jóvenes Kaláshnikov no me pidan la paternidad económica” [la bandera de Mozambique y el escudo de Burkina Faso lleven estampadas la curvada silueta de su fusil].
"El fusil o el arma en sí no mata. No se puede culpar a las armas de la desintegración de la URSS. Son personas las que han causado esa desintegración y esas personas están utilizando mi invento en forma nefasta".
Mijaíl Kaláshnikov falleció el pasado lunes 23 de diciembre en un hospital de la región de Udmurtia. El País, más global, más imperial, más anticomunista, más antisoviético que en aquel entonces, ha vuelto sobre él. Reproduzco algunos de los pasajes de la necrológica publicada [2]. Enseñan sobre evoluciones, falta de matices y prejuicios destacados:
1. “Su criatura ha matado a más gente en los últimos 60 años que ninguna otra arma -unas 250.000 muertes cada año de media- y ha sido protagonista de la mayor parte de las guerras durante ese período. Mijaíl Kalashnikov, el inventor del fusil de asalto AK-47 (de Avtomat Kaláshnikova modelo 47, por 1947, el año en que concluyó el diseño final del arma), siempre aseguró que su intención era defender a su patria, Rusia, y que lamentaba que su invento hubiese caído en malas manos”. ¡Más gente en el mundo que cualquier otra arma!
2. “No tuvo que pasar mucho tiempo hasta que muchos guerrilleros de inspiración comunista, grupos terroristas y movimientos de liberación convirtieron al AK en su arma predilecta. Un detalle: la silueta del AK-47 aparece en la bandera de Mozambique y en el escudo de Timor Oriental.” ¡Guerrilleros de inspiración comunista, terroristas, movimientos de liberación nacional… todo en la misma sopa!
3. “Incluso los militares estadounidenses que combatieron en la guerra de Vietnam no dudaban en muchos casos en deshacerse de sus carabinas y sustituirlas con un AK- 47 arrebatado a algún enemigo muerto.” ¡Militares estadounidenses, combates en la guerra de Vietnam, algún enemigo muerto…, casi como en una película made in Hollywood!
Al final, eso sí, se señala que “Kaláshnikov trabajó la mayor parte de su carrera militar como diseñador de armas para el Ejército, en el que alcanzó el grado de general” y que nunca se enriqueció con su invento, cuya propiedad era estatal, no privada. En 2007 y con motivo del 60 aniversario del registro oficial de su fusil, se apunta también, Kaláshnikov reconoció que “los verdaderos responsables de su invento fueron los nazis, al invadir su país”.
Su auténtica vocación era diseñar maquinaria agrícola, no armas. El cerco de Leningrado, la hambruna de Moscú y tantos otros actos criminales hicieron que pensara y trabajara en tareas muy alejadas.
Nota:
[1] http://elpais.com/diario/1992/11/13/internacional/721609208_850215.html
[2] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/23/actualidad/1387817062_375190.html
Salvador López Arnal es nieto del cenetista asesinado en mayo de 1939 –delito: “rebelión militar”-: José Arnal Cerezuela.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes

Obama y el secretismo de los ataques con aviones no tripulados

 

Democracy Now!


Hace dos semanas, muchas personas murieron en un nuevo ataque violento. Esta vez, no se trató de la acción de un hombre armado ni de un estudiante que realizó un tiroteo en una escuela. Las víctimas fueron un grupo de familias que se dirigían a una boda en la localidad de Radda. Radda no está en Colorado ni en Connecticut, sino en Yemen. El arma utilizada no fue una pistola semiautomática de fácil obtención, sino misiles lanzados por un avión no tripulado de Estados Unidos. Diecisiete personas, en su mayoría civiles, murieron en el ataque, perpetrado el jueves 12 de diciembre. La Oficina de Periodismo de Investigación (BIJ, por sus siglas en inglés), una organización con sede en Londres que rastrea los ataques estadounidenses con aviones no tripulados, recientemente publicó un informe sobre los seis meses posteriores al discurso más importante del Presidente Obama acerca de la guerra con aviones no tripulados, pronunciado en la Universidad Nacional de Defensa (NDU, por sus siglas en inglés) en el mes de mayo. En el discurso, Obama prometió que “antes de realizar un ataque, habrá casi absoluta certeza de que ningún civil morirá ni resultará herido, el mayor estándar que podemos fijar”. La Oficina de Periodismo de Investigación resumió en su informe: “A seis meses de que el Presidente Obama fijara los estándares estadounidenses para la utilización de aviones no tripulados armados, un análisis de nuestra Oficina demuestra que más personas murieron en ataques encubiertos con aviones no tripulados en Yemen y Pakistán en ese período que en los seis meses anteriores a que Obama pronunciara el discurso”. Cuesta comprender que en un país que aborrece los asesinatos masivos que ocurren con demasiada frecuencia en el seno de sus propias comunidades, el Gobierno mate sistemáticamente a tantas personas inocentes en el extranjero.

Una de las mayores dificultades para poder hacer una evaluación del programa de ataques con aviones no tripulados de Estados Unidos es el secretismo que lo rodea. Los funcionarios estadounidenses no suelen hablar del programa, mucho menos de ataques específicos, especialmente cuando mueren civiles. Como reconoció Obama en su discurso: “La mayoría de las críticas a los ataques con aviones no tripulados, tanto aquí como en el extranjero, se centran, naturalmente, en las denuncias acerca de las muertes civiles. Hay una gran brecha entre la evaluación de las muertes realizada por el Gobierno de Estados Unidos y la de los informes no gubernamentales. Sin embargo, es un hecho indiscutible que los ataques estadounidenses han provocado muertes civiles”. La BIJ calcula que el número de muertos en ataques estadounidenses con aviones no tripulados en los últimos doce años en Pakistán, Yemen y Somalia supera los 4.000.

Mientras los medios estadounidenses centran toda la atención en la posibilidad de que en los próximos años Amazon.com utilice pequeños aviones no tripulados para enviar los pedidos de Navidad, es importante reflexionar seriamente acerca de lo que estos robots aéreos están haciendo actualmente. El corresponsal de DemocracyNow! Jeremy Scahill ha denunciado las guerras encubiertas de Estados Unidos durante años. Lo hizo recientemente en su libro y documental denominado “Dirty Wars” (Guerras sucias). La película acaba de ser nominada a un premio Oscar al mejor documental del año. Tras la nominación, Scahill nos dijo: “Esperamos que, a través del documental, las personas presten atención a estas historias, que los estadounidenses conozcan, por ejemplo, lo que les sucedió a los residentes de una localidad beduina en al-Majalah, Yemen, donde más de treinta mujeres y niños murieron en un ataque con un misil de crucero estadounidense que la Casa Blanca intentó encubrir. O que se enteren de las personas que mueren en ataques nocturnos en Afganistán o en ataques con aviones no tripulados en Yemen y Pakistán”.

En su discurso ante la Universidad Nacional de Defensa, el Presidente Obama afirmó: “Estados Unidos no realiza ataques para castigar a las personas. Actuamos contra los terroristas que significan una amenaza constante e inminente para el pueblo estadounidense, y cuando otros gobiernos no son capaces de enfrentar esa amenaza en forma eficaz”. Ni Obama ni sus colaboradores explicaron qué tipo de amenaza significaba para el pueblo estadounidense un grupo de vehículos que se dirigía a una boda. El Gobierno de Yemen cumplió con la costumbre local e indemnizó a las familias que fueron víctimas del ataque mediante la entrega de 101 rifles Kalashnikov y poco más de 100.000 dólares.

Los pueblos rurales de Yemen se encuentran atrapados en el medio de un violento conflicto, según expresa Human Rights Watch en un informe publicado en octubre titulado “Between a Drone and Al-Qaeda” (Entre los aviones no tripulados y al-Qaeda). Apenas un mes antes de que Obama pronunciara el discurso ante la Universidad Nacional de Defensa, Farea al-Muslimi, un elocuente joven yemení que asistió durante un año a la escuela secundaria en Estados Unidos, brindó su testimonio en una audiencia del Congreso. Seis días antes de que declarara, un ataque con avión no tripulado había impactado en su aldea, Wessab. Farea sostuvo: “Lo que sabían los pobladores de Wessab sobre Estados Unidos se basaba en mis anécdotas acerca de mis maravillosas experiencias aquí. Ahora, en cambio, cuando piensan en Estados Unidos, piensan en el terror que sienten por los aviones no tripulados que los sobrevuelan, prontos para disparar misiles en cualquier momento. Un avión no tripulado logró en un instante lo que militantes violentos nunca antes habían logrado. Ahora existe una profunda ira contra Estados Unidos en Wessab". Finalizó su testimonio con la esperanza de que “cuando los estadounidenses sepan realmente cuánto dolor y sufrimiento han causado los ataques con aviones no tripulados estadounidenses (…) rechazarán este devastador programa de asesinatos selectivos".

Los hechos de violencia sin sentido en Estados Unidos conforman una larga lista de nombres asociados al dolor y la pérdida: Columbine, Tucson, Aurora, Newtown, Littleton. Gracias al constante trabajo de activistas comprometidos, periodistas valientes y funcionarios responsables, quizá los estadounidenses también recuerden los nombres de Gardez, Radda, al-Majalah, Mogadiscio y de los otros tantos lugares donde los ataques con aviones no tripulados continúan ocurriendo bajo un manto de secretismo.

Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

© 2013 Amy Goodman

Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente: http://www.democracynow.org/es/blog/2013/12/27/obama_y_el_secretismo_de_los

“El pueblo ruso se siente engañado y estafado”



Rusia: Entrevista con Ramón Franquesa, a 22 años de la disolución de la URSS



Ramón Franquesa es profesor de Economía en la Universitat de Barcelona (UB), donde investiga la gestión de recursos naturales renovables, la economía social y los procesos de organización económica no capitalista. En la década de los ochenta participó en un programa de intercanvio de la Universidad Lomonosov de Moscú que le permitió ser testimonio de la disolución de la Unión Soviética y la rápida transición al capitalismo. Àngel Ferrero entrevistó a Ramón Franquesa para La Directa en el barrio de Gràcia de Barcelona. Esta es la transcripción íntegra de la entrevista.
 
¿Por qué motivo viajaste a la Unión Soviética? 
Fui a finales de los ochenta por diversas razones, pero sobre todo porque trabajaba en un grupo de investigación de empresas autogestionadas y cooperativas de la Universidad de Moscú. En aquel momento se hbalaba de cómo se tenia que hacer la reforma económica, y, dentro de este debate, una de las cosas que se planteaban desde la izuiqerda era intentar ver cómo se podían transformar las empresas estatales, gestionadas por el Gosplan de manera muy poco eficiente, en un tipo de empresa más participada por los trabajadores, con más autonomía. El problema de partida era que la propiedad pública únicamente existía como propiedad estatal y eso condujo a que las empresas fueran poco eficientes y tuvieran poca capacidad de innovación. Éste era uno de los elementos que estaba llevando a la Unión Soviética a la pérdida de innovación y a perder, en cierto modo, la carrera económica con Estados Unidos.
El programa donde trabajaba era parte de un programa de intercambio universitario entre la Universidad Estatal de Moscú, la Lomonossov, y la Universidad de Barcelona, pero también era muy informal, porque no había dinero para financiar un proyecto como ahora. Lo que había era un acuerdo de intercambio de conocimientos. En la Lomonossov trabajaba en seminarios y grupos de investigación, pero no en las clases formales. Mi ruso era limitado y la Unión Soviética era un país cerrado en sí mismo. No se podía impartir en otra lengua que no fuera la rusa. Los catalanes que fuimos no tuvimos ningún tipo de retribución, el programa sólo cubría la estancia. Una parte del acuerdo era que yo no podía dejar mis obligaciones académicas en Barcelona. Gracias al resto de los profesores, podía concentrar las clases y eso me permitía tener largas estancias en la URSS.

¿Cuántos años estuviste?
Estuve cuatro años, pero ellos continuaron con el programa. Cuando se disolvió la URSS y se emprendió un camino claro de privatización, su esperanza quedó truncada. Se pasó de unas empresas estatales poco eficientes a unas empresas privadas en manos de grupos de mafiosos. Muchas veces los antiguos directores terminaron apropiándose de aquellas empresas.

Visitaste fábricas y centros de trabajo.
Parte del programa era mantener conversaciones con los trabajadores. El problema que vivia la URSS era técnico, desde el punto de vista económico, pero también político. Parte de un factor de desánimo, no sólo para mí, sino para mucha gente que trabajaba con nosotros, era observar que los trabajadores no entendían lo que estaba ocurriendo y cuáles serían las consecuencias de la privatizacion de las empresas. Sólo veían a corto plazo una relajación de las obligaciones y una tolerancia más grande hacia el mercado negro. Recuerda que en aquella época una parte importante de los ingresos de los trabajadores procedía de llevarse los productos de la fábrica para venderlos en el mercado negro. En estos años de transición, los directores de la fábrica que aspiraban a quedarsela compraron una cieta paz social a partir de la tolerancia hacia este hecho. Después, evidentemente, la situación se invirtió y pasaron a comportarse como verdaderos empresarios: desaparece cualquier concesión en la jornada laboral (hasta entonces el absentismo era frecuente) o en la tolerancia hacia el hurto.

Has explicado que una parte del proceso fue convertir a los obreros en accionistas y después presionarlos para convencerlos de que vendieran sus acciones.
Eso fue en la etapa final. Tienes que pensar que todo el proceso fue muy caótico. Se pretendía privatizar a las empresas, pero este proceso se hizo sin que existiera un sistema impositivo, porque en la URSS, donde todas las empresas eran propiedad del estado, no había beneficios empresariales. Una de las dificultades era que, al introducir un mercado –como instrumento de medida de la calidad–, tenían que introducirse, también, impuestos, mercados de materias primas, productos, etcétera. En este proceso se tenía que introducir un sistema fiscal. Este sistema, sin embargo, no se introdujo hasta más tarde y todavía hoy Rusia tiene un sistema fiscal más que deficiente. La evasión fiscal era (y sigue siendo) elevada y las empresas no tributaban lo que tributarian en un estado capitalista mínimamente avanzado. Los beneficios empresariales tributaban de manera muy deficiente o no lo hacían en absoluto. El estado se quedó rápidamente sin recursos. El único recurso que le quedó fue el de imprimir rublos y generar inflación. Eso provocó una pérdida del valor adquisitivo y la ruptura del acuerdo social que existía previamente. Todos los acuerdos sociales, salarios, pensiones, etcétera, dejaron de tener sentido. La inflación galopante obligó a los pensionistas a volver a trabajar y aniquiló toda la legalidad que se había acumulado durante la Unión Soviètica. Pero políticamente convenía, porque muchos de los empresarios no querían pagar impuetsos y porque era una manera de romper los acuerdos sociales que no podían cambiarse de un día para otro a golpe de decreto. El mecanismo para conseguirlo fue la devaluación de la moneda. Eso formaba parte del caso, que fue un caos planificado por determinados sectores sociales para desmontar la estructura administrativa del país.
¿Qué tipo de debates teníais con los trabajadores?
En este proceso, nuestro trabajo era intentar convencer a los trabajadores y sindicalistas que no vendieran su participación en la propiedad de la empresa, sino que la reinvidicassen para su colectivo laboral. En el momento clave de la transición, cuando Yeltsin llega al poder, el que hace es estimar el valor de todos los activos del país y dividirlo por el número de habitantes para asignar a cada habitante una participación en el valor del país. Este cálculo se hizo de manera fraudulenta. La gente recibió una especie de acciones y los directores de una empresa, si querían comprarla, tenían que reunir las acciones que valía para que el estado se la cediese. Lo que hicieron los empresarios fue comprar estas acciones a los trabajadores, mucho de los cuales llevaban dos mesos sin cobrar, sufriendo calamidades, y dispuestos a vender su participación a bajo precio, prácticamente los precios que les ofrecieron, porque así salían del brete en que se encontraban. La falta de perspectiva política y conocimientos económicos llevó a que la gente se desprendiese masivamente de estas acciones. La diferencia salarial en la URSS era de uno a seis. En este período surgió un núcleo de unas 200 ó 300 mil personas que, de repente, podían comprar el país. La única manera de que aquello fuera posible fue, evidentemente, a través del fraude, el robo y la extorsión.

¿Qué pensaban los trabajadores?
En la URSS la percepción de los trabajadores era que el director de la empresa no era una persona que los estuviera explotando (y, de hecho, era así), sino un intermediario entre ellos y un poder central que se encontraba muy lejos, el Gosplan, la oficina central de planificación en Moscú. Esta persona intermediaba entre el centro y ellos de manera paternalista. Por ese motivo muchos obreros pensaban que la transferencia a estos directores mejoraría todavía más su situación. Así que les vendieron sus acciones. Pero, obviamente, cuando esta persona pasó a tener la propiedad de la empresa ya no se comportó del mismo modo.
Uno de los problemas añadidos era que, si había una incultura económica entre los trabajadores, también la había entre esta clase burocrática. Eso contribuyó a la caída del país. Muchos de estos directores ni siquiera sabían actuar como capitalistas. El primer error que cometieron fue, una vez apropiadas las empresas, capturar como beneficio económico toda diferencia entre costes e ingreso. Es decir, no amortizaron la maquinaria. Es un error grave. Ningún gerente en un país capitalista es capaz de cometer un error así, no entender que algún día tendrá que reponer la maquinaria. Como que se trataba de empresas públicas, la inversión siempre la hacía el estado, no partía de una acumulación interna en la misma empresa. En algunos lugares, cosas como alguna reposición, reparar el techo o poner las bombillas podía correr a gasto de la empresa, pero en cualquier caso la gran inversión procedía del estado. Y estos gerentes que se apropian de las empresas que habían hecho funcionar durante decenios siguen actuando al día siguiente como lo hicieron durante todo aquel tiempo.
Durante la URSS, el Estado se quedaba antes con los beneficios. Había corrupción, pero vista la corrupción que hay hoy en día, la corrupción de aquella época nos parece de risa. Corrupción, en aquella época, quería decir que el director se llevaba a casa un televisor o dos botellas de champán. Era una corrupción que tenía efectos sobre todo en el plano moral. El drenaje de recursos se hacía en la infeiciencia y no porque nadie acumulase grandes cantidades de bienes materiales, entre otras cosas porque uno de los aspectos de la cultura, de la sociedad soviética (tampoco necesariamente demasiado sano, pero era parte de como era la gente) era la envidia. Si el vecino tenía demasiadas cosas, inmediatamente se generaba un entorno agresivo. Quien tenía, tenía que esconderlo y no hacer ostentación, porque de lo contrario tenía quedar explicacions de dónde había salido todo aquello. Era una sociedad que se vigilaba mutuamente y la corrupción estaba limitada.
Cuando llegó el cambio, esta corrupción ya no es de un televisor, sino de coches, casas, inversiones, dinero que se saca rápidamente al exterior. Estos supuestos empresarios se quedan con la empresa, pero la gestionan mal, no hacen, por ejemplo, ninguna inversión. Muchos se convirtieron en simples liquidadores de empresas. Es decir, compraron la empresa y vendieron la maquinaria como chatarra. Es cierto que la situación era muy difícil. Tal era el caos dentro de la Rusia post-soviética, que una fábrica de tejidos, por ejemplo, tenía muchas dificultades para conseguir algodón, porque los transportes no funcionaban o la materia prima se robaba durante el transporte. Al final muchos optaron por vender la maquinaria a los japoneses como chatarra a cambio de tener una cuenta corriente en Suiza, pongamos por caso. En muchos casos se vendieron los terrenos o los apartamentos que eran propiedad de la empresa. Estas liquidaciones no ayudaron a la economía, más bien todo lo contrario: mucha gente terminó en la calle y sin nada, ya que había vendido antes sus acciones de la empresa.

¿Qué papel jugó el capital extranjero?
Las empresas que aún se resistían se vieron forzadas a vender la propiedad a empresas extranjeras a precios muy bajos, la mayoría de las cuales tenía como objetivo cerrarlas para terminar con la competencia. Para evitar una catástrofe, en Polonia, por ejemplo, tuvieron que aprobar una ley excepcional que prohibía la compra de terreno por parte de alemanes. En Rusia, las “inversiones” fueron, sobre todo, estadounidenses. Durante toda la transición había un cierto papanatismo hacia la superioridad estadounidense. El pueblo ruso se ve en este momento derrotado por una potencia que económicamente parece mayor y más capaz, y por lo tanto, el país a imitiar se convierte inmediatamente en los EE.UU. Al menos para una parte de la sociedad. La otra se convirtió al antiamericanismo, que se irá reforzando con el paso del tiempo. En sus inicios había un elemento racional en todo esto, porque los directores rusos se habían limitado en su mayoría a liquidar empresas, pero esta esperanza se desvaneció rápidamente. Estados Unidos no optó por construir un aliado estratégico ayudando a su desarrollo, sino que intentó arruinar al país tanto como pudo. Se siguió vengando del enemigo de la Guerra fría en el pueblo ruso. No era un problema que tuvieran solamente los antiguos dirigentes del Kremlin, a algunos de los cuales los trató i sigue tratando muy bien, sino que era un conflicto que tenía con el pueblo ruso. Y el pueblo ruso ha pagado este odio de sectores influyentes de Estados Unidos y sus aliados. Si algún país ha sido beligerante con Rusia, ése ha sido EE.UU. Yo creo que a medio plazo el antiamericanismo jugará un papel fundamental en Rusia, porque el pueblo ruso se siente engañado y estafado. Todas estas empresas, en el mejor de los casos, se convirtierion en plataformas de distribución de mercancías del extranjero.

De hecho, la dependencia externa continúa siendo uno de los problemas de la economía rusa.
Rusia pasó de ser un país que tenía todo tipo de producción industrial a convertirse en un país exportador de materias primas. Lo que acaba salvando a Rusia es el gas y el petróleo. Pero, claro, eso no es propio de un país desarrollado, es propio de un país de la periferia que compensa todas sus deficiencias estructurales exportando materias primas: petróleo, gas, madera...

¿Qué explica la pasividad de la población rusa? 
Hay diversos factores que explican este fenómeno. En primer lugar, políticos y culturales. La gente había delegado la política a los dirigentes. La idea general era que otro tomase las decisiones, porque tomar decisiones, después del estalinismo, era un asunto arriesgado. La URSS era una sociedad que teóricamente estaba en manos de los ciudadanos, pero éstos en realidad no participaban políticamente ni tenían cultura política. El efecto desmoralizador que supuso ver cómo estos dirigentes, que hasta hace cuatro días hablaban de socialismo, se convertían en los primeros ladrones, fue enorme. El péndulo pasó rápidamente de un lado al otro. El rico quería demostrar que era rico, entre otros motivos, para atemorizar a la gente que tenía a su alrededor. Yo no he visto en Occidente tanta ostentación como la que había en la Rusia de entonces: en coches, en vestidos, en escoltas (como el país había quedado en manos de mafiosos y la ley no se aplicaba, muchas cosas se solucionaban simplemente a tiros). Uno de estos “nuevos rusos” podía llevar una escolta de 20 personas armadas, con las armas visibles. Veteranos de Afganistán, mafiosos... Empujando a la gente por la calle en Moscú mismo. La sensación de impotencia ciudadana, en un país donde hasta entonces los policías ni siquiera llevaban pistola cuando patrullaban (casi nunca pasaba nada), augmentó considerablemente.

¿Cuál fue el proceso que llevó del entusiasmo al desengaño y después a la nostalgia? 
Si la gente pudiera votar, lo haría a favor de volver a la situación anterior. Pero las estructuras han cambiado. Y los cambios no son fácilmente reversibles. Es un proceso largo, pero como todo proceso social, hay cosas que se van acumulando lentamente, hasta que en un momento dado explotan y después se aceleran inmediatamente.
¿De dónde venían los problemas? En los años veinte el estalinismo despolitizó a la sociedad. La participación política se transforma en una sumisión cuasirreligiosa. Las decisiones se van delegando en escalas superiores de la jerarquía, porque cualquier decisión podía hacerte terminar en un campo de concentración. La gente s elimitaba a cumplir estrictamente las órdenes. Eso empobrecía la sociedad. El estalinismo transformó un país agrario en uno industrial. En los treinta existe la sensación de que Rusia está asediada y de que en cualquier momento serán aniquilados. La sensación tenía una base real. Como estamos asediados, se piensa, hay que acabar con el enemigo en cualquiera de sus expresiones, entre ellas la disidencia.
La Segunda Guerra Mundial reactivó la sociedad por la sensación, nada equivocada, de que, o ganaban, o eran destruidos como nación. Se puso marcha de nuevo toda la creatividad revolucionaria: la gente no espera a recibir órdenes y toma la iniciativa para producir, para combatir, para improvisar la defensa. Pero terminada la Segunda Guerra Mundial, todo eso se termina. Después de la Segunda Guerra Mundial, la sensación de ser destruidos desaparece. Jruschov intenta corregir las desviaciones del estalinismo, pero el legado es demasiado grande. Después lo intentaron Kossiguin, Andrópov y, finalmente, Gorbachov. En la historia soviética hay un intento permanente de salir del modelo de socialismo estatalista para ir hacia un modelo descentralizado: en la Nueva Política Económica (NEP) de Lenin, en el intento de reforma de Kossiguin o en la perestroika de Gorbachov. Pero la inercia siempre fue demasiado grande. Breznev destituye a Jruschov, y durante su mandato, que parece muy tranquilo, el estancamiento se extiende como un cáncer. Breznev hace, a grandes rasgos, una combinación para salir del brete: saca todos los elementos represivos del estalinismo, pero manteniendo sus funciones económicas, muy estatalizadas e ineficientes. No hay incentivos materiales, ni incentivos económicos. Los incentivos morales no tienen una duración estructural, sólo se mantienen en tiempos de crisis y guerra. ¿Por qué trabajaba la gente durante el estalinismo? Por miedo. El estalinismo era un sistema brutal e inmoral, pero, tristemente, que funcionaba económicamente. Con Breznev se mantiene la fachada ideológica a la vez que se eliminan los castigos, y el sistema, lógicamente, se va pudriendo, de manera que, cuando llega Gorbachov al poder años después, se encuentra con una productividad muy baja.
Te doy un ejemplo: durante una serie de visitas a una fábrica vimos a un hombre sentado en una silla sin hacer nada. Cuando preguntamos cuál era su función, nos respondieron que formaba parte de la plantilla. “¿Y por qué lo tenéis sentado?”, preguntamos. “Este hombre es un alcohoólico. Si lo ponemos en la cadena de producción nos causa problemas. Por lo tanto, preferimos tenerlo sentado y que no nos dé quebraderos de cabeza”, me respondieron. Eso tiene una parte humana importante (nadie se planteaba su despido), que forma parte de la ambivalencia moral de la URSS. Pero eso mismo destruía el país. Porque, a finale de mes, cuando aquella persona recibía su salario, era el mismo que el del obrero que había ocupado su puesto de trabajo de ocho horas, generando un sentimiento de agravio comparativo. Así que mucha gente comenzaba a plantearse por qué esforzarse si, en cualquier caso, cobraría igual. Todo eso hizo que la gente perdiese el interés y la motivación por su trabajo, y agravó la situación. Pero, ¿cuál era la situación? ¿Una vuelta al estalinismo, a la coacción? ¿Introducir mecanismos de incentivos salariales?

Muchos ven en la reforma de Gorbachov la brecha por donde se coló el capitalismo.
La reforma era necesaria. Pero en esta situación, la gran mayoría social era incapaz de tomar la iniciativa. No hubo ningún diálogo social para corregir este tipo de situaciones, apra encontrar soluciones justas en lugar de normalizar un hecho que no lo era. Era una salida complicada, que necesitaba mucha participación de la gente, porque en el momento en que se descentraliza la economía, la gente no acaba de entender la necesidad de un socialismo autogestionario. Todo el mundo ve que un socialismo estatalizado –y mucho más después de la experiencia soviética– retrae la iniciativa popular y tiene aspectos muy desagradables. Pero un socialismo descentralizado implica que la sociedad tiene que crear tipos impositivos, límites sobre qué nivel de desigualdad es aceptable, cuál es el salario base para que las personas marginales como la del caso anterior no queden en situación de riesgo de pobreza, etcétera. Y eso implica una gran participación social para reorganizar a la sociedad. Si la personas se retraen, si se niegan a participar, si se hace una asamblea de trabajadores y nadie habla, la reforma no es posible. Éste era el problema.
Quienes se apropiarion de los recursos también se apropiaron de la iniciativa política. Y buscaron la brecha, que fue efectivamente la reforma, para convertir lo que tenía que ser una reforma de carácter socialista en un paso en dirección al capitalismo salvaje en un período muy breve de tiempo. Se cuelan por esa brecha, pero no por la reforma en sí, sino por la pasividad política de la población. Una población que había perdido su protagonismo, que no entendía lo que sucedía después de años de escuchar que aquel socialismo en el que vivían era el correcto. Es una situación muy complicada. Esta misma tradición jugó en contra del cambio hacia un modelo de socialismo descentralizado.

¿Qué pasó con el Partido Comunista?
Todos los partidos posteriores salieron del Partido Comunista. Y no de cualquier sitio, sino de la dirección misma, del Comité Central. Después del golpe de estado de Yeltsin [en 1993], la misma persona que antes ocupaba un cargo seguia ocupándolo en el nuevo régimen, sin cambiar de despacho ni de teléfonos. Una pequeña parte de la gente continuó en el proyecto de transformación social, pero no fue el caso, obviamente, de la mayoría de dirigentes, todos los cuales procedían del PCUS. En el PCUS existía la sensación de que el negocio se había ido a pique y había que montar otro. Cada uno se montó su propio partido, buscando un pretexto ideológico. Para aquella gente, educada en la época de Brezhnev, donde cada vez había más diferencias entre lo que se decía y lo que se hacía, el ejercicio de la política era el ejercicio del cinismo y de la mentira. En lugar de hablar del pueblo soviético comenzaron a hablar del pueblo ruso y la iniciativa individual. Pero son las mismas personas, que a veces, con la fe del consverso, adoptan otro catecismo, con el mismo cinismo que tenía antes.
Recuerdo la siguiente anécdota: el alcalde de Bucarest tomó la decisión de destruir el monumento a Marx. Un socialismo fue a verlo para protestar contra el fanatismo de llegar a destruir una estatua de Marx, que no tenía culpa de nada, y pedirle que detuviera la demolición. La respuesta que le dio fue: “No te preocupes. Probablemente tengas razón. Pero ahora la gente nos pide que la destruyamos. Si consegues cambiar su opinión, ven a verme de nuevo para que la vuelva a poner.” La idea que había al detrás no es sólo la hipocresía de esta persona, sino que él se veía a sí mismo siempre como alcalde. Si para serlo antes tenía que colgar un retrato de Marx, ahora sólo tenía que cambiarlo por el de Milton Friedman. Y, si la gente cambiaba, entonces él sacaría el de Friedman y volvería a poner el de Marx.
El PCUS básicamente estalla en una serie de partidos políticos que después acaban convergiendo hasta lo que hoy es Rusia Unida. Tienen a algunos críticos con el gobierno soviético, pero básicamente se compone de antiguos funcionarios del partido y siguen funcionando del mismo modo que siempre lo habían hecho con sus aimgos, sus familias y sus círculos de influencia.

¿Y el núcleo duro del PCUS?
El PCUS se disolvió para disolver a la entidad que había designado a mucha gente en sus cargos. Al desaparecer esta entidad, nadie los podía echar, al menos tmeporalmente. Por ese motivo quien disuelve el PCUS es, básicamente, la misma dirección del propio PCUS. Y quieren una disolución rápida, no sea que haya otro golpe de estado y la nueva dirección los destituya a todos. Así se disuelve el organismo del cual, irónicamente, partía su legitimidad, en el que habían hecho carrera política y gracias al ocual ocuparon su cargo. El Partido Comunista restante se componía de una base social que, en buena medida, se sintió engañada, y que, adoptando una actitud nostálgica, lo reconstryue.

Pero sin ningún tipo de autocrítica y con un fuerte componente nacionalista.
La mayoría de dirigentes comunistas continua teniendo vínculos muy estrechos con el antiguo sistema. El Partido Comunista no ha jugado un papel radical de oposición a las medidas de liberalización. Juega un papel de acompañamiento, de “leal oposición”. Por otra parte, una parte de estos cuadros intenta recuperar la situación que tenía en el pasado.
Con el cambio de sistema se podía pasar de tenir mucho poder a quedar mal colocado. La gente que quedó mal colocada se quedó en el Partido Comunista, junto a muchos que seguían compartiendo le ideal socialista, pero es un ideal socialista que mira, sobre todo, al pasado. Para muchas deestas personas, el programa simplemente es volver a lo que había antes, a pesar de que la historia no vuelve nunca para atrás. Esta nostalgia hace muy difícil que a corto plazo pueda recuperar un papel relevante. Todo esto, en cualquier caso, es muy incierto, como lo son todos los procesos sociales. El Partido Comunista de la Federación Rusa (KPRF), que actualmente es el principal partido de la oposición, tampoco tiene propuestas serias.

¿De dónden surge el nacionalismo?
Surgen de la percepción, real, de que los están destruyendo...

¿Y fenómenos hasta entonces desconocidos, como la xenofobia?
No eran fenómenos desconocidos, ése es era el problema. Uno de los elementos que articula el estalinismo en los últimos años es el antisemitismo. Los judíos tuvieron el papel de chivo expiatorio de los problemas de la URSS, de lo que no funcionaba. Yo lo viví durante la época de Gorbachov, a quien también acusaban de ser judío sectores próximos a Yeltsin. La envidia hacia los judíos era muy grande, porque los judíos, perseguidos secularmente, vieron en la URSS la posibilidad de liberarse. Muchos de los dirigentes bolcheviques son de origen judío. ¿Por qué? Porque son un grupo perseguido y porque su tradición interna de grupo oprimido es muy importante, para sobrevivir en la sociedad, obtener una cualificación. En la URSS, cuando comienza a generalizarse el acceso a las universidades y academias, los judíos animan a sus hijos a estudiar. Como consecuencia, la representación judía en la intelectualidad era enorme. Eso se interpretó entre la población rusa como si los judíos se ayudasen entre ellos o incluso conspirasen contra los rusos étnicos. Yo recuerdo haber visto en Leningrado, poco antes de la disolución de la URSS, carteles que parecían propios de la Alemania nazi, con lemas como “los judíos están destruyendo a la Unión Soviética” o “los judíos nos roban”. El antisemitismo y el racismo fueron utilizados como válvula de escape para todo lo que fallaba en la URSS. A corto plazo, muchos judíos se marcharon del país, gracias también a la política de Israel, que favorecía su emigración, sabiendo perfectamente que se trataba de inmigrantes cualificados. Desde el punto de vista cuantitativo, puede que no fuera muy significativa, pero desde el punto de vista cualitativo sí que lo fue y contribuyó al declive del país.

¿Qué pasó con el resto de repúblicas soviéticas? 
En general no tuvieron muy buen final. No olvidemos que en las repúblicas bálticas la población rusa continua sin tener papeles. Con el argumento de que no conocen las lenguas propias de estos países se les niega el pasaporte y el derecho a votar. Hablamos de familias que llevan viviendo en el territorio desde hace generaciones, cientos de años. Y la Unión Europea permite esta aberración. Eso ha dividido el país en dos campos, porque son culturas y lenguas muy diferentes. Los rusos no son reconocidos en ninguna de las repúblicas bálticas como minoría. Evidentemente, eso genera un aumento del nacionalismo panruso y una dinámica muy peligrosa de cara al futuro. Los rusos que viven en Lituania, desprovistos de papeles, se convierten en mano de obra a bajo precio, que a su vez presiona el mercado laboral a la baja. Y además está la historia: los nacionalistas lituanos apoyaron a los alemanes durante la Segunda Guerra Mundia. Y dos generaciones son pocas.
La población rusa vive marginada, no tiene derecho a voto y en las zonas donde viven hay una falta de inversiones consciente y buscada. Todo eso tenía que haberse terminado con la Unión Europea, que teóricamente no permite este tipo de discriminación. Pero no ha pasado nada. Se ha permitido que estos países sigan funcionando así. De hecho, lo ha empeorado, porque el nacionalismo báltico se ve legitimado para continuar y aumentar esta discriminación.

¿El grupo de investigación continuó?
Continuó con muchísimas dificultades, y, desde el punto de vista institucional, está en la marginalidad. En Rusia los sujetos políticos continuan muy anclados en el pasado. El KPRF es un partido con muchas particularidades, especialmente en la dirección. Muchos de ellos tienen vínculos con gente muy alejada políticamente del comunismo. Cuanto más lejos queda todo aquello, cuanto más dura es la realidad, cuanto más pasa el tiempo, más se olvidan los defectos que tenía el sistema y más se idealiza. Hasta que no haya un cambio generacional es difícil que puedan surgir cosas nuevas. La primera generación que no tiene recuerdos y no ha estado implicada en aquel proceso, y que, por lo tanto, no tiene trapos sucios que esconder, ahora comienza a participar políticamente. Ya veremos lo que pasa.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Aristocracia en libertad

Manuel Humberto Restrepo Domínguez

La libertad fue quizá el valor que mas enalteció Thomas Jefferson, uno de los presidentes mas recordados por el pueblo de los Estados Unidos. También la libertad es el núcleo de origen de la constitución americana, quizá la que mejor ha conservado durante 200 años, su texto y su concepción original a pesar de sus múltiples enmiendas. Es recurrente que los llamados Estados de Derecho tengan en la libertad la base de su sistema democrático, aunque sus actuaciones permanentemente niegan lo que dicen. La libertad muchas veces es suprimida, para los llamados enemigos de la libertad en nombre de la seguridad para justificar sus despotismos. La principal preocupación de los gobernantes ilegítimos y despóticos de hoy es limitar el poder del pueblo y salvaguardar para si mismos y los suyos los privilegios todavía presentes, del que fuera llamado antiguo régimen, es decir del feudalismo con siervos, espadas y cruces, que aparentemente había sido derrotado hace doscientos años y sellada su derrota con las declaraciones de derechos de 1776 y 1789, fundadas en el pacto social de que libertad para todos, sin excepciones de raza, sexo, nacionalidad, condición social, conciencia política o culto. Pasan los años, llegan nuevas navidades, cambian los calendarios y el tiempo y la memoria ayudan a transformar las percepciones, pero la realidad se mantiene y profundiza un modelo de sociedad basado en desigualdades y exclusiones y un Estado cada vez mas despótico y alejado del ideal de justicia y bienestar de su pueblo. El ideal ilustrado de libertad fue interpretado en sus orígenes como la posibilidad de que cada ser humano mantuviera un derecho igual e imprescriptible a vivir independiente de sus semejantes, en todo aquello que le concierne solo a si mismo, y a organizar a su parecer su propio destino (A. De Tocqueville, Ensayo sobre el estado social, Francia, 1836). La expresión negativa de la libertad la conforman la independencia y la elección del destino propio y su expresión positiva se define en la ausencia de arbitrariedad del Estado como garante de derechos. Es decir libertad corresponde a la participación de la ciudadanía en la administración de los asuntos locales y la gestión de lo político, sin interferencia del estado. Es justamente aquí donde la libertad se convierte en derecho político incuestionable, en valor supremo de participación, que cuando es eliminado por ley o la virtud del gobernante queda al descubierto el despotismo aunque se invoque la democracia.
La separación de Democracia y Libertades pone en cuestión a las bases mismas del Estado de Derecho que se separa de valores distintos al ideal de la igualdad que venia unido a la libertad, pero ademas propiciado la alianza de la tiranía del poder ejecutivo con la del poder legislativo que se convierten en el peligro mas temible para la soberanía que recaía en el pueblo, mas aun cuando de tal alianza dependen los funcionarios judiciales y de control. Pero a la vez el Estado alienta el espíritu de mercado y sus destructoras prácticas que fomentan la riqueza individual y la posesión de objetos materiales a toda costa como pasiones mas comunes, que aparte de abandonar lo colectivo acogen la validez de la igualdad y el despotismo unidos en su seno. La libertad que era presentada como la única capaz de dar toda su grandeza a sociedades igualitarias preocupadas ante todo por el bienestar colectivo, aparece derrotada por quienes utilizan su nombre para poner el aparato del Estado al servicio de su modo de ser aristocrático y heredero de la monarquía y el feudalismo.
Para la aristocracia que todo lo justifica en nombre de la democracia, la libertad es un privilegio del que se declaran sus únicos poseedores, desconocen el ideal de que todos somos iguales y se definen iguales a si mismos, como los romanos que creían que solo ellos debían gozar de la libertad por ser romanos. Para la aristocracia mandar es su virtud, creen que les corresponde por derecho propio, los demás deben obedecer, tener sentimiento de obediencia, incluso de servilismo. La aristocracia cree que las instituciones nacieron por su privilegio y orgullo aunque conserven su espíritu religioso. Democracia y libertades han sido en Colombia apropiadas por la misma elite aristocrática, cuyas familias en el poder se cuentan con los dedos. En una parte del ultimo siglo marcado por la guerra, la política de terror del Estado y la mas cruel de las barbaries padres e hijos ocuparon la presidencia (López, Pastrana), otras familias han ocupado ministerios, cancillería, altos cargos (Ospina, Holguín, Gómez, Lleras), desde el árbol genealógico Santos han ocupado presidencia, vicepresidencia, ministerios y propiedad de medios. Presidente y su hijo presidiendo el senado y presidente e hija canciller (Gaviria, Barco). Padres ministros e hijos ministros o magistrados. Legisladores jubilados o presos e e hijos, esposas, tíos, sobrinos en su reemplazo. La formula aristocrática del poder y la riqueza se ejerce en democracia y se justifica con libertad, que como parece ser un privilegio exclusivo de la aristocracia, las movilizaciones sociales parecen optar por juntar sus capacidades y potencia en la noción y practicas de la dignidad.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Cuba y el precio de la independencia

Ángel Guerra Cabrera

Cuba concluye 2013 con una mortalidad infantil de 4.2 por cada mil nacidos vivos, índice que no alcanza ningún otro país de América Latina y el Caribe y ni siquiera muchos países desarrollados. Esa cifra la coloca en el selecto grupo de diez países con menor muerte infantil en el mundo precisamente en el momento en que en muchas otras naciones se reduce sustancialmente –como en la rica Europa– el gasto público destinado a educación, salud y al bienestar de la población.
Lo que quiere decir este dato es que en el año 55 del triunfo de su revolución Cuba continúa abrazada a la utopía. En un mundo donde es tan frecuente inclinarse ante Estados Unidos la isla no cede un milímetro ante sus enormes presiones y amenazas. Nada de políticas de ajuste, nada de apertura indiscriminada al mercado, nada de privatizaciones, nada de ceder un ápice de soberanía sobre sus recursos naturales.
Cuando podría suponerse que décadas de lucha merman sus fuerzas, se empeña en identificar sus propios yerros e insuficiencias, que en algunos casos hunden sus raíces en los vicios generados por siglos de dominación colonial y neocolonial o se deben a la copia de esquemas del llamado socialismo real. Lo hace con el objetivo de cambiar todo lo que deba ser cambiado para hacer sostenible y próspero el socialismo cubano. Pese a los enormes obstáculos y eventuales retrocesos, en el saldo general avanza, aunque a veces no lo parezca y los problemas a enfrentar se antojen insuperables.
Todo esto en situación de permanente hostilidad y tenaz bloqueo económico, comercial y financiero de su poderoso vecino del norte, castigo no impuesto con ese rigir a ningún otro Estado en la época contemporánea. Es el precio que Washington le hace pagar por atreverse a ser independiente y trazar su propio camino al futuro.
Quién lo hubiera imaginado en aquella América Latina de 1959, en plena guerra fría y delirante fobia anticomunista. Que un país de poco más de seis millones de habitantes, carente de recursos naturales estratégicos, un poco mayor en extensión territorial al estado mexicano de Durango y ubicado en las fauces del imperio más poderoso de la historia pudiera conquistar y mantener tanto tiempo su independencia ante aquel y desarrollar un proyecto de trasformación social de tal magnitud, que ha sido estímulo y ejemplo para todos los pueblos de la Tierra.
Para entender el conflicto entre Cuba y Estados Unidos es necesario estudiar la historia latinoamericana. Ella demuestra que la superpotencia no ha tolerado nunca a nuestros países desarrollar una política interior o exterior que se aparte de sus dictados. Acaban de cumplirse cuarenta años del sangriento golpe de Estado ordenado por la Casa Blanca contra el gobierno constitucional de Salvador Allende y en la última década hemos visto el montaje de una contraofensiva estadunidense para arrasar con la revolución bolivariana y con todos los demás gobiernos independientes y fuerzas populares de nuestra región. Poco importa que esos gobiernos hayan sido electos según las normas más estrictas de la democracia representativa. Si a Washington le preocupara la democracia como afirma no habría auspiciado tantas dictaduras militares ni sería tan íntimo de los petrorreyezuelos del golfo Pérsico.
En el caso de Cuba, su vecino del norte la ha sometido a un virtual estado de guerra no declarada desde 1959 que dura hasta hoy. De modo que es en esas circunstancias que ha conseguido las extraordinarias conquistas en salud, educación y desarrollo humano en general, que la colocan en esos campos a la cabeza de América Latina y el Caribe. Y es también en ellas que se enfrenta a sus deficiencias.
Cuba está saliendo del gran cataclismo social originado por el derrumbe de la URSS, que hizo colapsar gran parte de su infraestructura económica. Pero además, afectó severamente la disciplina laboral y social, efectos que aún se hacen sentir y constituyen una traba fundamental al desarrollo económico y social y a la satisfacción de las necesidades del pueblo, como se evidenció en las intervenciones de los funcionarios y diputados en la sesión de la Asamblea Nacional de diciembre de este año.
Allí Raúl Castro hizo esta puntualización al vecino del norte: Si realmente deseamos avanzar en las relaciones bilaterales, tendremos que aprender a respetar mutuamente nuestras diferencias y acostumbrarnos a convivir pacíficamente con ellas… de lo contrario estamos dispuestos a soportar otros 55 años en la misma situación.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/12/26/index.php?section=mundo&article=023a1mun
Twitter: @aguerraguerra

Petróleo, guerra, propaganda





Por su enorme despliegue global, la dependencia del aparato militar de Estados Unidos de los combustibles fósiles para su operación diaria es de tal dimensión estratégica y de seguridad, que sólo pudo soslayar ante la opinión pública la asfixiante e irresponsable embestida político-propagandística contra la nacionalización petrolera y artículos fundamentales de la Constitución protagonizada por una quinta columna, en espera de los despojos del atraco. El Departamento de Defensa de EU (DdD) es el mayor consumidor mundial, público o privado, de petróleo y gas, por lo que cabe aclarar la relación del petróleo, la guerra y la propaganda, del tipo registrado entre la CIA, Amazon y The Washington Post (WP) en torno a Wikileaks y la regresión energética en México.

Los lazos entre la cúpula petrolera, bélico-industrial, militar y el espionaje se desarrollaron en el siglo XX al calor del ascenso hegemónico de EU, en que la guerra entre potencias centrales es pivote al haber sido, hasta ahora, el árbitro último en todas las sucesiones hegemónicas registradas a lo largo de cinco siglos, como lo mostraron F. Braudel y G. Arrighi. Digo hasta ahora porque el mundo es un polvorín (www.cubadebate.cu) termonuclear, químico y biológico que no ha dejado, en momento alguno desde el fin de la guerra fría, de observar una continua modernización y un riesgoso despliegue balístico y anti-balístico inter-continental de corte terminal.

Como de desatarse procesos bélicos sin control a nivel mundial (con mecha en Medio Oriente por el petróleo), entre los primeros blancos de ataque contemplados estaría la respectiva infraestructura energética de EU y Rusia, principales operadores del arsenal nuclear, preocupa que los promotores del atraco a la nación, obnubilados por el negociazo, dejaran a un lado la dimensión estratégico-militar que acarrea la fusión del sector petroeléctrico mexicano a EU: llevaron a sus últimas consecuencias el largo proceso bajo impulso imperial (FMI-BM-BID) que desemboca en la abdicación del manejo directo de la exploración, explotación y conducción de energía y materia prima de enorme peso económico y militar, a unos EU que siguen el ominoso precepto kissingeriano de que el acceso al petróleo es causa de guerra.

Mutilados los artículos 25, 27 y 28, los vastos complejos económico-territoriales involucrados en la operación diaria de Pemex y la CFE pasan a firmas que operan desde la jurisdicción de EU, al cuidado de unas fuerzas de seguridad mexicanas sometidas a lineamientos de fusión bilateral de la Iniciativa Mérida y del Comando Norte del DdD de una potencia expansionista y belicista, involucrada en dos guerras mundiales y en el rosario de conflagraciones que siguió, de Corea a las guerras por los recursos contra Irak, Afganistán, Libia y la diplomacia de fuerza en Irán y Venezuela, nación hermana sede de la mayor reserva mundial de petróleo, amén de ataques que violan toda ley nacional o internacional, usando aviones no-tripulados contra blancos en otros países.

La imprudente abrogación constitucional de la nacionalización petrolera consumada por el PRIAN, fue aclamada por la cúpula petrolera de EU, sus persuasivos cabildos y medios como The Washington Post, entrelazado por su nuevo dueño al aparato de seguridad. En un editorial institucional ese rotativo, que acaba de informar que el apoyo de inteligencia de EU a México es el más grande fuera de Afganistán, proclamó sin rubor o el menor asomo de periodismo analítico serio, que la ruptura petrolera en México demuestra ”...cómo una democracia funcional puede hacer frente a los problemas más sensibles de una nación”... Aunque los beneficios no se verán en varios años, es un triunfo... que abre las puertas al despegue de México. ¿Por qué esta narrativa en tan abrupto y obvio abandono de los hechos? ¿Democracia funcional luego de la desaseada elección presidencial de 2012, sobrada de causales de nulidad por la masiva compra priista del voto de una población lanzada a la miseria y el hambre por el neoliberalismo? ¿Olvida el WP que PRI y PAN nunca plantearon en su plataforma electoral cambios constitucionales y menos de este calibre, negándose a una consulta ciudadana? ¿En EU no tienen derecho a saber de las graves omisiones, atropellamientos, irregularidades y cambios subrepticios en los procesos y el texto de la reforma, denunciadas por la oposición?

La insostenible narrativa institucional del WP ¿es porque, como dice Norman Solomon en el Huffington Post (18/12/13), el nuevo y acaudalado dueño del WP sea fundador y principal accionista de Amazon, que cerró un contrato con la CIA por 600 millones de dólares (más del doble de lo que pagó por el WP) por el manejo de la infraestructura cloud? ¿O fue un premio por desatar Amazon ataques en red contra Wikileaks cancelando su acceso a la Amazon Web Services, cuando transmitía cientos de cables internos del Departamento de Estado?

jsaxef.blogspot.com

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/12/26/opinion/025a1eco

¿Un movimiento sísmico en Oriente Medio? Los secretos del acuerdo histórico USA-Irán


Investig'action


El 24 de noviembre último, Estados Unidos e Irán concluían un acuerdo histórico. A cambio de una reducción de las sanciones, Irán recortaría y pondría bajo control su programa nuclear. El simple hecho de que los ministros de Asuntos exteriores de ambos países hayan querido encontrarse abiertamente era impensable hace unos meses y menos aun al principio de la república islámica. 
Los últimos sesenta años, las relaciones entre ambos países han sido especialmente tumultuosas. En 1953, para hacerse con el control de las riquezas petroleras iraníes, Estados Unidos y Gran Bretaña colaboraron en el derrocamiento del gobierno elegido de Mossadegh. El Sha gobernó con mano de hierro con el apoyo de EE UU. Finalmente en 1979 tuvo que ceder el poder a la revolución islámica. Después de esta revolución, EE UU sufrió el asalto de su embajada y la toma como rehenes de su personal.
Desde entonces Irán y EE UU son enemigos jurados. Al principio de los 80, cuando Iraq atacó con gas tóxico a centenares de miles de iraníes, sobre todo originarios de EEUU, la Casa Blanca miró para otro lado. En 1983 el ejército de EE UU fue expulsado del Líbano mediante un atentado bomba homicida que mató a 241 marines. Detrás del atentado estaba Hezbollah, el aliado más cercano de Irán en el Líbano. En 1986 el presidente Reagan quedó en muy mal lugar a causa del escándalo de Irangate. Desde el 11 de septiembre, Irán está en la lista del “Eje del Mal” (1).
En 2003 la invasión de Iraq redistribuyó las cartas en la región. Sadam Hussein, principal adversario de Irán fue eliminado y los chiitas llegaron al poder. Iraq dejó de ser un enemigo hereditario y pasó a ser un aliado. En ese momento Irán ya tenía mucha influencia en Siria, en el Líbano (Hezbollah) y en Palestina (Hamas). Y al revés, EEUU perdía gradualmente su influencia en Iraq. La hegemonía regional se inclinaba hacia Teherán.
No es casualidad que la controversia a propósito del programa nuclear iraní comenzara por entonces. La cuestión nuclear era por excelencia la palanca de Washington para restringir la influencia creciente de Irán y poner al país de rodillas.
Irán nunca tuvo ni tiene la intención de fabricar una bomba atómica a corto plazo (2). Llegar a tener un arma nuclear no es un objetivo esencial para las autoridades iraníes. Por otro lado, el país no está en disposición de lograrlo inmediatamente. Ni tiene suficiente uranio empobrecido, ni misiles fiables de un alcance significativo, como tampoco una fuerza aérea suficientemente equipada para alcanzar Israel. Si no fuera así, hace tiempo que Israel hubiera bombardeado sus instalaciones nucleares (3).
La primera resolución de Naciones Unidas relativa al programa nuclear iraní data de julio de 2006. Desde entonces, Washington ha hecho todo por aislar al país y arruinarlo. En 2003 y después en 2009, Irán había presentado propuestas tendentes a llegar a un acuerdo con EE UU, pero Washington las rechazó en ambos casos (4). Al final, después de todo, llegaron a ello…
No es la primera vez que Washington concluye un pacto con “el diablo”. Roosevelt colaboró (por un tiempo) con Stalin para derrotar a la Alemania nazi, y Nixon, después de la derrota de Vietnam, se puso de acuerdo con Mao para debilitar a la Unión Soviética.
En geopolítica, los principios o la ideología no juegan un papel muy importante; se trata de interés puro y duro. Y éste es el caso, una vez más. Echemos un ojo sobre estos intereses y sobre la cuestión de saber por qué las dos partes dieron tamaño giro y por qué ahora. Veremos también las ventajas que ambos países esperan obtener de este acuerdo.
Razones de Estados Unidos
Comencemos por EE UU. Cinco factores por lo menos explican por qué Washington buscaba un acuerdo y una colaboración con Teherán.
Sobrexplotación
El primer gobierno de Bush era un auténtico gabinete de guerra (5). Quería hacer plegarse a los países indisciplinados del Medio Oriente y de África. Desde el 11 de septiembre el objetivo de los cinco próximos años era, después de la conquista de Afganistán, “destruir” otros siete gobiernos: Iraq, Siria, el Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán. Pero Iraq y Afganistán desembocaron en un fracaso militar. Además de una catástrofe económica. Ambas acciones le costaron más del doble de la guerra contra Vietnam (6).
La guerra contra el terrorismo resultó palmariamente para EE UU un puente demasiado largo. La desilusión fue inmensa y Obama salió elegido con la promesa de retirarse de Iraq y de Afganistán. En el mismo contexto, un ataque militar contra Siria fue finalmente anulado (7).
Menor interés por el Medio Oriente
Hasta hace muy poco tiempo, el Medio Oriente tenía una importancia vital para el aprovisionamiento petrolero de EE UU. Pero cada vez lo es menos, gracias al desarrollo propio del gas de esquistos y de arenas bituminosas, así como a la explotación de grandes yacimientos en Canadá. Estados Unidos actualmente es el productor de gas y petróleo con el mayor crecimiento a nivel mundial. La importación de petróleo del Medio Oriente irá disminuyendo en casi un 40% de 2011 a 2017. Hacia 2020 EE UU llegará a ser exportador de gas natural (8).
El foco sobre China
En 1992, un año después de la caída de la Unión Soviética, el Pentágono declaraba: “Nuestro primer objetivo es impedir que un nuevo rival surja en la escena mundial. Debemos desviar a los potenciales concurrentes incluso simplemente a los que pretendan jugar un papel más importante a nivel regional o mundial”. Es la doctrina mantenida por no importa quién sea el presidente (9).
Esto hoy hace pensar en primer lugar en China. Para Hillary Clinton, la atención estratégica de EE UU debía centrarse en Océano Pacífico: “El futuro de la política se decidirá en Asia, no en Afganistán o en Iraq. Y Estados Unidos estará exactamente en el centro de la acción”. En un debate televisado con Romney, Obama, más explícito, calificaba a China de adversario (10).
Y no son sólo palabras. Todo alrededor de China, EE UU tiene tropas, bases militares, puntos de apoyo o centros de entrenamiento en 17 países o zonas marítimas: Tayikistán, Kirguistán, Afganistán, Pakistán, Mar de Arabia, Océano Índico, Estrecho de Malaca, Australia, Filipinas, Océano Pacífico, Taiwán, Corea del Sur, India, Bangladesh, Sri Lanka, Nepal y Malasia. Están previstas nuevas bases en Tailandia, en Vietnam y en Filipinas. Tiene colaboración militar con Mongolia, Uzbekistán, Indonesia y recientemente con Birmania. De aquí a 2020 el 60% de la flota americana estará estacionada en la región. Si miramos un mapa, no exageramos si decimos que China está militarmente cercada (11).
Una radicalización amenazante
Un cuarto factor es la radicalización de los yihadistas sunitas en la región. En Siria, milicias extremistas han metido mano y EE UU no puede controlarlas (12). En Iraq, 5000 personas han sido asesinadas por Al-Qaida sólo en los seis primeros meses del año. En el Líbano, igualmente, la situación está apunto de ser incontrolable. (13)
En el pasado, con mucha frecuencia el Pentágono ha colaborado estrechamente con grupos islámicos extremistas. Fue el caso de Afganistán en los años 80, en Bosnia en los 90, poco más tarde en Kosovo y recientemente en Libia y hoy en Siria. Pero a condición de que Washington llevara ventaja en ello. Washington está dispuesto a ayudar a hacer caer el gobierno pro-iraní en Líbano y en Siria, pero no para reforzar a los yihadistas trasnacionales, y menos aun para dejarse coger los dedos en los emiratos fundamentalistas. Jordania seguiría rápidamente con lo que Israel quedaría rodeado por regímenes extremistas. Es un escenario de pesadilla (14). A los ojos de Washington, los extremistas sunitas han llegado a ser un factor demasiado poco controlado y por ende un riesgo para la región.
Aliados regionales
Un quinto factor concierne a los aliados regionales de EE UU. Después de la “primavera árabe”, un cierto número de regímenes autocráticos de la región se han vuelto socios dudosos o débiles. Es el caso en primer lugar de Egipto, pero también del Yemen, de Jordania, de Bahréin y de Túnez. Y esto vale también para Arabia Saudita que además se encuentra en un delicado proceso de cambio de generación (15).
Washington había esperado que Pakistán fuera un apoyo importante para controlar la situación en Afganistán después de la salida de las tropas. Pero la guerra ha fuertemente debilitado a Pakistán y el país está enfrentado a una desestabilización interna a causa de los yihadistas (16).
Vienen detrás Afganistán e Iraq. En estos dos países, fueron instalados en el poder regímenes socios de EE UU. Pero parece que no están siendo tan dóciles como era de esperar. Cada vez más siguen sus propias iniciativas independientemente de la Casa Blanca y muchas veces en abierta contradicción. En este sentido Iraq, por ejemplo, rechazó abrir su espacio aéreo a EE UU para bombardear a Siria mientras que los iraníes pueden usarlo tranquilamente para asistir al ejército sirio. (17)
Ventajas para Estados Unidos
Es la conjunción de estos cinco factores la que explica por qué EE UU venía buscando un acercamiento a Irán. Ya no está en condiciones de dominar unilateralmente el mundo entero ni de elegir y controlar a sus aliados a la carta. Dosificar y equilibrar, ése es el mensaje. Zbigniew Brzezinski, super-consejero de varios presidentes de EE UU y jefe de orquesta de la política exterior de Washington en estos momentos, lo expresa así: “La nueva realidad es que ninguna de las grandes potencias está en condiciones de “dominar” Eurasia y por tanto, de “gobernar” el mundo. El papel de América, sobre todo después de haber perdido veinte años, debe ser ahora más sutil y jugar sobre todo en las nuevas relaciones de fuerza en Eurasia”. (18)
Gracias al acuerdo con Irán, Washington obtiene mayor holgura (militar) para concentrarse en otras regiones, en particular en la región del Océano Pacífico (19). No es que EE UU vaya a retirarse de la zona, sino que no quiere mantener una fuerte presencia militar que además de inútil, le impediría alcanzar otros objetivos prioritarios (20).
Una colaboración con Irán le permitirá manejar mejor la situación en Siria, sobre todo la amenaza yihadista. Y lo mismo la situación en Afganistán para después de la retirada de una buena parte de sus soldados en 2014 (21). El apoyo de Teherán le es igualmente indispensable para mejorar la situación en Iraq, en el Líbano y en Palestina (22). Finalmente, la colaboración con Irán hará disminuir la influencia de Rusia en la región después del 11 de septiembre. Es todo lo que va ganando Washington (23).
No es la primera vez que Teherán y Washington colaboran para contrarrestar a los yihadistas extremistas. Ocurrió ya en Iraq y en Afganistán respectivamente contra Al-Qaida y los Talibanes. Pero se trataba en cada ocasión de una colaboración táctica que no cambiaba nada la actitud globalmente hostil entre ambos y no tenía impacto alguno en las alianzas de EE UU en la región. Esta vez estamos ante una colaboración estratégica que redistribuye las cartas en el Medio Oriente. (24)
Con este acercamiento EE UU busca un equilibrio estratégico entre chiitas y sunitas. Ninguno de estos dos campos debe llegar a ser demasiado poderoso para prevalecer sobre el otro. Un Islam dividido cuyos polos aseguren el equilibrio y se neutralicen mutuamente juega el papel perfecto para el juego de Israel y EE UU. Es la estrategia del “divide y vencerás”, que tan buenos resultados siempre ha dado (25).
Ventajas para Irán
La invasión de Iraq no sólo fue una derrota para EE UU, sino que hizo bascular las relaciones de fuerza regionales a favor de Teherán. Iraq, el principal país chiita después de Irán, cayó en la esfera de influencia de Teherán. Siria y el Líbano ya estaban en esta esfera, y en Gaza también Teherán hacía valer su influencia vía Hamás. El país se ha desarrollado como gran potencia regional. El presidente Ahmadinejad (2005-20013) llevó a cabo una política exterior radical y segura (26).
Tres factores zapan esta posición reforzada: la guerra de Siria, la situación en Iraq y las sanciones económicas.
La guerra en Siria
Siria es la línea del frente en la lucha suno-chiita dentro del Islam con, a grandes rasgos, Irán de un lado y del otro, los sunitas de los países árabes y de Turquía. En este sentido es evidente que Irán hace todo lo posible por sostener a Assad. Pero esta guerra le está costando cara a un país sometido como lo está Irán a un embargo económico, con un coste evaluado en unos 9 mil millones de dólares al año (27).
Además, la guerra civil de Siria está evolucionando de una manera lamentable. Tolerados o apoyados por los estados del Golfo y Turquía, los yihadistas radicales tomaron rápidamente ventaja en el seno de las milicias. Siria se ha convertido en un vivero de combatientes islámicos sunitas ultra-radicales, bien entrenados y bien organizados. Esto es extremadamente alarmante para Teherán, tanto más cuanto que este foco extremista amenaza con extenderse al Líbano (28).
El caos en Iraq
En Iraq la situación evoluciona favorablemente para Teherán. Lenta pero inexorablemente, el país se cae en pedazos y el primer ministro chiita Maliki ya no lo controla. En el norte, el Kurdistán es semiindependiente. En muchas ciudades del centro del país el ejército se ha retirado y los sunitas radicales dictan la ley. En su lucha contra Al-Qaida, Maliki firmó una alianza con los jefes de los clanes más sunitas, pero éstos acaban de abandonar esta alianza. El gobierno central no tiene soberanía total más que en el sur chiita (29).
La esfera de influencia fuerte sobre la que Teherán había apostado no se ha conseguido. Con la guerra en Siria y la subida de yihadistas radicales en Iraq, Irán está hoy a la defensiva. Desde 2003 el país está cercado por las tropas USA o los yihadistas radicales.
Las sanciones económicas
Desde 2006, EE UU y la Unión Europea vienen apretando poco a poco el embargo contra Irán. Este embargo afecta no sólo al comercio sino también a las inversiones extranjeras, a lo que se suman los intentos de Estados Unidos para excluir a Irán del sistema bancario internacional (31).
Las repercusiones son catastróficas. Las sanciones cada vez son más dolorosas, sobre todo en estos dos últimos años. La inflación es del 40% sobre una base anual y el paro juvenil se eleva al 28%. Desde 2005 la pobreza ha pasado del 22 al 40%. En estos momentos, los ingresos del petróleo son inferiores al 60% de lo que eran en 2005. El valor del rial ha disminuido en un 70% y sólo en 2012 las reservas exteriores pasaban de 110 a 70 mil millones de dólares. En 2012 el PIB bajó en un 5,4 % (32).
En última instancia la situación es insostenible además de zapar la estabilidad política. La insatisfacción de la población está en aumento. Según un sondeo de finales de 2012, 48% de las personas afirmaban que las sanciones afectaban seriamente a su vida personal, aunque para el 35% no era el caso (33).
Son sobre todo los ingresos medios (34), es decir, la mitad de la población que está harta denla debilidad de la economía y del monopolio del poder por parte de las clerecía conservadora. En Egipto, en Turquía y en Brasil, fue la revuelta de los ingresos medios la que hizo temblar los cimientos del establishment político. Esta situación no ha pasado inadvertida para las autoridades iraníes (35).
Después de las elecciones de 2009 ha habido varias oleadas de protesta. Es lo que se ha querido evitar en las elecciones de junio últimas. El hecho de que el 51% de la población haya votado por Ruhani, aun cuando no era el candidato preferido del ayatolá Jameney, la más alta autoridad religiosa, es muy significativo. La dirección del país entendió la señal y dio luz verde a las conversaciones con EE UU. (36)
Salvar los muebles
Retomemos punto por punto los elementos iraníes. Después de la invasión de Iraq, las relaciones de fuerza regionales eran favorables para el país. Pero la combinación de la guerra en Siria, la situación inestable de Iraq y las sanciones económicas agravadas, lo pusieron en peligro. Teherán se dio cuenta de que no era demasiado fuerte, en las actuales circunstancias, para asumir el papel de gran potencia regional. Era pues tiempo de abandonar una política exterior radical y de sentarse a la mesa de negociaciones; tanto más cuanto que EE UU también quería reducir su presencia militar en la región (37).
A principios de septiembre, Obama quería bombardear Siria. Su intención no era eliminar al presidente Bachar Al Assad sino debilitar y frenar la ofensiva del ejército sirio. Al concluir un acuerdo con EE UU, Teherán pudo evitar este escenario nada ventajoso para él (38).
Gracias al acuerdo, Teherán puede consolidar su posición en Iraq y la posición de su aliado sirio sale reforzada. Irán queda de hecho reconocido como la gran potencia regional legítima y refuerza su posición ante Rusia y Turquía (39).
La mejora de relaciones con Occidente va a revivificar su economía. Nuevas inversiones extranjeras, urgentes para modernizar el sistema productivo, van a llegar rápidamente. La disminución de las sanciones pronto será visible en el bolsillo de los iraníes, lo que dará mayor legitimidad al gobierno (40).
Conclusión
El acuerdo que ambos países concluyen es provisional y tiene un alcance limitado. Pero si los dos respetan las cláusulas, este acuerdo desembocará en los seis primeros meses, en un gran acuerdo de cooperación. Lo cual podría ciertamente suponer para todo el Medio Oriente todo un seísmo.
Notas
2.- Es la conclusión de diferentes servicios de inteligencia de EE UU en 2012.
http://articles.latimes.com/2012/feb/23/world/la-fg-iran-intel-20120224. Oficiales superiores de los servicios secretos estadounidenses declararon que no hay pruebas formales de que desde 2003 Irán haya realizado ensayos para producir armas nucleares.
5.- Le vice-presidente Dick Cheney, como ministro de Defensa, fue políticamente responsable de la invasión de Panamá (1989) y de la operación ‘Desert Storm’ en Iraq (1991).
El ministro de Asuntos exteriores Colin Powell : antiguo jefe de estado mayor del ejército de EE UU durante la operación ‘Desert Storm’.
El ministro de Defensa Donald Rumsfeld : antiguo piloto, fue antes ya ministro de Defensa y embajador en la 'OTAN; con Reagan il suprimió la palabra « détente » [distensión](entre EE UU y la URSS) del vocabulario oficial.
El secretario de Defensa Paul Wolfowitz : trabajó como consejero en el Pentágono y ayudó a crear el « Central Command », espina dorsal de las fuerzas armadas durante la Guerra del Golfo; lanzó la teoría de los halcones de la unipolaridad según la cual, después de la caída de la URSS, EE UU debían dominar el mundo; dio clases en el National WAR College.
Richard Armitage, asistente del secretario de Estado: hizo carrera en el Pentágono y fue negociador durante la Guerra del Golfo y relacionado con una base militar en Filipinas.
James Kelly, Secretario de Estado adjunto, sirvió en la Navy y trabajó en el Pentágono.
I. - Lewis Libby: asistente del vice-presidente Cheney para asuntos de seguridad, trabajaba ya para el ministerio de defensa, fue condecorado por la Navy y lanzó con Wolfowitz la doctrina de la unipolaridad.
John Negroponte: embajador en la Naciones Unidas, una de las figuras clave de a guerra sucia y secreta contra los sandinistas en Nicaragua (decenas de millares de muertos, sobre todo civiles).
Richard Perle : consejero del ministerio de Defensa, miembro influyente de la American Free Entreprise Institute, un Think Tank ultra-conservador ; miembro de un grupo de trabajo que estudiaba cómo las tecnologías de punta pueden mejorar la productividad en el ejército; autor de « Hard Line ».
Source : Vandepitte M., ‘Irak : Startschot voor de Derde Wereldoorlog’, Brussel 2003, p.71-2.
12.- En el seno de los grupos rebeldes, los yihadistas han llegado a ser. El Ejército Sirio Libre, que es laico, cuenta con 50.000 combatientes. Los yidhadistas tienen de 54.000 a 69.000 combatientes, la mayoría extranjeros. La milicia más « eficaz » es la de la marca Al Qaïda, con Jabhat al-Nusra y sus 7.000 combatientes. Entre los yihadistas el reparto es el siguiente: El Frente Sirio de Liberación cuenta con 37.000 combatientes, el Frente sirio Islámico, de 10 a 25.000 y Jabhat al-Nusra, 7.000.
13. - Líbano: mismo enlace
18 .- Brzezinski Z., ‘Strategic Vision. America and the Crisis of Global Power’, New York 2012, p. 131.
En otros continentes también se han acrecentado las actividades militares. Estados Unidos tendría más de 700 bases militares o instalaciones en el extranjero. En América Latina, después de 60 años, vuelven a poner operativa la IV Flota. La CIA participó directa o indirectamente en golpes de Estado en Venezuela (2002) y en Honduras (2009). En 2009 el Pentágono creo el Africom, un nuevo comando militar que coordina todas las operaciones en el continente africano. Africom está hoy activo en 49 de los 54 países africanos y Estados Unidos tienen bases militares o instalaciones permanentes en al menos 10 países. La militarización de Estados Unidos en este continente aumenta cada día.
21.- El resto de las tropas USA permanecerán allí al menos hasta 2024: http://www.stratfor.com/geopolitical-diary/irans-geopolitical-priorities-south-asia
Para unos ingresos medios generalmente se calcula sobre al menos unos 12 dólares diarios: http://www.pewglobal.org/2009/02/12/the-global-middle-class/.
 
Traducido al castellano por Red Roja de la traducción francesa del holandés de Anne Meert para Investig’Action.