sábado, 31 de agosto de 2013

El Caradura de Obama

ahora habla de que debe atacar Siria para proteger la seguridad de EEUU. ¿Se defiende la seguridad de un país provocando guerras civiles en Libia y Siria? Hay que ser caradura para aterrorizar al pueblo estadounidense para involucrarlo en otra guerra. Otro alienado psicológico al servicio del 1%.

Siria no es Iraq

Los imperialistas sí son los mismos, lo mismos brutos o astutos criminales atracadores de países.: Para vengar 1400 muertes, de las que se les debería responsabilizar al ser ellos los que han creado la guerra civl en Siria, van a provocar eñ doble o 14000 o 140 000 o más- Blasapisguncuevas



“La decisión sigue adelante, igual que en la invasión de Iraq de 2003, excepto que ahora el comandante en jefe es el presidente Obama y sus compinches están en Londres y en París, y no es el presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”. Siria no es Iraq, sin embargo, la intensificación del drama en Siria nos recuerda al de Iraq en la invasión de 2003 a manos de la coalición anglo-estadounidense. Las teorías de la conspiración abundaron, la desinformación hizo que los periódicos y los dirigentes políticos engañaron a la opinión pública sin duda. Otra vez millones personas inocentes tienen que huir de sus casas; un gran número de personas están siendo asesinadas y la destrucción continúa. Estos son los hechos que nos constan.
Al mismo tiempo la flota estadounidense y barcos de la OTAN se reúnen en el Mediterráneo, las palabras de Chuck Hagel, secretario de Defensa estadounidense son: “[…] Estamos preparados para atacar”. Estados Unidos, un país moral, económica y políticamente exhausto, prefiere los misiles lanzados desde el mar que las botas sobre el terreno. La decisión sigue adelante, igual que en la invasión de Iraq de 2003, excepto que ahora el comandante en jefe es el presidente Obama y sus compinches están en Londres y en París, y no es el presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Washington ha dicho a los inspectores de Naciones Unidas desplegados en Siria para investigar los hechos “[…] No pierdan el tiempo. Es demasiado tarde para que cambien las cosas”, lo mismo que se les dijo a los inspectores desplegados en Iraq. Otra vez estamos ante un premeditado acto de agresión que se va a producir de forma ilegal y sin mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En la puerta del Consejo de Seguridad debería haber un cartel que dijera: “Hasta nueva orden, el Consejo está fuera de servicio”.
Las ramificaciones de las acciones militares contra Siria —en lugar de llevar adelante negociaciones multilaterales— son difíciles de prever. El precio lo pagará en primer y último lugar el pueblo sirio, que se ve forzado a unirse a los otros muchos que antes que ellos se han convertido en víctimas de la hipocresía hegemónica. Los enfrentamientos se intensificarán más allá de las fronteras de Oriente Próximo. La impunidad no sobrevivirá. Los ciudadanos del mundo están indignados e iracundos, pero algo es seguro: demostrarán su indignación.
El texto original en inglés fue remitido a la CEOSI por correo electrónico el 28 de agosto de 2013.

Traducción Paloma Valverde

Dictadores imperialistas disfrazados de demócratas humanistas

Si eres un pueblo, o gobernante, que se niega a ser colonizado por las multinacionales imperialistas y sus bancos corres el peligro de que los gobiernos imperialistas te den un golpe de Estado y suban al poder a un títere obediente, que diviidan al pueblo y lo lleven a una guerra civil, que invadsn tu territorio o descuarticen tu país. Sólo los imbéciles consideran demócratas a los imperialistas del complejo militar-industrial capitalista burgués. ¿Cómo pueden considerar a una sociedad basada en la esclavitud astuta una democracia? Y Conforme más necesidades debemos satisfacer más esclavos somos. La esclavitud astuta consiste en lo siguiente:

(Poco importa la proclamación del trabajo, porque con el nombre de proletariado el esclavo perdura. El que carece de propiedad en nuestras sociedades individualistas, vive obligado a someter su libertad y su fuerza productora al que mejor le pague. El salario es el precio de la servidumbre. Se contrata actualmente en el mercado público al jornalero poco más o menos como se contrataba antes al esclavo. Si la demanda sobrepuja a la oferta, el obrero puede hacerse pagar regularmente el alquiler de la fuerza. Si la demanda es inferior a la oferta, el precío del alquiler baja y queda a unos cuantos la libertad de despedazarse en la disputa por el apetecido mendrugo. Los más deben resignarse a perecer de hambre. Tal es el resultado efectivo de las conquistas democráticas. . Ricardo Mella Cea. Escrito en 1904)

 
En la esclavitud bruta el mercado libre incluía a los esclavos como una mercancia más a intercambiar, ahora el capitalismo burgués incluye a los esclavos asalariados como una mercancía más barata cuando su oferta es mayor que la demanda de trabajo. En la esclavitud bruta te vendían, en el capitalismo burgués, esclavitud astuta, te vendes tú mismo a cambio de un porcentaje menor de lo que en realidad produces,

Y riesgo tampoco faltaba en la esclavitud bruta. Seguro que les servía a los esclavistas brutos para justificarla. y justificarse.

El desencanto con Obama





Una de las transformaciones más significativas de la cultura política y mediática de nuestro tiempo ha sido la personalización de la política, incluyendo la política económica. Así, la elección del Presidente Obama se vio en amplios círculos de opinión mundial como un cambio enorme en EEUU, que auguraba transformaciones muy positivas en la política exterior y doméstica del país. Se creía que el Presidente Obama “cambiaría el mundo”, incluyendo también EEUU. La lectura de los editoriales de la prensa en el momento de su elección confirma esta observación. Una persona nos iba a salvar. Y se habló incluso del nuevo Presidente Roosevelt, el Presidente más popular que haya existido en la historia de EEUU, que fundó el estado del bienestar de aquel país, con el establecimiento de la Seguridad Social. Hoy, sin embargo, existe un gran desencanto de las fuerzas progresistas con el Presidente Obama. Muy pocas de las expectativas creadas en el momento de su elección se han realizado, lo cual se atribuye frecuentemente a fallas de su personalidad. En realidad, el desencanto era previsible pues el encanto estaba basado en una lectura de la realidad estadounidense profundamente equivocada. Los personajes políticos en EEUU son figuras visibles (que adquieren gran proyección mediática) afines a los intereses financieros y económicos que les han financiado y que configuran en gran medida sus políticas. Y el Presidente Obama no ha sido una excepción. Ha sido una figura moldeada por el capital financiero estadounidense, basado en Wall Street. Los indicadores de ello son contundentes. El último es el apoyo que la Casa Blanca está dando a Larry Summers para el puesto de Presidente del Banco Central Estadounidense, el Federal Reserve Board (FRB); Summers es también el candidato de Wall Street, el centro financiero de EEUU, y es uno de los personajes más despreciados por las fuerzas progresistas, dentro y fuera del Partido Demócrata.
Summers encarna al hombre formado en las universidades consideradas más prestigiosas de EEUU, formado para dirigir al país, comulgando sin ningún atisbo de duda o crítica con los dogmas económicos y políticos que configuran la sabiduría convencional de EEUU. En realidad, en su discurso económico, muestra un claro dogmatismo, además de una sorprendente ignorancia cuando uno va más allá de los cuatro dogmas que alimentan esta sabiduría económica convencional. Es, se mire como se mire, un producto claro del establishment estadounidense. Es una persona fiel servidor del capital financiero, por lo cual ha conseguido amplios beneficios.
Discípulo de Robert Rubin, el banquero por antonomasia de Wall Street (una de las figuras más poderosas e influyentes en Washington y principal asesor económico del Presidente Clinton), jugó un papel clave en deshacerse de la Ley Glass-Steagall cuando, como Ministro de Economía y Hacienda (Treasury Secretary) de la Administración Clinton, desreguló los mercados financieros, habiendo sido esta desregulación una de las causas del desastre financiero. Cuando fue Presidente de la Harvard University se distinguió por su discriminación frente a las escasas izquierdas existentes en aquel centro universitario y a las mujeres. Llegó a decir que las mujeres no estaban en lugares de prominencia científica porque no tenían una mente preparada para ese tipo de trabajo. Estas declaraciones forzaron su renuncia. Antes había dicho que los residuos nucleares deberían depositarse en África pues la corta esperanza de vida existente en aquel continente hacía a sus habitantes menos vulnerables a estar expuestos a los residuos.
En los primeros años de la Administración Obama se opuso a la expansión del estímulo económico. Desde que dejó el cargo público, ha estado ganando una gran cantidad de dinero en la banca y muy en especial en los hedge funds como D.E. Shaw & Co. La lista de bancos a los cuales ha estado asesorando y dando consejo (J.P. Morgan, Citigroup, Merrill Lynch y Goldman Sachs, todos ellos receptores de fondos de rescate públicos) es abrumadora. Con este historial, su nombramiento al frente del FRB sería ya la máxima expresión de la interconexión de la Administración Obama con Wall Street.
No sé si ocurrirá. Espero que no. Hay hoy una movilización en contra de este nombramiento, dentro y fuera del Partido Demócrata, que intenta pararlo. Lo cual me lleva al punto con el que inicié el artículo. Aunque los grandes personajes mediáticos son los que aparecen en los medios, los que en realidad configuran en gran medida lo que ocurre (y lo que los personajes hacen o dejan de hacer), no son solo los grupos económicos y financieros que financian las campañas electorales de tales personajes sino también las movilizaciones populares que batallan en contra de la manipulación del poder por parte de estos intereses económicos y financieros. El hecho de que el Presidente Roosevelt hiciera lo que hizo se debió a las grandes movilizaciones populares que le empujaron a desarrollar las políticas del New Deal que han beneficiado enormemente al pueblo estadounidense. Son estas movilizaciones de miles y millones de personas anónimas las que también pueden configurar el comportamiento de los grandes personajes.
Esta observación es de gran relevancia también para España. Sin movilizaciones en las bases del mayor partido de las izquierdas en España, PSOE, no habrán cambios en aquel partido, cuyo equipo económico y personajes afines (tal como el Comisario Europeo Joaquín Almunia), están estancados en el neoliberalismo promovido por el capital financiero. Este énfasis en esperar siempre la llegada del gran “salvador” (sea el nombre que sea) se basa en la lectura errónea de lo que pasa en realidad. Y esto ocurre tanto en EEUU como en España. Sin movilizaciones populares no habrá cambios en estas políticas ni en el gobierno ni en el mayor partido de la oposición. Así de claro.
Última observación
Cuando acabo de escribir este artículo, veo el discurso económico que ha hecho el Presidente Obama en el que se refiere a Amazon como ejemplo de empresa que otras deberían seguir, mostrando claramente su desconocimiento de lo que está ocurriendo con esta transnacional estadounidense, en EEUU y en Alemania. En EEUU Amazon (que acaba de comprar el Washington Post) está entre las empresas que desatienden más las condiciones de trabajo de sus empleados, habiendo sido fuente de conflictos. Este comportamiento ha creado también una gran conflictividad laboral en Alemania, donde su actitud antisindical ha chocado con los fuertes sindicatos alemanes, que han forzado cambios en sus comportamientos empresariales en Alemania (ver en Bussiness Section. The New York Times. 5 de agosto de 2013 p. 1 y 3). No descarto que el Presidente Obama no conozca estos conflictos pues el poder aísla mucho a los que lo disfrutan. Rodeados de grandes banqueros y hombres de negocios, las personas poderosas no conocen la realidad cotidiana de sus ciudadanos, interpretando el mundo a través de los primeros ignorando a los segundos. Y es lo que le ha estado pasando al Presidente Obama. Y es lo que está pasando con muchos de nuestros gobernantes (y aspirantes a gobernantes) en España también.
Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy, The Johns Hopkins University.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Mentiras verdaderas de la Casa Blanca para justificar sus guerras



La Arena

En 2003 George Bush atacó a Bagdad con falsedades de que allí almacenaban armas prohibidas. Barack Obama repite el libreto hoy para preparar una posible agresión contra Damasco.

Diez años atrás George W. Bush, su ministro de Defensa Donald Rumsfeld, el vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Estado Colin Powell y la asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice aseguraron que Irak estaba gobernado por una dictadura y tenía armas de exterminio.

Luego que 170.000 soldados estadounidenses y de países aliados invadieran el país árabe y asesinaran a un millón de personas -incluido el presidente Saddam Hussein- la verdad fue irrefutable: no había tales armas. Había sido un montaje para justificar la guerra imperial, aún sin la "luz verde" de Naciones Unidas.
Salvando las distancias, porque aún Siria no ha sufrido una ocupación similar a la de Irak, la historia parece repetirse. En las últimas semanas ha recrudecido la campaña internacional para intoxicar a la opinión pública y prepararla para que acepte como "humanitaria" una invasión contra esa nación árabe. El objetivo es derrocar al presidente Bashar Al Assad y poner a algún obediente a lo que digan las grandes potencias, como hicieron en Irak, Afganistán y Libia.
Ahora vuelve el montaje sobre las armas prohibidas. Supuestamente las tropas de Al Assad las habrían empleado contra los terroristas que libran una guerra interna desde marzo de 2011. La denuncia de estos grupos, amplificada por los gobernantes estadounidenses y europeos, es que el Ejército Arabe Sirio habría empleado gas sarín el 21 de agosto pasado contra la población civil de Ghouta, al este de la capital. La denuncia más rimbombante habla de 1.300-1.700 muertos, siempre achacados al gobierno. Otras certificaron la muerte de 355 personas.

Cuántos, quiénes y por qué.
El conflicto ha causado casi 100.000 muertos, según fuentes de Naciones Unidas. Las entidades extranjeras afines a los mal llamados "rebeldes" adjudican en forma casi total esos muertos al gobierno de Al Assad.
Sin embargo están documentados casos donde los miembros del Ejército Libre de Siria (ELS) asesinan a sus prisioneros y hasta le comen el corazón a uno de los abatidos, como se registraron en imágenes que ellos mismos subieron a las redes. Esos "rebeldes" emplearon el gas sarín, como pudieron constatar observadores extranjeros y juristas que con anterioridad se desempeñaron en la Corte Penal Internacional. El pasado sábado el gobierno halló armas químicas en un túnel de rebeldes en el suburbio Jobar de Damasco.
Sería bueno precisar cuántos fueron los muertos del 21 de agosto, si 1.700 o 355, como difundió la entidad francesa de Médicos sin Fronteras, aunque en su caso tuvo la honestidad de decir que no podía afirmar quién había sido el autor de ese ataque.
¿Realmente existió la masacre del 21 de agosto? El ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia cree que no. "Nos están llegando más evidencias de que este acto criminal tuvo una naturaleza claramente provocadora. En particular existen informes que circulan en Internet y que muestran que los videos sobre el supuesto incidente fueron colocados varias horas antes de que el supuesto ataque químico tuviera lugar. De este modo, se trató de una acción planeada de antemano", expresó.
El portavoz de la cancillería rusa, Aleksander Kulashevich, añadió: "los propios videos sugieren una puesta en escena. Los niños que se muestran, y que parecen drogados, no están acompañados de sus padres, que no aparecen ni muertos ni vivos en el lugar. Los muchachos aparecen desnudos mientras que las chicas aparecen completamente vestidas. No se ve ninguna estructura hospitalaria, ni siquiera clandestina, aparte de biombos y bolsas de suero. Curiosamente, no se ve ningún animal alcanzado por el gas, ni siquiera un pájaro, pese a que se trataría, según la oposición, de un ataque que causó 1.729 muertos".

Algo que no cierra.
Hace tiempo que la suerte de las armas, en el enfrentamiento entre el gobierno sirio y los grupos terroristas con armas y financiamiento de EEUU, Unión Europea, Turquía, Arabia Saudita y Qatar, se viene inclinando a favor del gobierno. Sus tropas fueron recapturando la mayoría de las poblaciones antes tomadas por el ELS, caso de Al Qusair, ciudad cerca de la frontera con el Líbano, donde los milicianos de Hezbollah colaboraron con dicha reconquista.
El sentido común indica que el presidente sirio no necesitaba el empleo de ninguna arma química porque las convencionales le estaban dando victorias.
En cambio, a los grupos terroristas como el ELS y Frente al Nusra, ligado a Al Qaeda, sí les interesa el uso del gas sarín y otras armas químicas. Ellos vienen perdiendo la guerra y agitar el hecho cierto o no del empleo de aquellas armas prohibidas, y facturárselo a Al Assad, sería la manera de provocar que Obama y sus socios se decidieran a una intervención militar directa. El presidente norteamericano había manifestado meses atrás que el empleo de esa clase de armas era la "delgada línea roja" que no le permitiría atravesar al gobierno sirio.
¿En esas condiciones, Al Assad iba a emplear armas químicas y dar la excusa perfecta a la intervención de EEUU y la OTAN?
Parece cosa de un idiota y el presidente sirio puede ser merecedor de críticas políticas, pero idiota no es. Es un gobernante díscolo que las grandes potencias quieren hacer desaparecer, para adueñarse completamente de Medio Oriente. Y en el caso de EEUU, para seguir su camino hacia Teherán, y Beijing o Moscú más tarde, en su larga carrera por la hegemonía mundial que ha perdido.

ONU está allí.
En 2003 Hussein permitió la inspección in situ a los observadores y técnicos de armas de la ONU, que no hallaron ningún arsenal prohibido. Del mismo modo Al Assad abrió Siria para que los enviados de la ONU husmearan en busca de armas químicas, antes incluso del supuesto ataque del 21 de agosto.
Tres días antes, un equipo de inspectores de Naciones Unidas bajo el mando del sueco Ake Sellstrom, llegó a Damasco para investigar el empleo de armas químicas. Ofende a la inteligencia creer que en esas condiciones Al Assad iba a ordenar el uso de ese armamento contra la población civil, que en buena parte aún lo sostiene como el poder legítimo. "¿Cómo puede el gobierno usar armas químicas, o cualquier otra arma de destrucción masiva, en una zona donde están emplazadas sus tropas? No es lógico", declaró el presidente al diario ruso Izvestia.
Producido el supuesto incidente, Siria convino con el secretario de la ONU, Ban Ki Moon, el arribo a su capital de la jefa de Desarme de la entidad, Angela Kane, para encabezar junto a Sellstrom la investigación. El canciller Walid al-Moallem y Kane se pusieron de acuerdo y ayer lunes se ponía en marcha la inspección a Ghouta. Al principio los tiros de francotiradores no permitieron a las cinco camionetas de los inspectores llegar a ese lugar, pero luego accedieron.
Todo indicaría que los francotiradores eran parte de los grupos terroristas y no del gobierno, que había autorizado la inspección. ¿Qué pasa? ¿El ELS y Frente al Nusra no quieren que se sepa la verdad?

Más peligro de guerra.
Dentro de las potencias, la más calenturienta con decretar una intervención en Siria era Francia, la vieja ocupante colonial de ese territorio desde su invasión en 1920 hasta abril de 1946. François Hollande parece decidido a agredir, incluso si EEUU no lo hace; superaría el nivel de colonialismo de su predecesor Nicolas Sarkozy respecto a la brutal campaña contra Libia.
¿Atacará Obama a Damasco? Las posibilidades han crecido, luego de la tremenda campaña de tergiversación sobre el empleo de armas químicas, al punto que el secretario de Defensa, Chuck Hagel, manifestó desde Malasia que el Pentágono estaba tomando decisiones. Ya tiene cuatro barcos de guerra en el Mediterráneo, que baña las costas sirias.
El jefe de la Casa Blanca, todavía no tomó la decisión. "Por otra parte todavía estamos en guerra en Afganistán, y también debemos tomar esto en cuenta", declaró. Fue una forma de decir que no está seguro de ganar dos guerras al mismo tiempo, lo que suena relativamente cuerdo, dentro de la locura imperial. El jefe de Estado Conjunto, general Martin Dempsey, es uno de los más refractarios a abrir un segundo frente.
Los militares de EEUU, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y Qatar se van a reunir en Ammán, Jordania, para abordar la posible guerra. Israel también sería de la partida. La lista de participantes revela el carácter injusto de la guerra que preparan: son potencias imperiales, socios de la OTAN, monarquías petroleras asociadas a Washington y el sionismo. Si esa coalición lanzara la guerra y eventualmente venciera en Siria, algo que no le será en absoluto fácil de lograr, se puede prever que el país árabe tendrá un retroceso de varios decenios, se convertiría en un protectorado estadounidense y base militar de aquellas potencias, con sus recursos naturales esquilmados y masacrada su población.
Frente a ese abismo, mejor parar la pelota y concretar la Conferencia Internacional de Ginebra-2 sobre Siria para buscar algún arreglo pacífico que resguarde la soberanía del país.

Fuente: http://www.laarena.com.ar/opinion-mentiras_verdaderas_de_la_casa_blanca_para_justificar_sus_guerras-100319-111.html


América Latina Lucha de clases y resistencia en la era del capitalismo extractivo. Por James Petras




Traducido para Rebelión por Silvia Arana

Introducción La lucha de clases es esencial para enmarcar cuestiones de régimen político, relaciones de clase, estructuras y estrategias económicas y distribución de la riqueza.
La lucha de clases posee un carácter internacionalista, especialmente en esta era de globalización imperialista; las corporaciones multinacionales, las organizaciones financieras internacionales y los estados imperiales intervienen directa o indirectamente, a través de estados colaboracionistas o testaferros, en la "lucha de clases entre los trabajadores y el capital". Esto es particularmente evidente en América Latina con el auge del capitalismo extractivo: las gigantescas corporaciones agro-mineras tienen un papel principal en la elaboración de políticas económicas, que van en detrimento de los trabajadores, de las comunidades y de los pueblos indígenas.
Las clases en lucha varían según la época y el lugar, dependiendo de condiciones socio-económicas y políticas, organización, trayectoria histórica, distribución del ingreso y sitios de explotación económica y despojo.
La naturaleza de las luchas y las demandas conflictivas entre trabajadores y capital varía en términos de alcance, intensidad, ubicación geográfica e intereses de clase. El rango de temas abarca desde demandas sectoriales específicas sobre salario y condiciones de trabajo hasta luchas más amplias que abarcan tanto políticas públicas sobre presupuesto, decisiones de inversión y derechos de propiedad como cuestiones de despojo, contaminación y los impactos destructivos en las comunidades locales.
En las luchas de clases participan dos rivales principales. La lucha de la clase dominante, "desde arriba", en la que varios sectores capitalistas usan su poder social, control económico y penetración estatal para maximizar las ganancias inmediatas y futuras, para monopolizar las asignaciones del presupuesto estatal, para limitar la parte del ingreso destinado a los trabajadores y para despojar y desplazar a pequeños productores y habitantes locales de las regiones ricas en recursos. La lucha de la clase popular, "desde abajo", involucra a una panoplia de clases abarcando a desempleados y a obreros de la industria, gremios públicos y empleados asalariados del sector privado, campesinos sin tierra, pequeños productores y comunidades indígenas. Sus demandas cubren un amplio rango que va desde una mayor participación en el ingreso nacional, la recuperación de tierras y recursos usurpados por el estado para las corporaciones agro-mineras, hasta un cambio sistémico en derechos de propiedad y relaciones de clase.
Uno de los determinantes clave del alcance y la profundidad de la lucha de clases es el "momento del ciclo económico" -el punto en el cual un modelo económico particular está en una fase ascendente o ya ha extenuado sus posibilidades y ha ingresado en su declinación y crisis. Por ejemplo, en años recientes presenciamos el auge del neoliberalismo, entre mediados de los 70s y fines de los 90s, un periodo en el que el capital estuvo en la ofensiva, librando una guerra de clases y revirtiendo los avances de los obreros y campesinos, privatizando la economía y saqueando el tesoro público. A fines de la década del 90 y principios del siglo XXI, el neoliberalismo entró en crisis, se intensificó la lucha de clases desde abajo, abarcando desde los movimientos de trabajadores desocupados de Argentina, a los movimientos indígenas de Bolivia y Ecuador que causaron la caída de varios regímenes y el surgimiento de gobiernos post neoliberales.
De igual manera, la declinación del mega-ciclo (boom de una década de las economías exportadoras de commodities) que comenzó en 2012-2013, está siendo acompañada por un auge de movimientos urbanos de masas que protestan contra las políticas de los regímenes post neoliberales en Brasil, Perú y Argentina.
Los cambios en las configuraciones económicas de América Latina, especialmente en la expansión de los sectores agro-mineros, financieros y comerciales y la caída del sector manufacturero han tenido un profundo impacto en la forma de la estructura de clase, la organización de los sindicatos y el conflicto de clase. La afiliación a los sindicatos ha sufrido una caída estrepitosa. En Brasil, los afiliados a los sindicatos decrecieron de un 32,1% a principios de la década del 90 (previo a la elección del neoliberal Cardoso en 1994) al 17% a mediados de los 90 en la presidencia de Lula (2005). En Argentina, entre 1986 y 2005, la cantidad de afiliados a los sindicatos bajó del 48,7% al 25,4%. En México, los afiliados disminuyeron del 14% al 10% entre 1985 y 2005. Chile es la excepción: comenzó con un índice bajo del 11.6% en 1986 y aumentó al 16% en 2005. Además, la caída de la cantidad de afiliados a los sindicatos ha estado acompañada por la disminución de la cantidad de obreros industriales, especialmente en las industrias de bienes de consumo que requieren mano de obra intensiva, afectadas negativamente por importaciones de textiles, zapatos, juguetes y otros productos de bajo costo desde Asia -como parte del intercambio entre exportadores agro-mineros e importadores de manufacturas.
El debilitamiento de los sindicatos va a la par con la disminución de la influencia política en las políticas estatales y un giro hacia la reducción de los salarios y empeoramiento de las condiciones de trabajo. A raíz de ello, hay menos huelgas y estas se enfocan en reivindicaciones de índole inmediata.
Los movimientos sociales masivos ocuparon el espacio social y político de la lucha de clases que había sido dejado vacante por los obreros industriales. En el campo, el movimiento anteriormente liderado por campesinos, indígenas y los trabajadores sin tierra durante la era neoliberal fue reemplazado por las luchas urbanas lideradas por trabajadores de servicios de bajos ingresos y empleados de clase media baja en el periodo post neoliberal "tardío". Esto fue puesto en evidencia por las luchas urbanas masivas en las que participaron millones de personas en Brasil en mayo-junio de 2013.
El cambio en las luchas económicas y sociales condujo a transformaciones fundamentales en la ubicación de las luchas de clases y en las demandas socio-económicas.
Antes de la década del 90, las principales huelgas, protestas y otras actividades de clase eran organizadas en el sitio de trabajo por trabajadores empleados y afiliados a sindicatos. Durante la década del 90 el eje de la lucha se trasladó a las calles, el campo y los barrios mientras que la lucha de clases era impulsada por trabajadores rurales sin tierra, obreros desocupados y la clase media en descenso. En la primera década y media del 2000, la ubicación de la lucha de clases se focalizó en las comunidades indígenas y de las provincias aledañas a la explotación corporativa agro-minera. Las luchas se centraron en la resistencia al despojo, a la erradicación y a la destrucción del hábitat. En los movimientos urbanos de masa de las principales ciudades brasileñas confluyeron personas de la clase media baja, trabajadores informales y estudiantes. Estos se organizaron en las calles: el centro de organización y confrontación se ubica en los barrios y comunidades. El blanco de ataque es el estado post neoliberal. El poder de convocatoria de los sindicatos ha disminuido en un ratio de 20 a 1. Dos millones de trabajadores participaron en marchas de protesta contra la corrupción masiva, la asignación injusta de los recursos presupuestarios y la caída de los estándares de vida y la calidad de servicios básicos de salud, educación y transporte.
La nueva lucha de clases está conformada básicamente por la joven generación de trabajadores no sindicalizados, muchos de los cuales son trabajadores del sector informal y trabajadores de servicios con salarios bajos, alto nivel de dependencia de los servicios públicos y sin protección social del estado.
La fisonomía compleja y cambiante de la "lucha de clases desde abajo" se corresponde con la continuidad y los cambios de la "lucha de clases desde arriba".
Las clases dominantes han cambiado de postura: pasaron de tener una posición de fuerza bruta -vía dictaduras militares y regímenes ultra-autoritarios al lanzar la contrarrevolución neoliberal a principios de la década del 70 y mediados del 80- hacia una postura de apoyo a la transición negociada a políticas electorales como un medio de consolidar el modelo e implementar rápidamente la agenda neoliberal en la década del 90.
Frente a las revueltas populares contra el neoliberalismo de fines de la década del 90, la élite agro-minera apoyó a los regímenes post neoliberales de centro-izquierda y se aseguró un lugar de privilegio en el nuevo modelo, aceptando el aumento de impuestos y los pagos de royalties a cambio de vastos subsidios estatales y apropiaciones de tierra a gran escala.
Con la caída del mega-boom (después de 2012) diferentes sectores de la clase dominante adoptaron distintas estrategias: algunos, sobretodo los sectores agro-mineros de Brasil, presionaron por un regreso al neoliberalismo dentro de los regímenes de centro-izquierda; otros, especialmente la unión agro-industrial de Argentina, organizaron "protestas masivas" para deteriorar al gobierno post neoliberal y la inversión inmobiliaria y el capital financiero internacional trasladaron capital hacia sitios más lucrativos en otras regiones.
Mientras que la lucha de clases en sus múltiples expresiones es una fuerza "constante" y en movimiento que determina estrategias económicas y la dirección de la política social, la forma organizativa que adquiere ha cambiado drásticamente en la última mitad del siglo. Incluso lo que aparenta ser una organización similar ("movimientos", "sindicatos" y "movilizaciones basadas en la comunidad") posee grandes variantes en su composición interna y en su modo de operar. Para aumentar la complejidad, las organizaciones cambian con el tiempo tanto en sus estructuras como en sus relaciones con el estado, según la tendencia política del gobierno en el poder.
Vamos a examinar algunos ejemplos:
En la década del 70, los sindicatos de Chile, Argentina, Perú y Uruguay estaban altamente politizados, tenían un papel principal en la movilización y en la unión con partidos y movimientos barriales promoviendo la socialización de la economía y la resistencia a las dictaduras militares. Así mismo, durante las últimas fases de las dictaduras militares en Brasil y Perú, los sindicatos militantes participaron en huelgas masivas para acelerar el advenimiento de políticas democráticas electorales. Posteriormente, con el surgimiento de los regímenes post neoliberales, la mayoría de los sindicatos participaron en negociaciones colectivas tripartitas sobre estrechas demandas corporativas, eludiendo cualquier lucha enraizada en la comunidad sobre cuestiones sociales y, en muchos casos, respaldando las políticas gubernamentales mediante sus líderes cooptados. En otras palabras, los sindicatos han tenido en diferentes épocas tanto el papel de "vanguardias sociales" y aliados de los movimientos de masa, como de mediadores del compromiso social o el de colaboradores activos y correa de transmisión del estado. El mismo concepto organizativo de sindicato abarca respuestas contradictorias a las demandas de la lucha de clases. Lo mismo sucede con los "movimientos sociales". Desde el comienzo de los regímenes neoliberales, y durante su accionar catastrófico los movimientos sociales tuvieron un papel de liderazgo cuestionándolos y derrocándolos ante la crisis económica. Los movimientos abarcaron un amplio abanico, desde los trabajadores urbanos desempleados organizados localmente en Argentina a los movimientos indígenas comunitarios de Ecuador y Bolivia, y a los movimientos de trabajadores rurales centralizados de Brasil. Con el surgimiento de los regímenes post neoliberales y el auge del mega-ciclo, los movimientos de desocupados (piqueteros) prácticamente desaparecieron en Argentina, sectores importantes del movimiento indígena, especialmente los cocaleros de Bolivia perdieron su autonomía y pasaron a apoyar políticamente al gobierno de Evo Morales, y el movimiento MST (Movimiento de los trabajadores rurales sin tierra) disminuyó su actividad de recuperación de la tierra en pos de los subsidios económicos de los regímenes de Lula y Dilma en Brasil.
Lo que es impactante en relación al concepto de "movimientos sociales" es que cuando disminuye la lucha de clases llevada a cabo por movimientos anteriores, establecidos y/o cooptados, movimientos nuevos y vibrantes irrumpen en la escena. En Bolivia el movimiento TIPNIS lidera la lucha contra las estrategias extractivas del gobierno de Morales. En Brasil, los movimientos de masas conformados por millones de personas desafiaron las políticas, prioridades y a los políticos corruptos del gobierno de Lula-Dilma. Movimientos eco-indígenas sobrepasaron a los sindicatos y los movimientos sociales cooptados en Ecuador, Argentina, Paraguay y Perú... Nuevas organizaciones de clase y organizaciones civiles dinámicas y enraizadas en la comunidad participan en confrontaciones masivas contra las multinacionales mineras extractivas y el estado en Colombia, Perú, Ecuador y otros países.
La dinámica del capital extractivo, con sus políticas extremas de erradicación, desplazamiento y desposesión de comunidades enteras, genera alianzas interclasistas y abarcadoras que desafían el poder y las prerrogativas del estado para dictar políticas de desarrollo, al menos en relación con la explotación regional de los recursos. Con la caída del mega-ciclo extractivo y la disminución de la demanda de commodities y de sus precios, mientras el crecimiento de China, India y el resto de Asia se desacelera, regresan los signos de una lucha de clases nueva, amplia, nacional (en oposición a regional). La élite debate estrategias de clase. Los sectores del capital extractivo demandan intensificar la producción para compensar la baja de precios; otros se aseguran recortes en impuestos y costos sociales; otros, en los regímenes post neoliberales hacen llamados a un "nuevo modelo de desarrollo" frente a la movilización de las masas (Lula Da Silva en Brasil). Los gobiernos post neoliberales, temerosos de la fuga de capitales, son presionados para hacer mayores concesiones impositivas a los capitalistas, por un lado, y por el otro, sienten temor ante los movimientos urbanos masivos que exigen mejoras efectivas en los servicios públicos y el empleo; vacilan entre las concesiones sociales y la represión policial.
Dado el alto grado de dependencia inscripto dentro del modelo extractivo, cortar las conexiones gubernamentales con el comercio de commodities, y construir un nuevo modelo equilibrado requerirá de un compromiso más profundo y amplio con las clases populares y un retorno a la lucha de clases desde abajo.
Estudios de caso de la lucha de clases desde arriba y desde abajo
La lucha de clases ha sido claramente internacionalizada. La intervención imperial es una parte central de la lucha de clases desde arriba y es endémica, ya sea mediante corporaciones multinacionales, inversión y desinversión, los golpes de estado promovidos por el imperio y las políticas desestabilizadoras o las invasiones militares -directas o a través de terceros países. La lucha de clases antiimperialista desde abajo es menos prominente, pero se manifiesta en la ayuda internacional y las políticas solidarias promovidas desde Venezuela con el ALBA, reuniones internacionales de estrategia campesina, de pueblos indígenas y movimientos de solidaridad. Sin embargo, lo fundamental de la lucha de clases contra la explotación halla su expresión en los movimientos de los oprimidos y los desposeídos, quienes solo pueden contar en última instancia con los recursos de sus propias bases -a diferencia de las clases dominantes, que dependen de sus aliados imperiales estratégicos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

viernes, 30 de agosto de 2013

Monsanto y Obama en guerra química contra la Naturaleza

¿Es Obama mulato o transgénico? ¿Es Obama descendiente de vendedores kenianos de esclavos o de keniamos libres? Lo que sí sé es que es un alienado psicológico por comer basura ideológica antisocialista, como la mayoría de la población bajo el régimen plutocrático burgués disfrazado de democrático y que se cree tal  porque se compara con el stalinismo en la época de las purgas.. Blasapisguncuevas



Al decidir una agresión militar a Siria, los aliados imperialistas la justifican en la supuesta utilización de armas químicas por el gobierno de Asad. Sudamérica hace más de una década que soporta un ataque de guerra química contra sus territorios por Monsanto y sus compinches. Y primero con Bush junior y luego por Obama, con la anuencia y complicidad indudable de los gobiernos de USA. En 2010 Obama realizó un viraje en la política de desarrollo agrario en USA y en su orientación en ese sector hacia el mercado externo. El nombramiento del hombre de Monsanto, Islam Siddiqui en dicho año como Jefe de Negociaciones Agrícolas del ministerio de agricultura fue el hecho clave que marcó esa mudanza. De la "ayuda alimentaria", imponiendo el exceso de producción agrícola estadounidense en el extranjero por medio del dumping /1, cambió para el eslogan de "seguridad alimentaria" que no era otra cosa que la imposición de los organismos genéticamente modificados (OGMs) y sus pesticidas, bajo la falsa promesa de mejorar la producción de alimentos en el extranjero. En realidad el cambio de estrategia de Obama fue la sustitución de las bolsas de trigo, arroz y maíz exportadas a precio de dumping contra los agricultores locales de países que cayeron dentro de sus sesgados Tratados de Libre Comercio, por bolsas de pesticidas, fertilizantes y semillas genéticamente modificadas. Una verdadera agresión global contra el planeta y su población /2.
EEUU no brinda ni promueve ninguna clase de “seguridad alimentaria”. La mayor parte de los alimentos del mundo no los produce la agro-industria. 1500 millones de agricultores familiares producen en pequeña escala más del 70% de los alimentos del planeta. Originan gran parte de lo que consumen con limitados excedentes, por lo general comercializados o canjeados en pequeños mercados. Esa es la realidad de grandes regiones en la India y China con más de 2/3 de la población mundial y también del continente africano, regiones donde el insumo más importante es el estiércol de los animales. El problema del hambre no se debe a los bajos rendimientos de la agricultura familiar. El mundo cuenta con 7 mil millones de personas y produce alimentos suficientes para 9 mil millones. Sin embargo en la actualidad hay en el mundo más de mil millones de hambrientos (más de 50 millones solo en EEUU). Al mismo tiempo, hay más de mil millones de personas con sobrepeso, muchos de los cuales son obesos y sufren de enfermedades relacionadas con una dieta de alimentos industrializados que puede ser tan mortal como el hambre. El hambre y la obesidad no son el resultado de los bajos rendimientos agrícolas, se derivan de la producción excesiva de alimentos tóxicos, del enorme desperdicio de alimentos en la comercialización e industrialización, de la escasez de alimentos orgánicos saludables en los países dominados por la agro-industria, y de la injusticia que rige la propiedad de las tierras agrícolas y la desigualdad en como los alimentos se distribuyen en el capitalismo.
Con la falsa política de “seguridad alimentaria” se completaba el panorama de la estrategia global estadounidense del gobierno Obama. Esta política agrícola es complementaria de la “guerra al terrorismo” que extendió la intervención militar estadounidense abierta o encubierta a casi un centenar de países, la “guerra contra las drogas” que proporcionó a la DEA el dominio del tráfico internacional de sustancias adictivas y la conducción de la economía por hombres de Wall Street que desataron una gran crisis económica-social mundial -iniciada en 2007-2008 y aún vigente- con la que subordinaron la economía planetaria la capital financiero internacional. A la “guerra al terrorismo” y la “guerra contra las drogas” se sumó “la guerra química contra la naturaleza”.
Fracaso transitorio de la ofensiva transgénica en Europa
La falsa “seguridad alimentaria” de los transgénicos y agro-tóxicos pasa desde hace meses en Europa por serias dificultades. En junio de este año Monsanto había anunciado en Alemania que ya no estaban haciendo trabajo de promoción de cultivos en el continente y que no buscaban nuevas aprobaciones para plantas modificadas genéticamente. Esto es debido a que la oposición a sus semillas biotecnológicas en muchos países sigue siendo alta. “Hemos llegado a la conclusión de que esto no tiene una amplia aceptación por el momento”, declaró a la prensa la portavoz de Monsanto en Alemania, Ursula Lüttmer-Ouazane /3.
El anuncio de junio fue preparatorio de una decisión trascendente para la salud europea. La transnacional de “biotecnologías” -y otros agro-tóxicos- anunció, el 17 de julio pasado, que retira todas las solicitudes de permiso depositadas en la Comisión Europea para cultivar maíz, soja y remolacha azucarera genéticamente modificados. Sólo pretende renovar la autorización para el cultivo de maíz tipo MON810, aunque varios estados miembros como Francia, Alemania e Italia, lo han prohibido en el ámbito nacional, tras las iniciativas ciudadanas en su contra. Monsanto advirtió que no pretende abandonar la comercialización en la UE de las semillas tradicionales. Esto último con Ucrania como principal objetivo.
En 2012, el grupo químico alemán BASF desistió de sus intentos transgénicos en el continente, desplazando su central de biotecnología vegetal a Estados Unidos, aceptando que la ingeniería genética está fuertemente contestada en Europa.
Es que, en setiembre de 2012, al hacerse por primera vez un estudio no controlado por la industria de semillas transgénicas, el científico Gilles-Eric Seralini de la Universidad de Caen y su equipo, publicaron una investigación que demostraba que las ratas alimentadas con una dieta que contenía NK603 (una variedad de semillas de maíz modificadas genéticamente para tolerar las dosis del herbicida Roundup) o a las que se dio agua que contenía niveles de este producto químico permitido en USA, murieron precozmente antes que las que siguieron una dieta sin estos elementos. Además, las hembras bajo dieta genéticamente modificada desarrollaron tumores mamarios y los machos daños severos en hígados y riñones. El estudio, publicado en la revista 'Food and Chemical Toxicology', debió hacerse en absoluta clandestinidad, ya que las multinacionales propietarias de las semillas alteradas genéticamente dominan un lobby que tiene sus tentáculos tanto en las Universidades, y centros de investigación, como en los ministerios de agricultura y las instituciones gubernamentales que liberan las autorizaciones estatales -y continentales en el caso de la Unión Europea- para las “dañinas novedades” de la biotecnología. Las comprobaciones de Seralini provocaron una conmoción en la opinión pública europea. A pesar de la inmediata ofensiva dispendiosa de “publicidad” en los medios, del lobby de Monsanto, BASF, Du Pont, Syngenta, Bayer, etc. para tratar de desacreditar la investigación, la reprobación de los transgénicos caló hondo.
El portavoz corporativo de Monsanto, Thomas Helscher, afirmó que la compañía quiere dejar claro que sólo buscará una penetración de mercado de sus cultivos biotecnológicos en áreas que entreguen un amplio apoyo. “Vamos a vender las semillas modificadas genéticamente sólo donde gocen de un amplio respaldo por parte de los agricultores, de un amplio apoyo político y de un sistema regulatorio en funcionamiento”, comentó Helscher a Reuters /4. “Hasta donde estamos convencidos, esto sólo se aplica a unos pocos países en Europa hoy, principalmente España y Portugal”, agregó. El 30 de julio pasado Greenpeace informaba que la superficie actual cultivada en España con transgénicos es de alrededor de 140 mil hectáreas -según el Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente-, lo que supone un aumento del 20% respecto a la superficie destinada en 2012. Tanto el gobierno socialdemócrata anterior como el actual de Rajoy, están a contramano de las decisiones europeas. No es difícil deducir que el lobby transgénico ha “lubricado” los engranajes de aprobación de sus productos, en un gobierno probadamente corrupto del Partido Popular.
¿Financial Times ecologista?
El principal periódico europeo del capital financiero, el británico Financial Times, editorializó el 21 de julio, que Europa tiene razón en ser cuidadosa con relación a las plantaciones transgénicas. En el texto titulado “Semillas de la duda” el medio en su versión electrónica recuerda que, aunque raros en Europa, los cultivos transgénicos representan cerca del 90% de todo el maíz, algodón y soja plantado en USA, donde mostraron que las ventajas productivas de las tecnologías son transitorias. Y agregan “Insectos están desenvolviendo nuevas formas de vencer las defensas artificiales de las plantaciones transgénicas. Las plantas transgénicas se expandieron y de igual forma los herbicidas a los cuales ellas fueron programadas para tolerar, lo que condujo al surgimiento de plantas invasoras también resistentes. Eso ha forzado a muchos agricultores a retomar los antiguos métodos para control de hierbas que ellos creían estar evitando cuando compraron las carísimas semillas transgénicas.”
El Financial Times también cuestiona las promesas de Monsanto de controlar la resistencia de las nuevas plantas invasoras con nuevas semillas transgénicas. “Monsanto acostumbraba argumentar que era improbable que sus semillas transgénicas originales llevasen al desarrollo de plantas con resistencia al herbicida, hasta que las nuevas “invasoras” probaron lo contrario. Científicos están corriendo el riesgo de entrar en una corrida armamentista contra la naturaleza, por la cual los agricultores serán forzados a pagar sin recibir a cambio ningún beneficio a largo plazo”. Que es lo que ya está pasando en Rio Grande do Sul, por ejemplo.
FT concluye su editorial diciendo que al evitar los cultivos transgénicos Europa renuncia a ganancias que USA disfruta desde los años 90’.”Si eso impide daños ecológicos que podrían comprometer de manera permanente la productividad agrícola, será un pequeño precio a pagar.”
En verdad las afirmaciones de Financial Times no son grandes novedades para los ecologistas latinoamericanos que vienen advirtiendo con los mismos argumentos hace más de una década.
Alertas
Es indudable que las declaraciones de los ejecutivos de Monsanto y el editorial de Financial Times son una consecuencia directa de la intensa actividad ambientalista y, en especial, de la Marcha Mundial del 25 de mayo 2013 contra Monsanto en 41 países del planeta. En las dos regiones donde se realizaron más manifestaciones fueron en USA y en los países europeos. En total hubo más de 400 marchas en distintas ciudades de todos los continentes. Este tipo de respuestas es lo único efectivo contra las multinacionales de los transgénicos y agro-tóxicos, porque conmueve la opinión pública y presiona sobre la clase política y las élites de los países.
Pero, como alerta el activista Gary Cameron no hay que confiar en las declaraciones de los inventores del Agente Naranja /5 y otros múltiples venenos. Y ejemplifica que en 1999 Monsanto hizo una oferta pública a la compañía de Mississippi, Delta & Pine Land para la adquisición de su patente sobre una nueva técnica de organismos genéticamente modificados (OGMs) radical, conocida oficialmente como GURTS (Tecnología de restricción de uso genético) popularmente conocida como la tecnología Terminator. Se trataba de una planta que “se suicida”, después de una sola cosecha, obligando a los agricultores a volver cada año a Monsanto para comprar nuevas semillas sin importar el precio o disponibilidad. La mala imagen de Terminator amenazó con descarrilar todo el proyecto de transgénicos aún incipiente. Gordon Conway, presidente de la Fundación Rockefeller, patrocinadora financiera de los transgénicos, convenció a la junta directiva de Monsanto de retirarse -por el momento- de las negociaciones con el fin de limitar los daños. Monsanto anunció entonces que no compraría la tecnología Terminator. Las ONG anti-OGMs lo consideraron una gran victoria y nada se supo durante siete años hasta que, sin alardes, en 2006 Monsanto anunció que estaba adquiriendo patentes Terminator. Con esta maniobra de postergación transitoria Monsanto logró desmontar la lucha ecologista contra Terminator /6.
Lo mismo puede pasar en la actualidad después de estos anuncios de Monsanto de retiro de solicitudes de permiso para sus OGMs en Europa. Al parecer de algunos investigadores, la multinacional a partir de ahora va a inscribir su ofensiva transgénica dentro de las negociaciones en curso sobre el Tratado de Libre Comercio entre USA y la UE /7. Por eso es que el presidente Barack Obama designó a Islam Siddiqui como jefe de las negociaciones agrícolas del tratado en curso. Cuando Obama lo nombró en su staff del ministerio agrícola en 2010, 98 organizaciones estadounidenses que representan a las familias de agricultores, trabajadores agrícolas, pescadores y la agricultura sostenible, el medio ambiente, los consumidores, la lucha contra el hambre y otros grupos, expresaron su oposición enviando una carta a los senadores del Congreso para que no aprobaran el nombramiento de ese “hombre de Monsanto” porque “él favorece sistemáticamente los intereses agro-industriales”..."sobre los intereses de los consumidores, el medio ambiente y la salud pública”. Afirmaban que la nominación de Siddiqui debilita gravemente la credibilidad de la administración Obama en la promoción de los sistemas locales de alimentos más saludables y sostenibles y que su nominación también envía la pésima señal al resto del mundo que Estados Unidos planea continuar por el camino fallido de altos insumos y alto consumo energético en la agro-industria mediante la promoción de pesticidas tóxicos, la biotecnología de semillas infames y acuerdos comerciales desleales con las naciones que se oponen a esta estrategia. Es que Siddiqui, entre 2001 y 2008 representó en Europa como lobbysta registrado a CropLife America, -cuyos miembros incluyen Monsanto, Syngenta, DuPont y Dow-, una asociación industrial de productores de pesticidas y productos transgénicos /8.
Inmunidad legal para Monsanto
Monsanto es tan consciente que sus productos afectan el equilibrio ambiental y la biodiversidad así como provocan cáncer y otras múltiples enfermedades, que usó al jefe de su bancada en el Congreso, el senador Roy Blunt, republicano por el estado de Missouri -donde tiene su sede Monsanto- y principal receptor de financiamiento de campañas electorales de la multinacional, para introducir en la Ley de Gastos de USA un texto que exime a Monsanto de ser demandado por los daños que sus cultivos y productos químicos causen. Llamada por los opositores de Ley de Protección de Monsanto, fue votada por el Congreso y luego firmada como ley por el Presidente Obama, a pesar de cientos de miles de peticiones de protesta para no hacerlo. Tanto Monsanto como otros proveedores de OMGs pasaron a tener inmunidad legal frente a los perjuicios que causen a la población estadounidense. Los tribunales federales no tienen ningún poder para detener su propagación, uso o venta. La única otra corporación de los EEUU que goza de esa inmunidad legal indignante son los fabricantes de vacunas farmacéuticas. El guerrerista Premio Nobel de la Paz, asociado a Monsanto y otras transnacionales del sector, otorga inmunidad legal a la guerra química contra la naturaleza en su propio país e impulsa una agresión similar contra Sudamérica.
Notas
1/ Se denomina dumping cuando un industrial lanza un producto con precio por debajo del costo real de producción, para arruinar a la competencia y monopolizar el mercado. O, en el comercio exterior, un país exporta productos con precios por debajo del costo de producción para eliminar los competidores extranjeros. El ejemplo más destacado del dumping agrícola lo realizó USA a México. El ingreso de granos y carne de USA a México con precios de dumping –debajo de los costos de producción– provocó en los productores mexicanos una pérdida de ingresos por 12 mil 800 millones de dólares entre 1997 y 2005 (mil 500 millones de dólares en promedio anual). Los productores de maíz fueron por mucho los más afectados, con quebrantos por 6 mil 600 millones de dólares, lo que condujo a la ruina y pérdida de sus tierras a muchos de ellos. El dumping de USA a México se desarrolló protegido por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Los productos agrícolas recibían subsidios en USA y eran apoyados allí con políticas que fomentaban la sobre producción. www.jornada.unam.mx/2010/09/18/procampo.html‎
2/ Dupont, Monsanto y Obama versus agricultores familiares del mundo. Freedom Food, 11 07 2010.
http://foodfreedom.wordpress.com/2010/07/11/dupont-monsanto-and-obama-versus-the-worlds-family-farmers/
3/ Global Research, 04 06 2013 http://www.globalresearch.ca/the-monsanto-protection-plan-monsantos-deception-game-on-gmo-in-europe/5337502
4/ Stop Monsanto (España) 31 05 2013 http://stop-monsanto.es/2013/05/31/monsanto-vamos-a-vender-las-semillas-donde-tenemos-apoyo-politico-y-un-sistema-regulatorio-en-funcionamiento-en-europa-principalmente-espana-y-portugal/
5/ El Agente Naranja fue uno de los desfoliantes utilizados por los militares de USA como parte de su programa de guerra química durante su ofensiva contra Vietnam (1961-1971). Las florestas fueron fumigadas para desfoliarlas y tornar al enemigo visible y los campos fueron envenenados para que el vietcong no tuviese que comer. Vietnam estima que 400 000 personas fueron asesinadas o mutiladas con las fumigaciones. En las áreas pulverizadas se multiplicó por diez el número de nacimientos de niños con anomalías físicas y genéticas. 500 000 niños fueron afectados como resultado de su uso. La Cruz Roja de Vietnam calcula que hasta 1 millón de personas son discapacitadas o tienen problemas de salud debido al Agente Naranja. Hoy el propio Departament of Veterans Affairs de EEUU asume que una cierta cantidad de enfermedades que afectan a sus veteranos de la guerra de Vietnam provienen de la exposición al Agente Naranja y otros herbicidas. Lo que les da derecho a recibir compensaciones por enfermedad o prestaciones de supervivencia. Son alrededor de dos decenas de enfermedades graves: varios tipos de cánceres respiratorios, múltiples enfermedades de la piel; leucemias, mielomas, linfomas (como la enfermedad de Hodgkin) y sarcomas; parkinson y varios tipos de neuropatías. http://www.publichealth.va.gov/exposures/agentorange/
6/ Gary Cameron. Juego de engaño de Monsanto sobre los transgénicos en Europa. Stop Monsanto. 06 06 2013. http://stop-monsanto.es/2013/06/06/juego-de-engano-de-monsanto-sobre-los-transgenicos-en-europa-stopmonsanto/
7/ Marianne Falck, Hans Leyendecker e Silvia Liebrich. O lado mais sujo da Monsanto. Outras Palavras. http://outraspalavras.net/destaques/o-lado-mais-sujo-da-monsanto/
8/ Gary Ruskin. Obama nombra como negociador agrícola a un hombre de Monsanto. Global Research, 05 de abril 2010 http://www.globalresearch.ca/obama-gives-key-agriculture-post-to-monsanto-man/18499
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Siria La pesadilla recurrente de la intervención occidental


Traducido para Rebelión por Christine Lewis Carroll

Es como una pesadilla recurrente. Una pesadilla en la que la historia insoportablemente familiar se desarrolla implacable, indiferente frente a la razón y la experiencia. Una vez más nos piden que creamos las afirmaciones de nuestros gobiernos acerca de las armas de destrucción masiva; una vez más éstos se adelantan a los esfuerzos de los inspectores; una vez más se burla a la ONU.  Una vez más las consecuencias reales de la intervención militar se desprecian o se minimizan. Las consecuencias se manifiestan diariamente en Irak, Afganistán, Libia y en otros lugares. Las consecuencias que, en este caso, incluyen la prolongación de la guerra civil en Siria y su extensión en la región.
Y una vez más somos testigos de la exhibición más desvergonzada de hipocresía. En boca de los guerreros de los aviones no tripulados, de los patrocinadores de la represión en Bahréin, Egipto, Israel, etc. y de los que utilizan agentes químicos en Irak y Afganistán, la frase “brújula moral” es realmente siniestra.
¿Por qué insisten en recrear esta pesadilla los dirigentes occidentales? Podría ser una prueba de perturbación mental, en cuyo caso sería colectiva, arraigada en el sistema.
No es nada nuevo que las potencias imperiales emprendan operaciones militares para «salvar la cara» o «apuntalar su credibilidad». Hay poblaciones en todo el mundo que han pagado un precio muy alto como consecuencia de ese tipo de ejercicio. No me creo que esta vez se trate de que Obama haya establecido una «línea roja» en el uso de armas químicas. Se trata más bien de la «credibilidad» general de las potencias imperiales de la región y de infundir el miedo, no tanto a Siria como a Irán. Se trata de recordar a todos los implicados que las potencias occidentales seguirán siendo los árbitros, la policía planetaria y que serán juez, jurado y ejecutor sin rendir cuentas a las personas afectadas.
Otro elemento inquietante del momento es que parece que los gobiernos occidentales irán a la guerra aunque sus pueblos estén abrumadoramente en contra. Es una bofetada en la cara de los millones de personas que se opusieron a la guerra de Irak y para todos los que creímos o esperamos que al menos habíamos conseguido establecer nuestra propia «línea roja» que los futuros gobiernos británicos tendrían que respetar. Esta vez ni siquiera fingen preocuparse de lo que se pueda pensar fuera de la elite política porque no perciben que su aventura entrañe ningún coste político. De modo que la intervención en Siria es, entre otras cosas, una confirmación de nuestra propia «crisis de representación».
Finalmente está claro ahora que la polaridad del «laicismo» contra la «religiosidad» es un espejo que distorsiona el mundo real y oculta las diferencias básicas entre la opresión y la resistencia, entre la democracia y la dictadura y entre los ricos y los pobres.
Fuente: http://www.mikemarqusee.com/?p=1459

¿Fin de la democracia?





Hay cada vez más dudas sobre si aún existe la democracia en este país, con voces destacadas declarando que tal cosa es nula y vacía. Noam Chomsky lo viene diciendo desde hace tiempo. Gore Vidal había concluido que el estadunidense era un sistema de un solo partido, con dos alas derechas. Algunos han afirmado que la creciente desigualdad económica, la concentración de riqueza, efectivamente, anulan la democracia. Otros advierten que esto ya es una plutocracia, y que tiene elementos de un Estado dictatorial o totalitario.

Chris Hedges, corresponsal de guerra y Premio Pulitzer, del New York Times, y más recientemente, ya como comentarista/analista independiente, concluye que, con el juicio y condena de Bradley Manning, el juego democrático ya se acabó en este país.

El veredicto rápido y brutal impuesto a Manning implica que nos hemos vuelto un país gobernado por gangsters, afirma Hedges en su columna en Truthdig la semana pasada. “Señala la inversión de nuestro orden moral y legal, la muerte de los medios independientes, y el mal uso abierto y flagrante de la ley para prevenir cualquier supervisión o investigación de los abusos oficiales del poder, incluidos crímenes de guerra. La pasividad de la mayoría de los ciudadanos de la nación –la población más espiada, monitoreada y controlada en la historia humana– ante el linchamiento judicial de Manning implica que ellos son los siguientes. Ya no quedan mecanismos institucionales para detener la trituración de nuestras libertades civiles más fundamentales… o para prevenir la guerra preventiva, el asesinato de ciudadanos estadunidenses por el gobierno y la anulación de la privacidad”, escribió.

Subrayó que la sentencia de Manning es uno de los días más importantes de la historia estadunidense: “marca el día en que el Estado formalmente declaró que todos aquellos que nombran y revelan sus crímenes se volverán prisioneros políticos o serán forzados, como Edward Snowden, y tal vez Glenn Greenwald, de quedarse en el exilio el resto de sus vidas. Marca el día cuando el país dejó toda pretensión de democracia… marca el día de remover la máscara de la democracia, ya de por sí una ficción, y sus sustitución por la cara fea y desnuda del totalitarismo corporativo…. Aquellos que no aceptan el poder estatal ilimitado, siempre el camino a la tiranía, serán perseguidos sin tregua. El miércoles nos volvimos vasallos”.

Chomsky desde hace tiempo advirtió que, en la práctica, esto hace tiempo no puede considerarse una democracia. Indica que sólo se tiene que observar que la cúpula política casi siempre obra en contra de los intereses de las grandes mayorías, y que logra esto manteniendo el disfraz de una democracia a través de un prensa subordinada y la industria de relaciones públicas. En un discurso la semana pasada, Chomsky relata que algunas de las encuestadoras de mayor prestigio han llegado a la conclusión de que “aproximadamente 70 por ciento de la población –70 por ciento inferior en la escala de riqueza/ingreso– no tiene ninguna influencia sobre las políticas (del país). Están efectivamente privados (de la participación democrática). Al subir la escala de riqueza/ingreso uno tiene cada vez más influencia sobre las políticas. Cuando uno está en la cima, lo que es tal vez una décima parte del uno por ciento, la gente esencialmente obtiene lo que desea, eso es, determinan las políticas. Entonces el término apropiado para eso no es democracia; es plutocracia”.

Más aún, y en esto tiene que ver con los denunciantes que revelan secretos oficiales, Chomsky recuerda que el poder tiene que mantenerse fuera de la vista pública y cita a uno de los politólogos más importantes del país, Samuel Huntington, de la Universidad de Harvard, quien indicaba que un principio científico es que el poder se mantiene fuerte cuando permanece en lo oscuro. Expuesto a la luz del sol, empieza a evaporarse. Manning y Snowden, subraya Chomsky, están encarcelados o perseguidos por su decisión de no entender este principio científico.

Pero no son sólo algunos periodistas furiosos e intelectuales públicos de la talla de Chomsky están advirtiendo que la democracia estadunidense esta anulada. El ex presidente Jimmy Carter, al hablar en un foro a puerta cerrada el mes pasado, abordó el tema del espionaje y las violaciones de derechos humanos que implica, y concluyó, según Der Spiegel, que Estados Unidos no tiene una democracia funcional en este momento en el tiempo. En entrevista semanas antes de esto, Carter ya había afirmado públicamente que aunque Snowden violó la ley al filtrar información secreta, “yo pienso que la invasión de derechos humanos y la privacidad estadunidense ha llegado a un punto extremo… creo que esta invasión de privacidad ha sido excesiva”.

Para el comentarista afroestadunidense influyente Tavis Smiley, escribiendo en el Washington Post, “la pobreza está amenazando a nuestra democracia; es ahora asunto de seguridad nacional. Como dijo (Martin Luther) King, la guerra es el enemigo de los pobres… E igual como King vivió bajo vigilancia constante, nuestro gobierno ahora parece estar espiando a todos nosotros”.

Juan Cole, el destacado intelectual público, y profesor de historia en la Universidad de Michigan, ofreció un comentario sencillo sobre cómo crear una dictadura en su influyente blog, Informed Comment, haciendo una lista de lo que se requiere, incluyendo clasificar como secreto todo crimen gubernamental y violaciones de la Constitución; espiar al público en violación de la Constitución; “criminalizar aún más a denuncias (de abusos del gobierno) como ‘terrorismo’” y criminalizar como espionaje la revelación de crímenes de espionaje del gobierno.

La cúpula política no se cansa de repetir que todo lo que hace tanto en el terreno de seguridad nacional como en sus políticas económicas y sociales es en nombre de la defensa de la democracia y la libertad y del sueño americano aquí y en el mundo. ¿Pero se puede defender la democracia en secreto y actuando como si el pueblo y los defensores de las libertades civiles y los disidentes fueran el enemigo?

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/08/26/mundo/023o1mun

Siria, democracia liberal y geopolítica




Introducción: Del liberalismo y del neoliberalismo
Las disyunciones exclusivas y maniqueas del tipo “democracia o autoritarismo” se encuentran atravesadas por cierta carga moral que postula que la primera es “buena” y el segundo “malo”. Se elude, así, realizar un análisis desprejuiciado de las implicancias que poseen distintos regímenes de gobierno.

Como de manera perspicaz sostenía Michel Foucault, el poder no es pura y exclusiva materialidad: no puede ser separado de las relaciones de saber y tampoco de los modos de constitución de subjetividad. Es decir que el poder no es una sustancia cuantificable, tal como se sostiene desde el pensamiento economicista que hace del poder un bien que se posee o, por el contrario, no se posee. El poder-saber atraviesa y constituye a todos los sujetos: hace de ellos esclavos, súbditos o individuos libres, transforma sus luchas en gritos revolucionarios o proclamas democráticas. Leer en esas transformaciones distintos modos de ejercicio del poder permite efectuar un análisis de mayor complejidad y, de este modo, evitar valoraciones rápidas y centrismos culturales que tienden a la homogeneización del mundo.

Según Foucault, el liberalismo como modo de ejercicio de poder (y no como ideología) se caracteriza por ser un consumidor de libertad. Efectivamente, lleva en su seno el mandato de lograr el menor gobierno posible, apuntalado sobre la libertad de los sujetos, constituidos como individuos. El neoliberalismo vendría a completar esta lógica cargando sobre los hombros de los individuos la administración de su propio riesgo. Ahora bien, continúa Foucault, si quiere consumirse libertad, es necesario producirla y organizarla. De este modo, el liberalismo pone en práctica una serie de técnicas (violentas) a fin de constituir a los sujetos en tanto individuos (en términos foucaultianos: las disciplinas). Además, no es posible hablar de la libertad en tanto universal, sino que es menester ubicar sus rasgos particulares, de qué libertad se está hablando: libertad de circulación, libertad de compra y venta, libertad de expresión, etc.

Contrariamente a lo que suele entenderse por neoliberalismo, Foucault plantea que el gobierno tiene un rol fundamental que jugar en él, pues es el encargado de expandir los mecanismos de mercado (mecanismos competitivos que comprenden a cada individuo como una empresa auto-gestionada) a toda la esfera social. De ahí que Foucault lo llame «liberalismo positivo». Y de ahí también que el intervencionismo sea fundamental. Lo que caracteriza al intervencionismo (neo)liberal es el cómo de su intervención, pues, al no poder intervenir directamente sobre el mercado y la economía (la teoría de la “mano invisible” de Adam Smith busca, precisamente, eliminar la idea de un soberano económico), interviene sobre el marco, el ambiente. En Nacimiento de la biopolítica, Foucault caracterizará entonces al neoliberalismo como un “máximo de intervencionismo jurídico y un mínimo de intervencionismo económico”.

De lo que se trata es de la exportación efectiva de cierto tipo de libertad a través de la constitución de sujetos individuales capaces de gestionar sus propios riesgos. Si la libertad debe ser producida para su consumo, los primeros momentos de esta producción suponen el ejercicio de la violencia. Alemania y Japón luego de la Segunda Guerra Mundial, América Latina y, ahora, Medio Oriente, son casos empíricos en los que un Estado social y planificador es eliminado en pos de la instauración de mecanismos de gobierno neoliberales.

Dicho esto, y pasando al plano mundial, es importante notar las diferencias existentes entre el ejercicio del poder en el marco del sistema westfaliano clásico, en el que prima la razón de Estado, y el mismo en el contexto del gobierno liberal mundial. De uno a otro, tanto los objetos y objetivos de gobierno, los modos de intervención, y las concepciones de espacialidad, se transforman.

El objeto de gobierno ya no es el Estado o el soberano, sino la vida de la población y de los individuos. Su objetivo deja de ser la supervivencia del primero, para pasar a ser el mejoramiento de las últimas. Por lo tanto, el principio de soberanía cae, dando lugar a prácticas intervencionistas que se llevan a cabo en nombre de la vida de las poblaciones y la libertad del individuo. Las intervenciones apuntan a modificar el marco en el que se despliegan estas últimas, con el fin de cumplir su objetivo. Para esto se hace necesaria una reconfiguración de la espacialidad, en la que los límites territoriales pierden relevancia. De este modo, el liberalismo y su versión neo no son comprendidos como ideologías, sino como racionalidades de gobierno, como modos de ejercicio del poder.
Ya que, como se sostuvo, el poder se ejerce a través de la constitución de subjetividades, esta última ocupa un lugar destacado también en el ejercicio del poder (neo)liberal. Éste puede ejercerse sólo a través de la constitución de individuos auto-gobernables, que asuman sus propios riesgos y sean responsables de sí mismos. Con el ascenso de la idea de la democracia liberal como “mejor forma de gobierno”, en el sentido de que la misma propicia el respeto de los Derechos Humanos, la paz entre las naciones (Tesis de la Paz Democrática mediante) y la libertad de elección del individuo, la posibilidad de constitución de este último aparece vinculada a dos instituciones de dicho régimen de gobierno: el mercado y las elecciones. De esta manera, el gobierno liberal mundial posee un objetivo estratégico integracional que aspira a la homogeneización del mundo (tanto de los Estados como de los individuos) a imagen y semejanza de las potencias liberales occidentales y sus poblaciones.

Descartando lecturas que apuntan a la hipocresía de los discursos y a los intereses materiales ocultos detrás de los llamados a la libertad, y devolviendo a su lugar la importancia del saber en la actualización del poder, es en este marco de ejercicio liberal del poder mundial en el que puede entenderse que la llamada “Primavera Árabe” haya sido construida como una lucha de los pueblos árabes oprimidos por la libertad y la democracia (ambos significantes homologados).

Ahora bien, la emergencia de un modo de ejercicio del poder no supone la desaparición del anterior. Por el contrario, se produce un movimiento de recuperación y resignificación del mismo. De esta manera, las luchas geopolíticas y los objetos y objetivos propios del marco de la razón de Estado conviven con el gobierno liberal, confluyendo políticas y modos de intervención propios de las potencias e instituciones internacionales liberales con otras que no lo son. En el caso de Medio Oriente, la importancia geopolítica y geoestratégica de la región no puede ser despreciada. De allí que los resultados de la “Primavera Árabe”, con los cambios tanto de régimen como de gobierno en sí que supone, afecte directamente la configuración de relaciones de poder mundiales y regionales.

La estrategia liberal integracionista llevada a cabo por la administración Bush en la región, suponía el ensamblaje de la democracia liberal y el neoliberalismo económico y, entre otros ejemplos, supuso el cambio de régimen y de gobierno en Afganistán e Irak y el ejercicio de presión para la apertura política y económica de aliados (Arabia Saudita y Egipto, principalmente) y de enemigos (Libia y Siria). Antes del comienzo de la “Primavera Árabe”, esta estrategia ya había afectado tanto la geopolítica mundial como la regional.

En el caso de Siria, supuso la profundización de la neoliberalización de la economía comenzada por el entonces Presidente, Hafez al-Assad. En efecto, el 10º Plan Quinquenal, delineado por el gobierno de Bashar al-Assad para los años 2005-2010, fue alentado por Estados Unidos y la Unión Europea. El mismo se define como ‘amigo del mercado’ y está sostenido por cuatro pilares macro y microeconómicos que suponen, entre otras cosas, como preocupación central mantener bajos niveles de inflación, reestructurar las empresas estatales y transformarlas en corporaciones, revisar los subsidios y adoptar ‘un enfoque prudente del manejo fiscal’, una liberación gradual de los precios y los mercados de modo tal de convertir al mercado en el modo fundamental de veridicción, la apertura de las fronteras al comercio a través de la reducción o la eliminación de las tarifas aduaneras y el aliento a la inversión extranjera.

El objetivo del presente artículo es actualizar la información aparecida en un artículo del Anuario anterior de similar enfoque y, a través de ella, dar cuenta de los cambios que tuvieron lugar en Medio Oriente con la llegada al poder de nuevos actores y, por consiguiente, de las modificaciones de la conducta de los actores implicados en el último año, partiendo del supuesto de que Siria es hoy campo de una intervención de hecho –aunque no abierta- y campo de batalla de fuerzas que se encuentran disputando tanto la región como el mundo. El situar este conflicto en el marco del gobierno liberal es necesario a fin de ubicar a los llamamientos a la democracia (liberal) y las disyunciones exclusivas que se establecen en torno a ella no en el marco de una proclama moral, vinculada a valores, sino a una inescindible del modo de ejercicio del poder a nivel mundial.

La intervención en Siria no es unidireccional ni simple. No hay que hablar de Rusia, Irán, China y el gobierno de Al-Assad en contra del resto de los países. Entre estos últimos también existen enfrentamientos, una de las razones que explica que Bashar al-Assad aún hoy permanezca en el poder después de casi dos años y medio de una lucha en su contra. Los enfrentamientos entre los opositores al gobierno sirio no se reducen a aquéllos existentes entre el Frente Al-Nusra, con vínculos con Al-Qaeda, y el Ejército Sirio Libre (ESL). Existen también divergencias entre los socios de la Península Arábiga, Arabia Saudita y Qatar: mientras que Riad apoya a unos, Doha hace lo propio con otros. Sus aliados más cercanos también difieren: en el campo saudí pueden ser colocados, aunque también con diferencias, Estados Unidos y Jordania; en el qatarí, Turquía y, hasta la caída de la Hermandad Musulmana (HM) en Egipto, a este país árabe y sus aliados de Hamas. Este enfrentamiento entre países del Golfo podría verse modificado por la renuncia del ex Emir de Qatar, Hamad bin Khalifa Al-Thani, y la llegada al poder de su hijo, Tamim bin Hamad Al Thani. En este sentido, no debe pasarse por alto que la primera visita a un país extranjero que realizó el flamante Emir qatarí, fue a Riad. Por otra parte, el apoyo de Irán, Rusia y China al gobierno de Al-Assad presenta distintas intensidades y formas.

Ahora bien, antes de comenzar el análisis del rol jugado por cada uno de los Estados y movimientos exteriores implicados en el conflicto en Siria, es necesario hacer un repaso que permita acomodar y organizar la confusa maraña de organizaciones sirias y extranjeras que, o bien buscan beneficiarse de una posible caída de Bashar Al-Assad, o bien están combatiendo en el terreno.

La oposición siria

A pesar de que resulta de extrema dificultad separar a los actores sirios opositores de países extranjeros que, en líneas generales, los financian y apoyan políticamente, aquí se presenta una sucinta guía para comprender cuáles son las fuerzas implicadas en Siria y los lazos que existen entre ellas y entre ellas y el exterior. Otro artículo diferente en el mismo Anuario se encarga de analizar las fuerzas externas interventoras.

La primera institución que se creó con el objetivo de aglutinar a una oposición que aún hoy brega por su unidad, fue el Consejo Nacional Sirio (CNS). El mismo es una coalición de grupos opositores, formada en octubre de 2011 con la intención de ser tomada por las potencias liberales occidentales como un posible socio tanto en el proceso, como en una eventual salida del poder del Presidente sirio. Desde el 10 de noviembre del año pasado su Presidente es George Sabra. El CNS fue sospechado de estar bajo el dominio de la Hermandad Musulmana (HM) siria[2]. Ante estas acusaciones, la HM se defendió aduciendo que “apoyó la revolución desde un principio. Comenzamos movilizando y uniendo a la oposición. Así se formó el Consejo Nacional, y cedimos muchos asientos de la Hermandad con el fin de darle a la oposición una oportunidad para una participación más positiva (…) La presencia de la Hermandad asciende a menos de un 10%”[3]. Lo cierto es que la HM tuvo y tiene presencia en el conflicto, apoyada en su momento por Turquía, Egipto, Qatar y Hamas. El apoyo de estos tres últimos actores se ha puesto en duda con la caída de la HM en Egipto y la transferencia de poder en Qatar. Estos acontecimientos resultaron en una pérdida significativa del poder de la HM en la región, celebrada, en una primera instancia, por el gobierno de Al-Assad.

Quizá por el dominio de la HM de esta institución y por la desconfianza que este movimiento genera tanto en Arabia Saudita como en Estados Unidos, pero oficialmente por el hecho de que falló en su objetivo (entre otras cosas, controlar las tropas en el terreno), fue fundada otra institución aglutinadora de la oposición, denominada Coalición Nacional de las Fuerzas Revolucionarias y de Oposición Sirias (CNFROS). La misma, con sede central en El Cairo y creada en noviembre de 2012 en un encuentro en Qatar entre grupos opositores dispersos y el CNS, buscó, asimismo, “ser más inclusiva”. La CNFROS ocupó el lugar de Siria en la reunión de la Liga Árabe que tuvo lugar el 26 de marzo pasado en Doha. Asimismo, fue reconocida como la representante legítima del pueblo sirio por 120 Estados y organizaciones, entre ellos, Estados Unidos, la Unión Europea, Turquía, la Liga Árabe y el Consejo de Cooperación del Golfo. Esta organización, a diferencia del CNS, cuenta con el apoyo del Ejército Sirio Libre (ESL). Sin embargo, no tiene el apoyo del Comité de Coordinación Nacional, una institución que representa a los grupos opositores internos que rechazan la violencia y quieren negociar con el gobierno de Al-Assad. Tampoco tiene el apoyo de otras agrupaciones armadas que están combatiendo en el terreno, como el Frente Al-Nusra.

Las disputas al interior de la CNFROS reflejan aquéllas existentes entre Qatar y Arabia Saudita y los pesos relativos de uno y otro Estado en el manejo del conflicto. En efecto, el primer Presidente de la Coalición fue el clérigo sunnita Moaz al-Khatib quien renunció en marzo de este año. Su renuncia llegó cinco días después de que Ghassan Hitto fuera elegido como Primer Ministro del gobierno interino impulsado por la Coalición. Khatib se opuso a la creación de este gobierno, sosteniendo que se trataba de un movimiento prematuro. La candidatura de Hitto fue apoyada por la HM y por el Secretario General de la CNFROS, Mustafa Sabbagh, un empresario ligado a Qatar. Este liderazgo fue revisado en julio de este año en una Conferencia en Estambul, luego de la caída de la HM en Egipto. Entonces, los candidatos apoyados por Arabia Saudita vencieron a aquéllos apoyados por Qatar. En esa oportunidad, Ahmed Jarba, una influyente figura tribal del noreste de Siria, con fuertes vínculos con Riad, fue elegido Presidente de la Coalición. La posición de Jarba radica en buscar que el armamento de tecnología avanzada entregado por Arabia Saudita llegue pronto a los opositores que luchan en el terreno a fin de trastocar la relación de fuerzas allí. Sólo una vez que esto suceda, la CNFROS estará lista, según su Presidente, para asistir a las negociaciones de paz en Ginebra, pactadas por Estados Unidos y Rusia en mayo. Las mismas debían haber tenido lugar en julio, pero, por el momento, no se llevaron a cabo.

Respecto a las tropas opositoras en el terreno, la más importante (aunque no la más numerosa) es el ESL. Fue formado en agosto de 2011 por desertores del ejército sirio que se asentaron en Turquía. A pesar de lo que indica su nombre, el ESL no es un grupo homogéneo, sino que existen varios hombres que son proclamados o se proclaman como líderes del mismo. Para ponerle fin a esta situación, en diciembre de 2012 se formó, con el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Arabia Saudita, Qatar y Turquía, el Comando Supremo Militar. Su objetivo es centralizar el mando y la coordinación de las operaciones. A tal fin, está estructurado para representar a cada uno de los cinco frentes de batalla sirios: el norte, el sur, el oriental, el occidental/central y Homs. Este mando unificado incluye a muchos hombres con lazos con la HM y con salafistas y excluye a muchos de los oficiales inicialmente desertores del ejército. A modo de ejemplo, puede citarse el hecho de que su General en jefe, Salim Idriss, tiene estrechos vínculos con Mustafa Sabbagh.

En julio de este año, uno de los comandantes de esta entidad fue asesinado por un grupo islámico. Esto aumentó los temores de armar a la oposición por parte de las potencias occidentales, aunque, como está expuesto en el otro artículo del Anuario que trata el conflicto en Siria, todo está listo para hacerlo. Entre los grupos armados nucleados en torno de una identidad religiosa, se encuentran el Frente Al-Nusra y el Frente Islámico Sirio. En cuanto al primero, designado por Estados Unidos como una organización terrorista, se trata del frente de este tipo más poderoso del país y fue fundado con la ayuda de Al-Qa’ida en Irak. Respecto al segundo, es un frente que incluye distintas agrupaciones salafistas que están luchando en Siria.

Las fuerzas externas

Como puede apreciarse y como se ha dicho anteriormente, las fuerzas de la oposición siria no sólo combaten a las fuerzas gubernamentales, sino que se encuentran atravesadas por luchas intestinas. Muchas de éstas se encuentran vinculadas a las diferentes perspectivas de las que son portadores Arabia Saudita y Qatar. Por tanto, a fin de comprender un poco más la dinámica del conflicto en el país árabe es necesario involucrarse en esta interna. Por otra parte, es menester repetir que la misma ha sufrido un importante impacto debido a la caída de la Hermandad Musulmana (HM) en Egipto y el cambio de gobernante en Qatar. En una primera aproximación es posible afirmar que Arabia Saudita ha resultado beneficiado con estas transformaciones.

En relación al derrocamiento de la HM en Egipto por el ejército de dicho país, la rapidez y generosidad con que Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait han acudido al rescate económico del país norafricano, pone en evidencia los intereses que estos países de la Península Arábiga tienen en el cambio de gobierno. En efecto, Riad, Dubai y Kuwait anunciaron la entrega de una suma de doce mil millones de dólares al gobierno interino nombrado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcio, tan sólo una semana después de derrocado Mohamed Mursi. Este último, por su parte, había sido beneficiario de ayudas económicas provenientes de Doha y Ankara, lo que le permitió mantener subsidios en un contexto de suma inestabilidad fiscal y económica. Arabia Saudita tiene una relación poco amistosa con la HM desde que, luego de refugiarlos en su territorio, después de la masacre de Hama, dicho movimiento político apoyara al entonces Presidente iraquí, Saddam Hussein, en la Primera Guerra del Golfo, en la que Arabia Saudita se alió a Estados Unidos. Con la llegada de la HM al poder en Egipto, Riad buscó congraciarse con estos, ofreciendo cuatro mil millones de dólares, de los que, finalmente, sólo entregó mil quinientos. Arabia Saudita envía armas a la oposición siria a través de Jordania. Sus principales destinatarios son el Comando Militar Supremo y el Frente Islámico Sirio.

Hasta el momento, la transferencia de poder de Hamad bin Khalifa Al Thani a su hijo habría implicado un cambio en la política exterior qatarí, dado por la política de retraimiento del flamante Emir. Ya en su discurso de asunción, Tamim bin Hamad Al Thani hizo hincapié en la necesidad de una política menos expansiva y más centrada en lo doméstico. Por otra parte, a diferencia del gobernante saliente, puso énfasis en la relación de Qatar con los países del Consejo de Cooperación del Golfo[4], afirmando que, en términos identitarios, se encuentra vinculado, en primer lugar, con los países miembros de dicha institución: “debemos tener en mente que no hay identidad sin pertenecer a círculos más amplios. Somos parte de la región del Golfo Arábigo, y parte del mundo árabe, y del mundo islámico. Somos también parte de la humanidad y de la comunidad internacional”. En este sentido, declaró que “buscamos llevar nuestra relación [con el Consejo de Cooperación del Golfo] a los máximos niveles de integración posibles”[5]. Por lo tanto, más allá de que el hijo haya intentado remarcar las continuidades con el gobierno de su padre, el hecho de que se desconozcan las razones de la renuncia del segundo (siendo un hombre relativamente joven) y, teniendo en cuenta que las familias que dirigen las monarquías del Golfo tienden a evitar ventilar conflictos internos, es posible aventurar que existió alguna desavenencia al interior del poder en Qatar respecto a la relación con Arabia Saudita, la cual se estaba tensando cada vez más. Sin embargo, ésta no es más que una pista a seguir.

Por otra parte, en contraposición a su padre, quien había apoyado a la HM en Egipto con ocho mil millones de dólares, el nuevo gobernante saludó el golpe de Estado contra Mursi. Asimismo, el ex Emir, se había convertido en el primer líder árabe en visitar la Franja de Gaza, en una clara muestra de apoyo al Hamas. Se alió a Turquía por cuyo territorio entregó armas al Comando Supremo Militar. La entrada de Hezbollah al conflicto y el consiguiente revés para los grupos opositores que ésta implicó también puede ser pensada como un posible factor del acercamiento que se ha notado en los últimos días entre los dos países del Golfo.

La política de Qatar, hasta que tuvieron lugar estos últimos acontecimientos, estuvo marcada por un vínculo estrecho con Turquía, con Egipto y con Hamas.

Respecto a Turquía, la política de “puertas abiertas” que ha implementado su gobierno, ha permitido que tanto armas como personas ligadas a la oposición siria circulen libremente por su territorio. Desde el inicio del conflicto, Turquía ha refugiado a cerca de cuatrocientas mil personas. Asimismo, opositores han recurrido a dicho país en busca de tratamiento médico, financiamiento e, incluso, para planificar operaciones. Francia y Estados Unidos están proporcionando entrenamiento allí a fuerzas opositoras. A mediados del año 2012, Turquía se transformó en un importante paso para el envío de armas a Siria provenientes principalmente, como ya se ha dicho, de Qatar. Esto es lo que lo ha convertido en un blanco para acciones de violencia provenientes tanto de grupos internos como externos y tanto de grupos pro-gobierno sirio como opositores. Estos últimos estarían alentados por la posibilidad de dar razones a Turquía, miembro de la OTAN, para declararse víctima de agresión y, por lo tanto, recurrir al artículo 5 de la carta de dicho organismo internacional. Así, el 1 de febrero fue atacada la embajada de Estados Unidos en Ankara. En mayo fueron muertas más de 50 personas en un atentado con coche-bomba en la ciudad de Reyhanli. Como se dijo, Turquía, junto con Qatar, dio apoyo financiero a la HM egipcia.

El gobierno del país norafricano también se alineó tras esta posición. En una de sus últimas medidas relevantes en términos de política exterior, el ex Presidente, Mohamed Mursi echó al embajador de Siria y llamó a combatir allí. Esto llevó a Hamas, movimiento palestino aliado a la HM egipcia[6], a una posición incómoda respecto a Irán, que redujo su financiamiento por el apoyo del movimiento a la oposición siria. Esto trajo aparejadas divisiones al interior de Hamas: los dirigentes políticos Khaled Meshaal e Ismail Haniya tuvieron diferencias con las Brigadas al-Qassam debido a que Irán cortó también la ayuda militar.

Estados Unidos también forma parte de la intervención en el país árabe con el objetivo de derrocar a Al-Assad, único aliado árabe de Irán. Si bien el Congreso autorizó hace pocos días la entrega de armas a la oposición siria, la administración Obama ya estaba implicada en el conflicto con anterioridad, a través de su agencia de inteligencia. En efecto, la CIA está operando en secreto en el sur de Turquía ayudando a sus aliados a decidir cuáles “rebeldes” sirios pueden recibir armas, además de seleccionar qué suministros reciben. A los grupos escogidos por la CIA se les proporciona entrenamiento en el manejo de armas, tácticas de combate y de inteligencia. También se conoce que la agencia de inteligencia estadounidense está proveyendo imágenes satelitales de ubicación de las fuerzas y miembros del gobierno de Al-Assad (lo que hizo posible, entre otras cosas, el asesinato del Ministro de Defensa, Daoud Rajha, en julio de 2012). Un movimiento parecido está realizando desde la frontera jordana. Además, agentes de la CIA facilitan la compra de armas con financiamiento proveniente principalmente de Arabia Saudita, de Qatar y de otras monarquías del Golfo. Los agentes de la CIA organizan después el transporte del armamento hacia Turquía y Jordania a través de un puente aéreo. Y finalmente, las armas llegan, a través de las fronteras de esos países, a los grupos que operan en Siria, ya entrenados en campamentos instalados con ese fin en territorio turco y jordano. Es importante notar que en la base aérea qatarí de Al-Udeid se encuentra el cuartel general avanzado del Comando Central de Estados Unidos (US Central Command, uno de los comandos en los que Estados Unidos divide el mundo para su vigilancia y control). Sus depósitos contienen armamento de todo tipo, incluyendo armamento no fabricado en Estados Unidos y, por lo tanto, más adecuado para su uso en operaciones secretas. Este tipo de movimiento de triangulación por parte de la CIA no es una novedad: han sido llevados a cabo históricamente por la agencia de inteligencia, siempre que existió algún impedimento para su realización por la vía formal. Específicamente, Arabia Saudita ya ha participado en este tipo de políticas con Estados Unidos (el caso más sobresaliente, es el de Afganistán durante la década del 80s del siglo pasado).

El permiso del Congreso estadounidense estuvo precedido por la acusación por parte de la administración gobernante de que las tropas que responden a Al-Assad habían utilizado armas químicas en contra de los “rebeldes”. El 23 de julio del año 2012 el gobierno sirio admitió que tenía armas de ese tipo en su poder que –aclaró- serían utilizadas únicamente en caso de necesitar defenderse contra fuerzas extranjeras. El 19 de marzo de 2013 en Aleppo hubo un primer ataque en el que –se aseguró- éstas fueron usadas. El mismo dejó un saldo de 25 personas muertas y 86 heridas. Gobierno y oposición se acusaron mutuamente. Un segundo ataque de este tipo tuvo lugar el 13 de abril del mismo año, en la misma ciudad. A partir de entonces, aparecieron acusaciones de que había sido el gobierno de Al-Assad el autor de dichas acciones; las mismas fueron realizadas por Estados que ya son parte del conflicto (Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos) basadas en pruebas endebles o directamente inexistentes. Estas fueron seguidas por amenazas por parte de las potencias liberales en nombre de la defensa de los derechos humanos de la población siria. Efectivamente, la administración había trazado allí su famosa “línea roja”. Atravesarla, era razón necesaria y suficiente para la intervención abierta (es decir, ya no mediante la CIA, sino mediante el Departamento de Defensa).

Pero el permiso del Congreso de armar a la oposición siria también tuvo lugar en un marco de trastocamiento de las relaciones de fuerza a favor del gobierno, una vez que Hezbollah e Irán lo apoyaran con hombres en el terreno.

La pregunta en Washington, por lo tanto, ya no pasa por si armar o no armar abiertamente a los grupos opositores, sino cómo hacerlo de modo tal que no sean beneficiados sectores que pudieran ser perjudiciales para sus intereses y los de Israel -vista la complejidad que reina al interior de la oposición respecto a lealtades y objetivos políticos-. En principio, se ha optado por aumentar la provisión de asistencia no letal y autorizar la expansión de la ayuda al Comando Supremo Militar. Gran Bretaña y Francia, por su parte, se encuentran en una encrucijada similar luego de que lograran levantar la prohibición al respecto de la Unión Europea.

Entretanto, Washington ha comenzado a desplegar tropas y armamentos en Jordania. Bajo el nombre de “Eager lion” (“León ansioso”), el ejército de Estados Unidos ha desplegado cuatro mil quinientos hombres en el país fronterizo con Siria. Los mismos han realizado ejercicios militares junto a tres mil tropas jordanas y otras quinientas pertenecientes a otros países, todos parte de los llamados “Amigos de Siria”. Una vez finalizados los ejercicios, setecientos hombres del ejército estadounidense han permanecido en territorio jordano, sumándose a los trescientos allí pre-existentes.

Por su parte, Israel continúa manteniéndose al margen de declararse aliado de la oposición siria, aunque jugando para ella. Esto puede tener varios motivos, pero los más evidentes son: por un lado, un apoyo por parte de Israel a la oposición siria haría que ésta perdiera partidarios entre los pueblos de los países árabes implicados; por otro lado, la relación entre Tel Aviv y Damasco no es del todo negativa para Israel quien mantiene a los Altos del Golán sirios bajo ocupación desde la guerra de 1967. En este sentido, un cambio de gobierno no necesariamente resultaría conveniente para el Estado sionista, más aún si son los grupos más radicalizados los que toman el poder. Es por esto que Israel ha actuado como un equilibrista, bombardeando instalaciones militares, depósitos de armas y armamentos sirios, pero argumentando que se trataba de armas que Irán transportaba vía Siria a Hezbollah. Esta justificación llama la atención ya que es poco probable que, en medio de una guerra interna, el gobierno sirio se deshaga de armas que bien podría utilizar.

Entre los aliados de Bashar Al-Assad se encuentran, además de Irán y Hezbollah, de los que ya se ha hablado, Rusia y China. La acción de los tres Estados en términos económicos ha impedido que el gobierno sirio enfrente una crisis que le impida sostener a sus tropas.

Rusia ha actuado decididamente defendiendo a su único aliado árabe. Además de amenazar con el veto a una posible resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pudiera generar los mismos efectos que la aplicada en Libia en el año 2011, en respuesta al levantamiento del embargo de armas a la oposición siria por parte de la Unión Europea, Moscú ha entregado misiles anti-aéreos al ejército de Al-Assad. Por otra parte, ha abogado continuamente por una salida negociada al conflicto. En este marco, ha pactado con Estados Unidos la posibilidad de una negociación entre las partes en Ginebra. La misma aún no ha tenido lugar.

China, en cambio, ha tenido una posición más moderada. Sin embargo, ha apoyado a Rusia en su negativa a apoyar una resolución en contra del gobierno sirio en el Consejo de Seguridad y, en los últimos meses, ha acusado a la oposición siria de tener lazos con quienes señala como responsables de la desestabilización de su región de Sinkiang.

Palabras finales

El presente artículo ha buscado aportar elementos para un análisis del conflicto sirio que contemple su complejidad. Se buscó hacer hincapié en que no se trata de un asunto meramente geopolítico, aunque esta dimensión resulta de fundamental importancia, tal como se ha expuesto.

La guerra en Siria debe ser situada al interior de lo que se dio en llamar “Primavera Árabe”. La misma es presentada como una lucha por parte de los pueblos árabes de sacudirse el yugo de sus gobernantes autoritarios. La libertad demandada es homologada con la democracia. Ésta no es tan sólo un significante vacío que es utilizado de modo hipócrita. Por el contrario, supone un modo específico de gobernar a sujetos que son constituidos como individuos auto-gobernables. La democracia que se busca imponer en Medio Oriente y también en Siria es entendida como elecciones más libre mercado (los hechos en Egipto desde la toma del poder por parte de la HM hasta su caída, deberían otorgarnos una pista al respecto). A modo de ejemplo, la administración Obama viene haciendo hincapié en la relación entre reforma política y reforma económica desde que estos movimientos comenzaron.

Las relaciones de poder se actualizan a través de la constitución de sujetos. Y el modelo neoliberal no debe ser entendido únicamente como un modelo económico: es imposible su despliegue sin un sujeto que lo acompañe; un sujeto individual, responsable de sí mismo, creativo y cuya identidad, por tanto, se encuentre desprendida de los otros.

Notas

Mariela Cuadro es Licenciada en Sociología (UBA). Magíster en Relaciones Internacionales (UNLP). Doctoranda en Relaciones Internacionales (UNLP). Becaria CONICET. Docente Sociología de Medio Oriente (UBA).

[2] Es válido recordar aquí que esta última fue una de las víctimas principales de lo que se dio en llamar “Masacre de Hama”. En el año 1982, en dicha ciudad siria, el ejército, bajo las órdenes del entonces Presidente, Hafiz Al-Assad, arremetió contra protestas llevadas a cabo por movimientos sunnitas (entre ellos la HM), dejando un saldo de entre 20 mil y 40 mil muertos, de acuerdo a distintas fuentes.

[3] Según la página web en inglés de la Hermandad Musulmana que responde tanto a dicho movimiento en Egipto como en Siria: http://www.ikhwanweb.com/article.php?id=30844

[4] El Consejo de Cooperación del Golfo fue creado en el año 1981 por Arabia Saudita (en un intento de combatir a la naciente República Islámica de Irán) y está formado por las seis monarquías de la Península Arábiga: Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.

[5] Ver discurso en Anexo Documentos de este Anuario.

[6] La existencia del Hamas es resultado de una reorganización de la HM egipcia en territorio palestino ocupado.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.